La crisis del coronavirus y su impacto sobre los resultados de la banca han reactivado el debate sobre la próxima ronda de fusiones en el sector. Unas operaciones que en los últimos años se han convertido en un “sí quiero, pero no puedo” y que, una vez pasada la pandemia, volverán a estar sobre la mesa para ganar en eficiencia y rentabilidad.

El flirteo fue constante durante todo 2019. Sin embargo, parejas casi consolidadas como Unicaja y Liberbank no acabaron, finalmente, en matrimonio. Tampoco han avanzado otros noviazgos guardados en el cajón, ante la reticencia de las entidades a llevar a cabo ampliaciones de capital, mucho menos en un momento como el actual con las cotizaciones tan deprimidas en el mercado.

Ahora, los banqueros saben que buscar pareja puede ser una ayuda para ganar en rentabilidad y ser más fuertes en tiempos de crisis en el futuro. Y, aunque no lo reconozcan oficialmente, fuentes de una consultora nacional confirman a Invertia que las entidades que prevén llegar más flojas al final de esta crisis estudian ya, aunque de momento solo sobre el papel, posibles sinergias para reducir costes.

Fusiones sobre el papel

La falta de previsiones sobre el impacto real de la pandemia provoca que los expertos se muestren algo reticentes a la hora de dar sus quinielas sobre las primeras citas y futuras parejas que puedan conformar el nuevo puzle bancario español. De hecho, coinciden en que la nueva ronda de consolidación no se producirá, al menos, hasta bien entrado 2021, con las entidades de menor tamaño como protagonistas de los movimientos de este peculiar 'First Dates' bancario.

La mayoría limita, además, al ámbito nacional estas operaciones pese a que el propio presidente de la Asociación Española de Banca (AEB), José María Roldán, apostase esta misma semana, de nuevo y en contra del consenso, por las fusiones transfronterizas.

“Con una visión general, lo lógico en caso de darse alguna fusión sería entre aquellas entidades que cuenten con complementariedad a nivel geográfico o de 'mix' de cartera de crédito”, explica Nuria Álvarez, analista de Renta 4 Banco. “Por ejemplo: Bankia con reducida exposición a Cataluña y más peso de hipotecas encajaría con Sabadell, exposición a Cataluña y fuerte exposición a empresas”, añade.

En concreto, las pymes pesan un 26% en el balance del Sabadell, mientras que el 55% de los préstamos de Bankia son hipotecarios. Negocio redondo para un posible matrimonio en el que algunas voces también meten a BBVA de por medio.

La mayoría de expertos consultados coincide con esta visión, reconociendo que esta sería la pareja más lógica en el sector. “No decimos que esta sea la operación más probable, sino la que implicaría mayores ahorros de costes”, insisten.

Josep Oliu, presidente del Banco Sabadell.

Citas pendientes

Los analistas de Barclays también consideran que Bankia y Sabadell serán los primeros en retomar sus citas. Es su operación favorita bajo un criterio de sinergias, al considerar que el grupo resultante podría mejorar un 20% su beneficio en 2022 si se lleva a cabo una operación que conllevaría el despido de la mitad de la plantilla en cada oficina cerrada, un número que sitúan en 775 para que se genere un ahorro rentable.

Rafael Alonso, analista de Bankinter, también ve esta operación como la más beneficiosa dentro del sector “incluso como mecanismo para diluir la posición del Estado a través del FROB en Bankia", actualmente en el 61,8%.

A su juicio, la fusión entre ambas entidades tendría sentido estratégico al aumentar la diversificación por líneas de negocio (pymes e hipotecas) y geográfica (Madrid, Valencia y Baleares en Bankia; Cataluña y el Levante en Sabadell). Sin embargo, al experto le surgen más dudas respecto al sentido financiero del enlace. “Todo depende del precio”, asegura, recordando que la capitalización bursátil de Bankia es aproximadamente 1,6 veces la de Sabadell.

Del mismo modo, limita las sinergias en costes a entre un 20%-40% y manifiesta otras dudas como “la financiación de la operación (¿ampliación de capital?) y el equipo gestor que quedaría al frente”. Los analistas de Barclays van un paso más y también plantea una operación entre Banco Sabadell y Liberbank o BBVA. Este último matrimonio resultaría en un incremento del beneficio neto del 6% en 2022, con un ahorro anual de 388 millones de euros. Pero a costa de cerrar 1.232 sucursales.

Vigilar las carteras

Los expertos tienen claro que el escenario actual obliga a las entidades a apostar más por “operaciones por composición de carteras”, con el objetivo de ganar cuota de mercado en distintas actividades que mejoren la parte de los ingresos en la cuenta de resultados.

Es más. Consideran que cuando llegue el momento, se tendrá más en cuenta que nunca la exposición de las carteras de crédito a los sectores más afectados por la crisis para evitar que una fusión implique un aumento excesivo de los ratios de morosidad. Por ejemplo, según los datos de la EBA, CaixaBank cuenta con casi un 15% de la cartera de empresas ligadas al sector turístico, con lo que su opción más lógica para minimizar este riesgo estaría en una operación con bancos de carácter más regional como Ibercaja o Unicaja, que no llegan al 2%.

App de Unicaja Banco.

Marco Troiano, subdirector de instituciones financieras en Scope Ratings, apuesta desde hace tiempo por la consolidación en estas entidades de menor tamaño, sin descartar que Unicaja y Liberbank vuelvan a retomar el intento de noviazgo que fracasó el pasado año. A su juicio, aunque el ahorro de costes sería más limitado en términos de cobertura de sucursales, este tipo de entidades sí encontrarían en una mayor escala el impulso necesario para ganar en inversión tecnológica, lo que a su vez ayudaría en el objetivo de reducir costes.

Algunos expertos también meten a Ibercaja en la coctelera de las fusiones. Eso sí, una vez que la entidad culmine su proceso de salida a bolsa, cuyo plazo se ha ampliado hasta 2022. Goldman Sachs fue uno de los primeros bancos de inversión que sumó a la entidad en su quiniela de posibles fusiones por sinergias regionales y de producto.

Según la firma, una unión de varias entidades como Ibercaja, Unicaja, Abanca y Cajamar daría lugar a una entidad con una cuota de mercado superior al 9%, ocupando la primera posición del ranking en 10 regiones españolas distintas. Esto compararía, y aunque su cuota de mercado total sería más del doble, Banco Santander solo sería líder en seis regiones distintas.

Entre los grandes, el baremo regional de Goldman apunta a que la opción más rentable sería una unión entre CaixaBank e Ibercaja, ya que la entidad accedería al ‘Top 3’ por cuota de mercado en cinco regiones adicionales. Si fuese BBVA el comprador, Ibercaja solo aportaría al banco tres regiones más donde ser líder. Es decir, por este criterio, no merecería la pena apostar por una segunda cita.

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