La corta de la mina de Aznalcóllar (Sevilla).

La corta de la mina de Aznalcóllar (Sevilla). Cedida

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La mitad de la inversión prometida por Emerita en Aznalcóllar se basó en cálculos de los que ahora duda

El macrojuicio por la concesión de la mina hace una década se encamina a su final con más sombras sobre los números de Emerita.

Más información: Emerita Resources lleva hasta el Supremo su batalla por la adjudicación de la mina de Aznalcóllar

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El juicio por la concesión de la mina de Aznalcóllar encara la recta final con una multiplicación de dudas sobre el principal argumento esgrimido por Emerita Resources para contestar el desenlace, que dejó como ganador al consorcio competidor, Minorbis-Grupo México.

Durante años ha insistido en que su oferta era muy superior: ponían sobre la mesa más de 600 millones de euros, frente a los cerca de 300 millones de euros de la propuesta ganadora. No entendían que con esos mimbres fueran ellos los que perdiesen.

Tras diez años de litigio, se han hecho prácticamente célebres esta crítica y también la respuesta de los funcionarios que dirimieron el concurso, resumida en un gran da igualsólo cuatro de los alrededor de 15 criterios de baremación eran económicos, y en la suma final Minorbis-Grupo México se imponía.

Pero ahora, cuando por fin parece que la gran macrocausa definitiva se acerca a su final, viene el giro inesperado. La propia Emerita ya admite abiertamente que en torno a la mitad de esa cifra recalcada, 640 millones de euros, no es tan sólida como se presentó originalmente.

¿Por qué? Originalmente, cada contendiente presentó en su respectivo proyecto de explotación cuánto invertiría para que la mina echase a andar. Una cantidad inicial que Minorbis-Grupo México cifró en 304 millones de euros y Emerita, en 640 millones.

La mitad de la oferta, estimación sin confirmar

El desfase hizo levantar algunas cejas entre los altos funcionarios de la Junta de Andalucía. Nadie ha sido más claro que María José Asensio Coto, en la época de la adjudicación directora general de Minas, hoy una de las 16 personas que se sientan en el banquillo acusadas de delitos como tráfico de influencias, prevaricación, malversación, fraude, negociación ilegal y prevaricación ambiental.

Lo resume así. El capital de puesta en marcha planteado por Emerita era de 299 millones, "prácticamente igual" a la del consorcio ganador, ha reiterado este lunes en la Audiencia de Sevilla.

La cantidad restante hasta llegar a 640 millones eran, se ha sostenido durante años, lo que calculaban gastar en costes de explotación durante 25 años. Por ejemplo, gastos de funcionamiento, personal, luz, o impuestos.

La cuestión es que Emerita no tiene claro que haya material para trabajar tanto tiempo. Ni siquiera si hay opciones de sacar un rendimiento. "Se debe realizar más trabajo para demostrar si existe una expectativa razonable de extracción comercial", advertía a principio de este mismo año en una comunicación a la Bolsa de Toronto.

Porque, apuntaba, "la estimación de recursos minerales es una estimación histórica y no debe tomarse como base fiable". Se refería así a los cálculos que sostienen que bajo Aznalcóllar hay recursos históricos estimados de 71 millones de toneladas de zinc, cobre y plomo.

Eran estimaciones obra de Boliden, la empresa responsable del yacimiento en el momento de la ruptura de la balsa en 1998, que llegó a amenazar Doñana y es el segundo mayor desastre ambiental más grave de España, después del Prestige.

Así las cosas, las dudas se multiplican en torno al gran argumento presentado: iban a invertir una cantidad sensiblemente superior al consorcio que ganó. Iban a trabajar durante dos décadas.

Recurso al Supremo

Está previsto que las sesiones de esta macrocausa concluyan este julio. La sentencia se espera para otoño, en una Audiencia de Sevilla en la que ha hecho un minucioso repaso desde marzo de todos los argumentos expuestos para contestar la adjudicación y para defenderla.

No es la única vía legal que explora Emerita, decidida a llevar esta caso hasta sus últimas consecuencias. El último paso ha sido recurrir ante el Tribunal Supremo la adjudicación del yacimiento que explotará Minera Los Frailes, sociedad creada por el consorcio Minorbis-Grupo México tras ganar el concurso.

La compañía da el paso tras ver cómo desestimaba íntegramente el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) el pasado abril su recurso contencioso-administrativo por esta adjudicación.

Emerita argumentaba que se había otorgado por la "vía de hecho" la adjudicación a Minera Los Frailes porque ésta sociedad no era la que había participado en el concurso, en el que figuran los nombres de Minorbis y Grupo México, el primero como licitador y el segundo como garantía de solvencia económica.

Mientras esto se resuelve, llega julio. Este mes, una vez otorgados todos los permisos, arranca el proyecto de Los Frailes con la nueva estación de tratamiento de agua, preadjudicada a Aqualia Industrial.