Una de las autopistas mexicanas de Abertis.

Una de las autopistas mexicanas de Abertis.

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ACS-Atlantia: la operación que convertirá en un gigante concesional a Abertis

La potencial compra de la compañía italiana se sumaría a las históricas adquisiciones de Dragados, Hotchief y Abertis. 

8 abril, 2022 03:03

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La intención de ACS de hacerse con su hasta ahora socia Atlantia ha sacudido los mercados internacionales. La compañía presidida por Florentino Pérez ha dado un paso al frente con un objetivo en mente: convertir a Abertis en un gigante concesional sumando los activos de la empresa italiana.

Aunque la primera respuesta de los Benetton fue negativa, diferentes fuentes consultadas por este medio esperan que esta operación se vaya cocinando a fuego lento durante las próximas semanas o incluso meses. No se descarta incluso algún tipo de paso atrás que abra la puerta a que las negociaciones se lleven en un segundo plano.

La venta a Vinci del negocio industrial de ACS por 5.000 millones de euros reportó una plusvalía cercana a los 3.000 millones de euros. Un capital que, sumado a su reducido endeudamiento, aporta a la compañía española músculo más que suficiente para hacerse con una empresa que impulsaría el negocio de concesiones.

La razón de este deseo es que, en un contexto de gran impredictibilidad como el actual, activos como las autopistas permiten a las compañías de infraestructuras contar con ingresos recurrentes gracias a la gestión de los activos. Un negocio que, bien engrasado, es uno de los más eficientes en la gestión del capital de este sector. 

En el caso de que la compra de Atlantia llegue finalmente a buen puerto, la operación entraría a formar parte del póker histórico de adquisiciones realizadas por ACS. Una historia que comenzó con Dragados, siguió con Hotchief y tuvo su último capítulo con la adquisición de Abertis.

Póker de adquisiciones

En 2002, ACS desembolsó 900 millones de euros para hacerse con la participación que, en aquel entonces, controlaba el Santander Central Hispano. Con esta operación ACS pasó a tener el control de una compañía que, hasta el momento, era una de sus principales competidoras. 

Un año después, en 2003, se cerró la fusión definitiva entre ambas empresas. Una vez confirmada la operación, nació un grupo con 100.000 empleados y unos ingresos que superaban los 10.000 millones de euros. Lo que la convirtió en la primera constructora de España y la tercera de Europa.  

De Hotchief a Abertis

El siguiente gran movimiento en el tablero corporativo de ACS fue la toma de control de Hotchief. Un proceso que comenzó en 2007 y duró hasta 2011. La suma de ambas empresas creaba un gigante con una facturación de 35.000 millones de euros, que confirmaba a la empresa española como un gigante mundial en el campo de las infraestructuras.

Una operación que en su momento fue calificado por Florentino Pérez como "el movimiento estratégico más importante de la compañía en los últimos años". Como en el caso de Dragados, la compra de la alemana permitía a ACS quitarse a un rival y dotarse de capacidades complementarias respecto de su estructura de ese momento.

Siete años después llegaría la última de las piezas que terminarían de convertir a ACS en la empresa que es hoy: la compra de Abertis. Una operación con multitud de idas y venidas que consolidó su presencia en las concesiones. El área de negocio que más importancia ha tomado en la estrategia de ACS.

Ahora, el intento de compra de Atlantia pretende cuadrar el círculo que en los últimos años ha ido diseñando ACS. Un concepto de empresa en el que los servicios y las concesiones ganen peso para permitir ofrecer a sus clientes proyectos que incluyan el diseño, la construcción y la explotación de las infraestructuras durante toda su vida útil. Algo al alcance de muy pocos.