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El incierto coste del despliegue del 5G empuja a las telecos a compartir gastos

Las operadoras reconocen en privado que su implantación definitiva debe tomarse con cautela.

22 febrero, 2018 01:42

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El consejero delegado de Orange España, Laurent Paillassot, ofreció este miércoles al resto de operadores de telecomunicaciones compartir las inversiones en el despliegue de la redes de la nueva tecnología móvil 5G para que tengamos una "infraestructura potente" en el menor espacio de tiempo. Un guante que, de momento no cogen oficialmente el resto de las telecos, pero que en privado reconocen que no sería idea descartable.

En el trasfondo de esta petición se encuentran las incertidumbres respecto de los verdaderos costes que tendría la implantación del 5G en España y las prisas con que, consideran, estaría llegando una tecnología cuando todavía hay recorrido para desarrollar la fibra óptica o el propio 4G. En definitiva, indican que estamos ante la llegada de un internet móvil de ultra velocidad con plazos quizás demasiado inmediatos.

“Ni siquiera sabemos cuánto pueden costar las licencias”, dice un directivo de telecos a EL ESPAÑOL. Una duda razonable, pero que todavía no tiene respuesta ya que no se ha realizado ninguna gran subasta de 5G en Europa. Bruselas indicó hace unos meses que los beneficios de esta tecnología en 2025 en España rondaría los 14.600 millones de euros anuales, aunque no ha dado pistas del coste que tendrían estas frecuencias.

Desarrollo de la fibra óptica

El único antecedente que tenemos es la subasta de 4G realizada en 2011 y que significó unos ingresos cercanos a los 1.700 millones de euros para el Estado español. En Alemania se recaudaron 5.000 millones en 2015 y en Reino Unido otros 2.650 millones.

Fuentes de las operadoras creen que para calcular el precio de las nuevas 5G hay que consideran que todavía queda mucho recorrido para las 4G y la fibra óptica. Indican que el 5G no sería realmente necesario hasta pasado el año 2025 y que todo despliegue anterior a esta fecha podría solaparse con los actuales desarrollos.

En estos momentos, todas las operadoras están volcadas con el desarrollo de la fibra óptica con despliegues y previsiones que ponen el año 2020 como fecha límite. Por ejemplo, Telefónica tiene como horizonte conseguir 25 millones de hogares en este año, por los 16 millones que tiene previstos Orange.

Los plazos de la UE

Los plazos de la Unión Europea indican que en junio de 2020 tiene que estar liberada la banda de los 700 Mhz que utilizan actualmente las televisiones y que es la que realmente se registraría el despliegue en los clientes finales. A falta de confirmación oficial la subasta de este espectro debería completarse entre el segundo semestre de 2019 o primeros de 2020.

En verano de este año el gobierno deberá enviar a Bruselas su calendario de aplicación con la concreción de estas fechas, pero antes licitará la banda de 1,5 y 3,5 Ghz en los próximos días. Este despliegue será un banco de pruebas, ya que se destinará principalmente a uso de servicios ajenos al consumidor final.   

Considerando el despliegue de la fibra óptica de los operadores que se extenderá hasta el 2020 y la poca urgencia que hay para desarrollar la futura red de 5G, no parece una mala idea que las operadoras compartan costes de desarrollo.

Redes de infraestructuras propias

La propuesta de Orange se basa en lograr una mayor rapidez en la implantación y en obtener unos costes razonables de las subastas. Pese a ello, las experiencias previas en el mercado de las telecos indican que cada operadora ha optado por crear su propia infraestructura, por ejemplo en el mercado de fibra óptica.

En función de todos estos antecedentes, desde el resto del mercado se pide esperar a resolver el calendario y a tener claridad respecto de cómo el Gobierno quiere que se desarrolle el 5G, algo que solo conoceremos a mediados de año, cuando el Ministerio de Energía, Turismo y Agencia Digital presente a Bruselas su plan de implantación del segundo dividendo digital junto con el resto de países de la Unión Europea.