Juan Luis Cebrián, durante la junta de accionistas de Prisa de 2017

Juan Luis Cebrián, durante la junta de accionistas de Prisa de 2017

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Prisa retoma la venta de Santillana sin soluciones para reducir su deuda

El grupo reconoce en un hecho relevante que se están valorando diferentes alternativas para solucionar su desapalancamiento financiero, entre ellos la venta de su editora de libros.

6 septiembre, 2017 11:31

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Prisa ha retomado la venta de la Editorial Santillana ante la imposibilidad de encontrar soluciones que le permitan afrontar los abultados pagos de deuda que vencen a finales del próximo año. El grupo ha reconocido en un hecho relevante a la CNMV se están valorando diferentes alternativas, para lo cual la Sociedad ha mantenido y mantiene conversaciones con diversos interlocutores.

Entre estas operaciones reconocen que “se mantienen conversaciones con Rhône Capital dado su interés mostrado por Grupo Santillana Educación Global S.L. sin que hasta la fecha se haya tomado una decisión al respecto”. La información era publicada esta mañana por El Confidencial que apuntaba que el fondo estaba dispuesto a subir su oferta desde los 1.250 millones de euros, rechazada hace cuatro meses por el Consejo de Administración de Prisa.

Estas negociaciones se han retomado mientras se mantiene la guerra entre Juan Luis Cebrián y Amber Capital, accionista rebelde que lleva buscando sin éxito la salida del presidente ejecutivo desde febrero. Le culpan de la pérdida de valor en bolsa de la compañía y de no encontrar respuestas para resolver su elevado apalancamiento financiero.

Prisa rechazó las ofertas vinculantes en mayo

En mayo de este año el consejo de administración de Prisa rechazó las ofertas vinculantes de los fondos Rhone Capital, Carlyle y Pai Partners por no considerarlas lo suficientemente elevadas. Un año antes Prisa sacaba al mercado su editorial por cerca de 1.500 millones de euros por el paquete de control equivalente al 75% del capital. Pero las ofertas fueron consideradas como insuficiente para el consejo.

De esta manera, al retomar las negociaciones por Santillana, Juan Luis Cebrián y el nuevo consejero delegado Manuel Mirat descartan una ampliación o reducción de capital por el elevado nivel de incertidumbre y el impacto que ésto tendría en la composición del capital de Prisa. En el consejo se refleja el descontento del capital con la gestión de Cebrián y una ampliación de capital podría fragmentar o reforzar las posiciones de los rebeldes.

Continúan negociando por Santillana, a pesar de que según hemos reflejado en EL ESPAÑOL, es el gran activo de Prisa representando la mitad de su facturación (700 millones de euros) y de sus beneficios operativos. En 2016 registró beneficios de 92,7 millones de euros, sumando las ganancias de Santillana Educación S.L y sus participadas, lo que significó una mejora del 8,2%. 

Reestablecer el equilibrio patrimonial

Prisa necesita liquidez de manera urgente para poder restablecer el desequilibrio patrimonial generado por la venta de Media Capital a Altice, una operación que también deberá ayudar a pagar los 956,5 millones de euros del tramo 2 de la deuda de Prisa que vence en diciembre de 2016.

En sus cuentas del primer semestre Prisa reconocía que debe realizar en el plazo de un año “desinversiones parciales o totales de activos, compraventas adicionales de deuda con descuento, apalancamiento de activos operativos u operaciones corporativas tales como una ampliación o reducción de capital”.

La sociedad ha reconocido en sus cuentas que, a 30 de junio de 2017, su patrimonio neto es de 141,6 millones de euros, importe inferior a las dos terceras partes de la cifra del capital social. Si bien el patrimonio se sitúa por encima de la mitad de este capital, Prisa se encuentra técnicamente en una situación de desequilibrio patrimonial y por tanto en causa de disolución. Según la Ley de Sociedades de Capital establece que este desequilibrio debe ser restablecido en un año.

Endeudamiento de 1.543,1 millones

Prisa ha reconocido que el desequilibrio se debe a la venta de Media Capital que se traducirá en el registro de una pérdida contable de aproximadamente 81,4 millones de euros en sus cuentas individuales. Si bien el precio de la operación se anunció en 440 millones de euros, el valor aproximado de acuerdo a las estimaciones de la compañía se ha realizado en torno a los 321,4 millones.

Respecto de la deuda, el endeudamiento neto bancario del Grupo creció en 57,1 millones en el año y se sitúa en 1.543,3 millones a junio de 2017. No obstante, en sus cuentas la compañía declara pasivos financieros totales por valor de 1.889 millones de euros. Por vencimiento, el tramo 2 de la deuda, fijado en 956,5 millones, debe pagarse antes de diciembre de 2018. El tramo 3 tiene vencimiento en el ejercicio 2019 y su coste es de 176,9 millones.

César Alierta quiere hacerse con el control de Prisa

La situación no es fácil para Juan Luis Cebrián, presidente del grupo, que como contamos en EL ESPAÑOL, siente el aliento de César Alierta en su nuca. El expresidente de Telefónica no ha desistido en su intención de hacerse con el control de Prisa -con el apoyo de Amber Capital y Heraldo de Aragón- y para ello es fundamental apear a Cebrián de la presidencia de la compañía.

De hecho, en sus cuentas del primer semestre Telefónica clasificó su participación en Prisa como “activos financieros disponibles para la venta”, lo que en términos prácticos se refiere a activos que la empresa tiene previstos desprenderse en el futuro, aunque no necesariamente exista en estos momentos una negociación formal por su enajenación.

Telefónica ha confirmado esta corrección valorativa (reducción del valor de su inversión) de 30 millones de euros por su inversión en Prisa, que se ha producido por “la caída en el valor de cotización de esta empresa”, de más del 40% en lo que va de año.