De izquierda a derecha: Joseph Oughourlian, César Alierta y Fernando Yarza López-Madrazo.

De izquierda a derecha: Joseph Oughourlian, César Alierta y Fernando Yarza López-Madrazo.

Empresas La batalla por el control de Prisa

Alierta, entre armenios y aragoneses: triple A para quitarle Prisa a Cebrián

Llegamos a la tercera fase de una operación que el expresidente de Telefónica lleva años tratando de completar. Ahora cuenta con la ayuda del fondo Amber y del grupo de medios Henneo.

30 julio, 2017 03:09
Miguel Ángel Uriondo Fernando Cano

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El expresidente de Telefónica César Alierta lleva años desarrollando una estrategia cuyo fin último pasa por el control del grupo Prisa. Para conseguirlo se plantea comprar el 13% que oficialmente posee la operadora en la editora de El País y sumarlo a otras participaciones hostiles a Cebrián.

De cara a la fase final de esta maniobra, que se desarrollará en los próximos meses, tiene desplegadas ya por el tablero todas sus piezas. Todo con tal de ganar la disputada partida de ajedrez que le enfrenta al presidente del grupo de medios, Juan Luis Cebrián, quien cuenta con el apoyo de un Gobierno plenamente satisfecho con su forma de trabajar.

La conexión Armenia

Quizá la pieza más importante para los propósitos de Alierta es Oughourlian. El fondo oportunista del directivo armenio ha participado, además de en Prisa, en empresas españolas como Ence o Fluidra, y en bastantes más en Italia, donde cuenta con el Aeropuerto Guglielmo y la Banca Populare di Sondrio, entre otros activos. Según datos de Bloomberg, que no coinciden con los de la CNMV, la participación de Oughourlian en Prisa no se produciría a través del fondo, sino a título personal. En el fondo Amber, por cierto, trabaja José de la Rosa Rato, sobrino del defenestrado ministro de Economía Rodrigo Rato, que recibió de Telefónica 726.000 euros entre 2013 y 2015, bajo el mandato de Alierta.

Joseph Oughourlian forma parte de los consejos de Prisa y las italianas Cofide y Sorgente

Oughourlian fundó Amber Capital en Nueva York en noviembre de 2005, y forma parte de los consejos de Prisa y las italianas Cofide y Sorgente. Asimismo, forma parte de la directiva de la mayor organización armenia de caridad, con sede en Nueva York, la Armenian General Benevolent Union (AGBU).

El presidente de esta asociación es, precisamente, Berge Setrakian, otro armenio que mantiene una larga relación con Alierta. Socio del bufete global DLA Piper, trabajó con la Telefónica de Alierta y fue consejero independiente de Altadis en 2004, bajo la presidencia del aragonés hasta su salida en 2008.

En una pieza con formato ‘confidencial’ y publicada por Hispanidad aparece un dato muy llamativo, casi de rondón: se afirma que Alierta controla “una cuarta parte de Amber”. Fuentes consultadas por EL ESPAÑOL han confirmado que los protagonistas dan por hecho que una parte de la participación de Amber está relacionada con Alierta. De ser así, se entenderían todas las informaciones que asocian los intereses del fondo a los de Alierta, y todos los rumores que hablan de cómo el expresidente del Consejo Empresarial para la Competitividad estaría interesado en unir la participación del fondo y la de Telefónica bajo el control de Henneo y, con el apoyo de Santander y Caixa, hacerse con el control de la compañía.

La conexión aragonesa

Henneo ha sido uno de los grupos de medios de comunicación de mayor crecimiento en los últimos dos años. Ha pasado de editar un puñado de diarios regionales con el Heraldo de Aragón como su buque insignia, a convertirse en una compañía de proyección nacional con intereses en publicidad e Internet.

En junio de 2015 adquirió el diario gratuito 20 Minutos y, pocas semanas después, se rebautizó como Henneo. En abril de este año compraba el diario digital Lainformación.com y lo reconvertía en un diario de economía. Henneo es uno de los conglomerados en disposición de seguir creciendo y, como han indicado sus propios directivos, la idea es liderar las consolidaciones en el convulso sector de la prensa.

Esta intención se confirmó con el lanzamiento de una comercializadora de publicidad propia, Blue Media, para gestionar los espacios de todos sus soportes, así como de medios ajenos. Con una estrategia muy agresiva, la compañía busca posicionarse en el sector publicitario sin reparar en cuestiones ideológicas pues incluye entre sus soportes a medios tan alejados de la línea del Heraldo como Público o eldiario.es.

En mayo de este año Marisa Navas, una de las profesionales más cercanas a César Alierta, su directora de comunicación en la última etapa al frente de la operadora e amiga íntima, fue nombrada presidenta de Lainformación.com y casi a la vez Manuel Pizarro, otro empresario cercano al ex presidente de Telefónica -y a José María Aznar- también se sumaba al consejo del editor de medios aragonés propiedad de la familia Yarza.

Fernando Yarza López-Madrazo saluda a Manuel Pizarro.

Fernando Yarza López-Madrazo saluda a Manuel Pizarro.

Pizarro había estado en el consejo de Telefónica durante la era Alierta. Fue un breve período al que accedió justo antes de su efímera entrada en política como número dos de Rajoy en las elecciones de 2008. Pero la historia del directivo turolense tiene mucho que ver con su tierra natal. En 1995 fue nombrado presidente de Ibercaja, el otro gran accionista del Heraldo además de los Yarza, y ocupó entre 1998 y 2002 la presidencia de la Confederación Española de Cajas de Ahorro (CECA). Después ocupó la presidencia de Endesa hasta 2007.

Heraldo completaba también su reestructuración societaria en Henneo Media y nombraba presidente a Fernando Yarza López-Madrazo y vicepresidente a Íñigo Yarza López-Madrazo. En el desempeño del grupo tuvo un puesto capital la matriarca Pilar de Yarza, que hace una década se convirtió en la primera mujer en presidir la asociación de editores de diarios (la antigua AEDE, rebautizada recientemente como AMI).

Las coincidencias entre Alierta y Henneo (Heraldo) se estrecharon en los últimos meses. La presencia de Pizarro en su consejo no es accidental. El expresidente de Endesa es uno de los empresarios más cercanos a Alierta y, de hecho, su mujer Yolanda Barcina -expresidenta del gobierno navarro- fue nombrada en octubre de 2015 consejera independiente de Movistar+.

No está claro qué motivó exactamente la decisión de Alierta de abandonar su postura inicial de alejar a Telefónica de los medios y embarcar a la compañía en 2015 en el accionariado de Prisa

Otra de las conexiones de Alierta con el editor del Heraldo es su participación en el Real Zaragoza. Alierta se convirtió en el verano de 2014 en el principal accionista del club a través de la Fundación 2032, en la que también están integrados los Yarza.

La conexión de Alierta con su tierra natal y con el diario aragonés es absoluta. De hecho, cada vez que el directivo, en su etapa en Telefónica, se veía obligado a viajar, era obligatorio enviarle un ejemplar en papel del Heraldo. La idea de que el expresidente de Telefónica utilice su medio predilecto como herramienta de cara a comprar Prisa tiene todo el sentido.

Una duda y una dificultad

Una de las principales complicaciones de la operación tiene que ver con la resistencia del Gobierno a que ésta se produzca. Pero es justo decir que Rajoy no se encuentra en uno de sus mejores momentos, especialmente después de su imagen televisada testificando por el caso Gürtel.

Tampoco está claro qué motivó exactamente la decisión de Alierta de abandonar su postura inicial de alejar a Telefónica de los medios y embarcar a la compañía en 2015 en una participación tan complicada de explicar y cuyo valor se ha deteriorado de forma brutal como fue la compra del 13% de Prisa.

El presidente de la operadora, José María Álvarez-Pallete, tiene un difícil trago por delante. El Gobierno, por un lado, le transmite su negativa a vender. Pero la compañía ha registrado la participación como un activo disponible para su venta. Es una anotación contable, pero ¿qué pasaría si hubiese una oferta seria?

Fuentes del entorno de la operadora confirman que no ha habido ninguna hasta el momento y que, de llegar alguna que no suponga un escándalo de ningún tipo y que aporte valor, están plenamente dispuestos a vender. Más allá de la renuencia del Gobierno, para Telefónica todo son ventajas, pues abandonaría un entorno que no es propicio para sus intereses y que le supone una situación anómala en la que se convierte en juez y parte del sistema mediático cuando su foco está mucho más centrado en la inteligencia cognitiva y en ofrecer soluciones de valor a los clientes.

El riesgo no es para ellos, sino para el propio Alierta, que regresaría al primer plano mediático sin la protección que le ha dado ser el presidente de Telefónica, cuya Fundación aún lidera. Viejos escándalos podrían aflorar, como las retribuciones de la compañía a Rodrigo Rato, que todavía están siendo investigadas por la justicia. Pero nadie que conozca mínimamente la trayectoria de Alierta puede pensar que algo así vaya a detenerle. Hablamos de un hombre que se considera digno de pasar a la posteridad, que ha hecho y deshecho en la economía española, que se ve como un prócer de su tierra y que está dispuesto a subir a la primera división no sólo al Real Zaragoza, sino también al Heraldo.

Actualmente, el valor de la participación de Telefónica en el grupo de medios, al cierre del viernes, tras unos beneficios de 13,2 millones, asciende a unos 32,5 millones. ¿Qué pasaría si Pallete recibe una oferta por una suma muy superior a esta cifra? Si la operadora la recibiese y no la aceptase siendo razonable, estaría jugando con fuego. Teniendo en cuenta su necesidad de reducir la deuda, tendría que aceptarla, dijese lo que dijese el Gobierno. De no hacerlo, al no ser un activo estratégico, prácticamente estaría incurriendo en administración desleal.

En el supuesto de que Telefónica vendiese su 13% quedaría por ver si le acompañarían el Santander (4,2%) y CaixabanK (3,8%) como lo hicieron en el momento de la compra.

Estamos en la tercera fase de la campaña de Alierta para hacerse con Prisa. La primera fue la que implicó la adquisición de una participación representativa por parte de Telefónica. La segunda, hace unos meses, la que pretendió destronar a Cebrián y que se topó con una oportuna llamada del Rey emérito para bloquearla sobre la bocina. ¿Será la tercera la batalla final? ¿Reverdecerá César sus laureles?