Fotograma de la película Piratas del Caribe. Su protagonista, Jack Sparrow, vive pegado a una botella de ron.

Fotograma de la película Piratas del Caribe. Su protagonista, Jack Sparrow, vive pegado a una botella de ron.

Empresas Bebidas espirituosas

La vida pirata no consigue adeptos: ¿por qué cae el consumo de ron en España?

España comercializó 214 millones de litros de bebidas espirituosas en 2016. El ron, sin embargo, está de capa caída.

2 julio, 2017 03:24

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El sector de las bebidas espirituosas está de celebración. Después de duros años de crisis, durante 2016 se comercializaron 214 millones de litros de estas bebidas, un 4% más que el año anterior.

Según los datos recogidos por la federación, es precisamente la hostelería el sector que ha experimentado el mayor crecimiento, un 4,9% respecto a 2015, de forma que se ha consolidado como principal canal de consumo con una cuota del 59%.

No obstante, a pesar de que los españoles encuentran cada vez más momentos para tomar una copa, no todos los tipos de bebidas se están beneficiando igual de este cambio de tendencia. El ron, por ejemplo, cayó el año pasado un 2,3%, siendo el único que, junto al vodka (-0,6%), pierde público. ¿A qué se debe esta caída?

El ron oscuro gusta menos

El ron, el aguardiente destilado que se obtiene del jugo o de la melaza de la caña de azúcar, está de capa caída. Al menos, el oscuro.

Durante el año pasado, este último tipo cayó un 4,4% en ventas. El blanco, en cambio, subió un 8,5%. ¿La razón? Torremocha apunta, primero, al auge de la coctelería, donde el ron que se suele utilizar de base es el blanco.

Otra de las causas pasa por su (poca) adaptación a la crisis económica. "En España se produjo un boom desde la llegada del ron oscuro del Caribe español", dicen desde Febe, que asegura que, a pesar del boom, el sector de las bebidas espirituosas no se ha quedado al margen de los efectos la crisis. Tras ella, "ha visto cómo se han producido cambios en los hábitos de consumo", indican. 

"Probablemente el ron sea la categoría que más lo haya sufrido y a la que ahora le esté costando algo más recuperar niveles precrisis", señala la federación.

No obstante, la tercera causa pasa por la "competición" entre las distintas espirituosas. El consumo per cápita de este tipo de bebidas no está creciendo en España y "si se producen aumentos de otras categorías, seguro que tiene impacto en las ventas del resto de categorías", como puede ser el caso del ron frente a la ginebra, que cada vez se consume más. De hecho, solo durante 2016 su consumo ha aumentado casi un 10%.

De la leve caída del vodka, por otro lado, no se pueden extraer demasiadas causas. ¿Por qué? Su penetración en el mercado español "es pequeña, mucho más si lo comparamos con la penetración en los mercados europeos", apuntan desde Febe. En este sentido, las pequeñas oscilaciones sobre una base pequeña "no es un dato sobre el que se pueda sacar muchas conclusiones".

El turismo, clave

Como ocurre en el mundo de la cerveza, los más de 75 millones de turistas extranjeros que visitaron España el año pasado "han sido los motores" de los buenos resultados del sector de las espirituosas. Una conclusión a la que se llega teniendo en cuenta el consumo por persona de cada español se sitúa en 6,2 litros al año, muy por debajo de la media europea.

De la producción total de bebidas espirituosas en España, el 60% se destinó a consumo nacional y el 40% restante a la exportación. Según los datos ofrecidos por Febe, las exportaciones de bebidas destiladas se incrementaron en un 6% con respecto al 2015, alcanzando los 589 millones de euros. El brandy sigue siendo la categoría más exportada, y por mercados importadores destacan Filipinas, México y EEUU.

3.800 centros de producción en España

Con más de 3.800 centros de producción en toda la geografía española, el 80% del tejido empresarial dedicado a la producción de bebidas espirituosas corresponde a pymes y micropymes, en su mayoría empresas familiares y emprendedoras, concentradas sobre todo en Andalucía, Castilla la Mancha, Cataluña, Comunidad Valenciana y Galicia.

En la elaboración de espirituosos, reseñan desde Febe, se emplean más de 200.000 toneladas de materias primas agrícolas (cereales, frutas, remolacha, caña de azúcar) y 52 millones de litros de vino.