La banca aterriza en Isolux para reestructurar su deuda de 4.500 millones

La banca aterriza en Isolux para reestructurar su deuda de 4.500 millones

Empresas

Isolux quiere más tiempo: se acoge al 'preconcurso' de acreedores

Cuenta con cuatro meses más para negociar con los bancos una inyección de capital de unos 400 millones de euros que garantice su viabilidad.

31 marzo, 2017 13:04

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Isolux Corsán ha acordado este viernes acogerse al 'preconcurso' de acreedores para contar con un margen de cuatro meses más para negociar con los bancos una inyección de capital de unos 400 millones que garantice la viabilidad de la compañía y, en último término, evite su concurso.

La compañía de construcción e ingeniería toma esta decisión después de que no haya podido fructificar la negociación que mantiene desde finales de 2016 con sus tres principales bancos acreedores y accionistas, Santander, Bankia y CaixaBank.

Por ello, el consejo de Isolux ha acordado este viernes "por unanimidad" acogerse al artículo 5 bis de la Ley Concursal, el que da a una empresa un margen de cuatro meses para ultimar un acuerdo que garantice su viabilidad bajo el paraguas de la ley, esto es, sin que un acreedor pueda instar su concurso.

La negativa del Banco Santander a poner más dinero en el grupo de infraestructuras ha sido el factor decisivo en esta activación del preconcurso.

VUELVE A APLAZAR LA FORMULACIÓN DE CUENTAS DE 2016

Asimismo, el máximo órgano de gestión de la compañía ha convenido en volver a aplazar la formulación de sus cuentas de 2016, dada la "importancia" que la negociación sobre la inyección de capital tiene sobre los resultados.

La compañía que preside Nemesio Fernández-Cuesta necesita una aportación de entre 300 y 400 millones de euros para garantizar la liquidez y el funcionamiento de la empresa y, por ende, su viabilidad.

Isolux negocia con la banca este nuevo rescate sin que se haya cumplido un año del primero, el pactado en julio de 2016, con el que reestructuró la deuda de 2.200 millones que soportaba la compañía. En virtud de este rescate, una veintena de bancos, liderados por Santander, Bankia y CaixaBank, se convirtieron en socios de control del grupo, al convertir el grueso del pasivo en acciones.