Alberto Núñez Feijóo, presidente del PP, y Josep Sánchez Llibre, presidente de Foment del Treball.

Alberto Núñez Feijóo, presidente del PP, y Josep Sánchez Llibre, presidente de Foment del Treball. Kike Rincón / Europa Press

Macroeconomía

Foment descarta que Sánchez Libre trate de convencer a Puigdemont de que apoye una moción de censura

El PP contaba con que el 'president' de la patronal catalana usara su influencia para motivar el apoyo de Junts.

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Las claves

Foment del Treball descarta que su presidente, Josep Sánchez Llibre, trate de convencer a Junts para que apoye una moción de censura contra Pedro Sánchez.

El Partido Popular buscaba el apoyo de Junts a través de la influencia de empresarios catalanes, pero Sánchez Llibre no intervendrá para ese objetivo.

Sánchez Llibre sí jugó un papel clave en el rechazo de Junts a la reducción de la jornada laboral, pero considera que una moción de censura no beneficia directamente al empresariado catalán.

La CEOE y el Ministerio de Trabajo mantienen una relación tensa, con la patronal excluida de varias negociaciones importantes, mientras los votos de Junts siguen siendo decisivos en el Congreso.

El Partido Popular está jugando sus cartas para mover apoyos a una eventual moción de censura contra Pedro Sánchez. Pero la baza catalana con la que esperaba contar ha decidido darle la espalda.

Finalmente, Josep Sánchez Llibre, presidente de Foment del Treball, no tratará de persuadir a Junts para que apoye una moción de censura promovida por el PP, según ha podido saber este periódico.

La semana pasada, Alberto Núñez Feijóo, presidente del PP, pedía a los empresarios catalanes que trataran de convencer a la formación liderada por Carles Puigdemont para contar con su apoyo con el objetivo de sacar a Sánchez de Moncloa.

Su objetivo es tratar de convencer a Sánchez Llibre. El presidente de la patronal catalana tiene un importante poder de influencia y persuasión entre los neoconvergentes. Pero no la usará para convencerlos en este caso.

Desde el entorno de Foment trasladan que Sánchez Llibre no hará, ni por asomo, este movimiento. Indican que todos los movimientos de su president están dirigidos a obtener determinados resultados positivos para el tejido socioeconómico catalán y español.

Y, en este sentido, la moción de censura no tendría ningún beneficio directo para los empresarios catalanes. Estas fuentes indican que algo así se mueve, exclusivamente, en los límites de la política.

Así, la moción de censura, insisten, no tiene nada que ver con las maniobras que el expolítico de CIU hizo para bloquear en el Congreso la reducción de la jornada laboral a 37,5 horas semanales.

Fueron necesarias varias visitas de Sánchez Llibre a Waterloo para lograr que Junts se posicionara en contra de esta medida y que presentara una enmienda a la totalidad de la misma.

En Foment admiten que los neoconvergentes tenían sus reservas respecto a esta postura. Pero los movimientos de Sánchez Llibre permitieron romper estas resistencias a favor de los empresarios.

De hecho, el líder de la empresarial catalana se ha acabado convirtiendo en uno de los mejores recursos de futuro de la CEOE, organización de la que también es vicepresidente.

Ahora mismo, la patronal nacional ha roto con el Ministerio de Trabajo y ya ha sido expulsada de al menos dos negociaciones del Diálogo Social: la de la reforma de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales y la de permisos de defunción.

Unos puentes que no se van a reconstruir en las negociaciones para el nuevo salario mínimo interprofesional (SMI) o la reforma del despido. El hacha de guerra está desenterrada. Sin embargo, la mayoría de estas medidas se tendrán que llevar al Congreso, puesto que tendrán que ser aprobadas (como proyecto de ley) o convalidadas (si se tramitan como reales decretos-ley).

Y, en este contexto, contar con los siete votos de Junts es clave para bloquear la promulgación de estas determinadas normas contrarias a los intereses de la CEOE.

Quién se lo iba a decir a Antonio Garamendi, presidente de la patronal, que el que había sido su enemigo hace sólo tres años sería un firme lugarteniente en 2025.

Y todo apunta que también será uno de sus más importantes apoyos de cara a las elecciones que celebrarán en la CEOE en 2026, cuando con casi total seguridad el vasco se presentará a la reelección.