Un joven descansa en un banco.

Un joven descansa en un banco. Efe

Macroeconomía

España es el sexto país de la UE en riesgo de pobreza y el séptimo en desigualdad pese al crecimiento económico

La brecha entre España y la media europea se ha reducido en los últimos años, pero la posición de nuestro país en los rankings casi no ha cambiado.

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Las claves

España es el sexto país de la UE con mayor tasa de población en riesgo de pobreza (19,7%) y el séptimo en desigualdad, según datos de Eurostat de 2024.

A pesar del crecimiento económico y la creación de empleo, España sigue estando por encima de la media europea en pobreza y desigualdad.

La brecha con la media europea en riesgo de pobreza ha menguado, pero España permanece lejos de los países con modelos sociales más igualitarios como República Checa, Bélgica o Dinamarca.

El Gobierno ha incorporado objetivos explícitos de reducción de pobreza y desigualdad en su cuadro macroeconómico hasta 2028, incluyendo nuevos indicadores como el índice Gini y la tasa de riesgo de pobreza.

España ha afianzado este 2024 su posición como una de las economías más dinámicas de Europa, pero un repaso atento a los datos sociales revela que el avance en PIB y empleo no se traduce en una reducción sustancial del riesgo de pobreza ni de la desigualdad.

En ambos indicadores, que el Gobierno ha incorporado por primera vez en el cuadro macroeconómico, España está por encima de la media europea.

Exactamente, y según datos de Eurostat correspondientes a 2024, España es el sexto país de la Unión Europea (UE) con una mayor tasa de población en riesgo de pobreza y el séptimo en desigualdad.

La tasa española de población en riesgo de pobreza –que refleja la proporción de personas cuyos ingresos están por debajo del 60% de la mediana nacional– es del 19,7%.

En 2019, el último año completo antes de la Covid-19, la tasa era del 20,7%. Es decir, se ha reducido un punto porcentual.

La media de la UE se sitúa en el 16,2%, o lo que es lo mismo, 3,5 puntos por debajo de la tasa española. La diferencia en 2019 era de 4,2 puntos. Por tanto, la brecha con la media europea ha menguado en los últimos años, pero no ha desaparecido.

Letonia (21,6%), Lituania (21,5%), Bulgaria (20,6%), Croacia (20,3%) y Estonia (20,2%) se sitúan por delante de España y encabezan el ranking en la Unión.

En el extremo opuesto, República Checa, Bélgica y Dinamarca destacan por mantener este ratio entre el 9,5% y el 11,6%, reflejando modelos sociales más equitativos y con menor exposición al riesgo de exclusión.

España, por su parte, se mantiene junto a Grecia (19,6%) y Rumanía (19%) en la parte alta de la tabla, lejos de los referentes en reducción de pobreza y muy cerca de los países bálticos y del este europeo.

Si se considera la eurozona, España sigue presentando niveles de riesgo de pobreza claramente superiores: la diferencia ronda los 3,1 puntos, consolidando al país en el grupo de mayor vulnerabilidad de Europa occidental.

Eurostat también ofrece datos del índice Gini, el indicador internacional que mide la desigualdad en la distribución de la renta. Su escala va de 0 (máxima igualdad) a 100 (desigualdad total).

La oficina estadística europea sitúa a España en el séptimo puesto europeo, con un índice Gini de 31,2 puntos.

La media de la UE es de 29,4 puntos. Por tanto, la desigualdad española supera a la europea en cerca de 1,8 puntos.

Aunque la evolución registrada en los últimos años en este aspecto también es positiva, España se mantiene entre los países del bloque con una mayor desigualdad.

Bulgaria (38,4%), Lituania (35,3%) y Letonia (34,2%) vuelven a liderar el ranking con los mayores índices de desigualdad, seguidos de Italia (32,2%), Portugal (31,9%) y Grecia (31,8%).

Por el contrario, República Checa (23,7%), Eslovenia (23,8%) y Eslovaquia (21,7%) muestran los Gini más bajos de la UE, señal de un mejor reparto de la renta nacional y una mayor cohesión social.

Nuestro país permanece lejos de los modelos nórdicos y centroeuropeos y, aunque su índice ha bajado desde 2020, apenas ha logrado mejorar su puesto relativo en el contexto comunitario.

¿Por qué España mantiene posiciones altas pese al crecimiento económico?

La paradoja española se explica por la persistencia de problemas estructurales: la elevada desigualdad en el mercado laboral, la precariedad de los hogares con bajos ingresos y la todavía escasa capacidad redistributiva de las políticas fiscales y sociales.

La paradoja española

El fuerte crecimiento del PIB, con tasas superiores al 2,5% y una creación de empleo sostenida –superándose los 22 millones de ocupadosno es suficiente para cerrar la brecha social con Europa.

Por este motivo, el Gobierno ha decidido dar el salto: incluir en el cuadro macroeconómico objetivos explícitos de reducción de pobreza y desigualdad hasta 2028.

Durante su presentación, que tuvo lugar la semana pasada, el Ejecutivo subrayó su compromiso con ambas cuestiones.

“La economía no se medirá solo por el PIB, sino por indicadores de riesgo de pobreza y desigualdad”, afirmó el ministro Carlos Cuerpo, que anunció reformas metodológicas para que los datos macroeconómicos se traduzcan “en el día a día de los hogares”.

El cuadro prevé un crecimiento sostenido del PIB por encima del 2% anual hasta 2028 y plantea reducir la tasa de paro hasta el 9%.

Pero también se marca como objetivo reducir la intensidad y severidad de la pobreza y acercar el índice Gini español a la media de la eurozona, siguiendo la trayectoria de países más igualitarios.​

Entre las novedades está la integración de tres nuevos indicadores micro: el propio índice Gini, el ratio 80/20 (diferencia de ingresos entre el 20% más rico y el 20% más pobre) y la tasa de riesgo de pobreza por debajo del 60% de la mediana.

Por ahora, las cifras demuestran que la pobreza y la desigualdad bajan, pero lentamente, y que España se mantiene entre los peor posicionados de la UE a pesar del crecimiento económico.