Ursula von der Leyen y Donald Trump, durante su última reunión en Nueva York en septiembre

Ursula von der Leyen y Donald Trump, durante su última reunión en Nueva York en septiembre Unión Europea

Macroeconomía

La UE impondrá un arancel del 50% a las importaciones de acero para alinearse con Trump y poner freno a China

Bruselas espera que el presidente de EEUU acepte hacer frente común contra Pekín y rebaje las tasas al acero europeo.

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La Unión Europea impondrá un arancel del 50% a las importaciones de acero con el fin de poner freno a la avalancha de productos siderúrgicos baratos dopados con subvenciones de China, que están asfixiando a la industria comunitaria.

"La República Popular China es la principal responsable de esta situación de exceso de capacidad, que está empeorando. No la única, pero sí la principal responsable", denuncia un alto funcionario europeo.

Bruselas se alinea así con la estrategia comercial de mano dura de Donald Trump, que ya aplica un recargo del 50% al acero (incluido el europeo) desde el pasado mes de mayo.

Con esta maniobra, la Comisión de Ursula von der Leyen espera que el presidente de Estados Unidos acepte hacer frente común con la UE contra Pekín y rebaje a cambio las tasas al acero comunitario.

"Esta medida servirá como base para negociar con EEUU, con el fin de coordinar acciones conjuntas frente a este problema de sobrecapacidad, pero también para revisar la relación bilateral en materia de acero y lograr un trato más favorable que el arancel actual del 50%", afirma el alto funcionario.

La UE ya tiene en vigor medidas de salvaguardia para el sector del acero que se activaron en 2019, durante el primer mandato de Trump. Se trata de una cuota limitada de 30,5 millones de toneladas, que entra libre de aranceles. Una vez superado este tope, se aplica un recargo del 25%.

Sin embargo, el Ejecutivo comunitario alega que estas restricciones -que caducan en junio de 2026- resultan ya insuficientes para proteger a la industria siderúrgica de la UE frente a los "efectos injustos" del exceso de capacidad mundial.

Por eso, la propuesta de Bruselas prevé en primer lugar recortar un 47% la cuota de acero importado libre de aranceles, hasta 18,3 millones de toneladas. Se trata del nivel de importaciones de 2013, cuando empezaron los problemas de sobrecapacidad.

Además, se duplicará el arancel fuera de cuota hasta el 50%. En paralelo, se introduce un nuevo sistema de trazabilidad para identificar el origen del acero.

El nuevo régimen solo contempla excepciones para los países del espacio económico europeo (Noruega, Islandia y Liechtenstein) y para Ucrania.

En estos momentos, los principales proveedores de acero para la UE -y por tanto los más afectados por las nuevas restricciones- son Turquía, India, Corea del Sur, Vietnam, China, Japón, Reino Unido y Ucrania (que se salva).

Bruselas asegura que su propuesta respeta plenamente las normas de la Organización Mundial del Comercio (OMC). En este sentido, el Ejecutivo comunitario tiene previsto entablar conversaciones con los socios afectados para acordar el reparto por países de la cuota libre de aranceles.

"Un sector siderúrgico fuerte y descarbonizado es vital para la competitividad, la seguridad económica y la autonomía estratégica de la Unión Europea", ha dicho Von der Leyen en un comunicado.

"El exceso de capacidad mundial está dañando nuestra industria. Debemos actuar ahora", reclama la presidenta. Su propuesta debe ser aprobada ahora tanto por la Eurocámara como por las capitales, y el objetivo último es que entre en vigor antes de junio de 2026.

Exceso de capacidad

La industria siderúrgica europea es el tercer mayor productor de acero del mundo, emplea directamente a unas 300.000 personas y sostiene aproximadamente 2,5 millones de empleos indirectos, con plantas siderúrgicas en más de 20 Estados miembros, entre ellos España.

Actualmente, la industria siderúrgica de la UE "sufre una presión significativa debido a niveles insostenibles de exceso de capacidad mundial", que supera en más de cinco veces el consumo anual de acero de la UE (actualmente 620 millones de toneladas, con previsión de alcanzar 721 millones en 2027).

Al mismo tiempo, un número creciente de países extracomunitarios están cerrando sus mercados a las importaciones, a menudo mediante la imposición de aranceles "prohibitivos". "Esto crea un gran riesgo de desvío del comercio hacia el mercado de la UE", alega Bruselas.

La industria siderúrgica de la UE es la única del mundo que ha perdido aproximadamente 65 millones de toneladas de capacidad desde 2007.

En 2024, la tasa de utilización de capacidad se situó en el 67% (cuando un nivel saludable ronda el 80%) y se han destruido entre 9.000 y 100.000 empleos desde 2007. El sector registró pérdidas récord el año pasado.