Ilustración sobre la subida de los precios de las viviendas.

Ilustración sobre la subida de los precios de las viviendas. Arte EE.

Macroeconomía

La vivienda devora los salarios: el precio de comprarse una casa crece cuatro veces más que los sueldos en 10 años

Las familias necesitan al menos 7,3 años de salario bruto para adquirir un inmueble.

Más información: El próximo Plan de Vivienda triplicará fondos: 7.000M para crear más vivienda pública y ayudas "urgentes" a los jóvenes

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La subida de la vivienda devora los salarios en España. En los últimos diez años, los sueldos se han incrementado cuatro veces menos que los costes de adquirir una vivienda.

Según los datos de la Encuesta Trimestral de Coste Laboral que elabora el Instituto Nacional de Estadística (INE), los costes salariales –en series corregidas de calendario y desestacionalizadas– se han elevado un 20,1% desde que comenzó 2015.

En el mismo periodo, y teniendo en cuenta el Índice de Precios de Vivienda que también elabora el organismo estadístico, los precios de las viviendas, tanto nueva como usada, se han incrementado de forma mucho más significativa: un 83,3%.

Con la excepción del segundo trimestre de 2020, cuando los salarios cayeron con fuerza debido al parón económico que supuso la irrupción de la Covid-19, los costes salariales se han incrementado, en mayor o menor medida, cada trimestre.

Varios son los factores que explican la mejora salarial en la última década, pero tres son los fundamentales: la recuperación económica tras la crisis financiera, la subida del salario mínimo interprofesional (SMI) y la negociación colectiva.

El aumento del empleo, la mejora de la demanda interna y la normalización de la actividad empresarial registrada tras la Gran Crisis Financiera han permitido que los salarios nominales –es decir, el dinero que recibe un trabajador– crezcan, especialmente desde 2021.

A su vez, la mejora del SMI ha elevado sustancialmente los salarios más bajos y ha reducido la desigualdad salarial para los trabajadores con sueldos mínimos.

Desde 2019 el salario mínimo en España se ha elevado un 31,5%, hasta los 1.184 euros mensuales en 14 pagas.

Por otro lado, los incrementos salariales pactados en convenio colectivo han marcado la evolución de los salarios, permitiendo subidas más aceleradas que las obtenidas fuera de acuerdo laboral. La subida media pactada en 2023 fue del 3,07% y la de 2024 del 4%.

Poder adquisitivo

Con los últimos avances salariales, y según los cálculos de Funcas, los españoles ya habrían recuperado el poder adquisitivo perdido en los últimos años, especialmente en 2022 y 2023, a consecuencia de que las subidas salariales fueron muy inferiores a las alzas de la inflación.

A pesar de ello, Raymond Torres, director de Coyuntura de Funcas, advierte de que el salario real no ha aumentado igual para todo el mundo. Dos son las razones: el incremento de los precios de los alimentos –que pesa más en las “canastas de consumo” de las rentas más bajas– y la subida de los precios de la vivienda y el alquiler.

“Los salarios han subido mucho menos que la vivienda”, subraya Torres, “y todavía menos si se compara con los alquileres, particularmente con los nuevos”.

Según los datos más recientes de Fotocasa, que comprenden el periodo entre 2014 y 2024, el precio medio del alquiler en España ha subido un 78%.

Alquilar una vivienda de 80 metros cuadrados supone en la actualidad una media de 984 euros al mes, frente a los 553 euros al mes que costaba de media en 2014.

Torres cree que en esa divergencia entre salarios y vivienda reside “explica la brecha entre la percepción ciudadana de la economía y las variables macroeconómicas”.

La vivienda, por las nubes

En los últimos años, tras el estallido de la burbuja inmobiliaria, los precios de la vivienda han crecido desmesuradamente. De hecho, el coste de la vivienda libre acumula 45 trimestres consecutivos de alzas interanuales.

La subida registrada en el segundo trimestre de 2025 fue del 12,7%. Se trata de su mayor alza interanual desde el inicio de la serie histórica del INE, que arranca en el primer trimestre de 2007.

Entre abril y junio el repunte de la vivienda nueva fue del 12,1%, mientras que el de la vivienda usada llegó al 12,8%.

Este encarecimiento responde, principalmente, a la escasez de oferta y, especialmente, a la escasez de oferta de vivienda asequible. “Falta sobre todo vivienda en el segmento social o asequible, un hándicap específico de España”, subraya Torres.

A una oferta insuficiente se suman otras cuestiones que, aunque de menor importancia, también han podido influir en la evolución de los precios, como el auge del alquiler vacacional y la compra de vivienda en España por parte de no residentes.

En un reciente estudio sobre la evolución salarial y los precios de la vivienda, los expertos de InfoJobs y Fotocasa advierten de que “el acceso a la vivienda se ha deteriorado significativamente en los últimos años debido a la fuerte desconexión entre la evolución del precio de la vivienda y la de los salarios”.

Se trata de “un problema estructural que afecta directamente a la capacidad de compra de los ciudadanos, especialmente a los jóvenes y las familias con rentas medias y bajas”.

La fiebre por comprar una vivienda, frente a la escasez de oferta, genera “una situación muy difícil de revertir, por lo que la accesibilidad a la vivienda seguirá dificultándose y acentuando las desigualdades sociales”.

Esfuerzo de los hogares

En este boom de demanda y de subida de precios, el esfuerzo de los hogares para la compra de vivienda se situó en el primer trimestre del año el 33,5%.

La relación entre el precio medio de la vivienda y la renta bruta anual del hogar ha retrocedido 1,5 puntos porcentuales respecto a los tres primeros meses de 2024, según datos publicados por el Banco de España.

Sin embargo, todavía está por encima del 30% recomendado por los expertos.

Las últimas cifras actualizadas por el organismo que dirige José Luis Escrivá sobre el mercado de la vivienda reflejan que las familias necesitan al menos 7,3 años de salario bruto para adquirir un inmueble.

La cifra es superior a la del primer trimestre de 2024, aunque se mantiene por debajo del máximo histórico alcanzado en el tercer trimestre de 2007. En pleno furor inmobiliario, en septiembre de ese año, se necesitaban casi 9,5 años.

A pesar de que la situación actual es mejor que la que se vivía en la antesala de la crisis inmobiliaria, los 7,3 años actuales son el doble que hace tres décadas. En septiembre de 1995, una familia dedicaba 3,7 años de su renta a financiar su casa.

Si en lugar de dedicar el 100% del salario se dedica el 40% de salario neto, una persona trabajadora necesita más de 52 años para comprar una vivienda media, según los cálculos de UGT.

El esfuerzo que tienen que hacer las familias para pagar el alquiler es similar. Tomando como referencia los cálculos de Idealista, que se aluden a una vivienda con una renta próxima de 1.200 euros mensuales, los hogares deben destinar el 48,5% de su salario a sufragar el alquiler.