El propio Sánchez, en declaraciones a la prensa, afirmó que la agencia tributaria catalana"es algo que está en el Estatuto de Autonomía" de Cataluña y "que está por desarrollar". "Cuestión distinta es cómo se materializa", añadió.

"El fraccionamiento de la Agencia Tributaria (AEAT) supondría un paso atrás de gigante en su función principal de aplicar el sistema tributario y la conculcación de los principios tributarios fundamentales sobre los cuales se asienta el actual sistema tributario español", apuntan desde la Asociación de Inspectores de Hacienda del Estado (IHE). 

Los inspectores se refieren "fundamentalmente a la generalidad, la capacidad económica, la igualdad, la justicia y la eficiencia tributarias".  

Por otra parte, "la necesidad de un sistema de caja única también se vería afectada. La gestión y el control de las retenciones y pagos fraccionados se deberían llevar a cabo por la AEAT, con independencia del porcentaje de cesión de la recaudación que se ceda a cada comunidad autónoma".

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Además, la agencia catalana conllevaría "un gran riesgo en la gestión de las retenciones, que deben de realizarse de forma integrada por la AEAT, así como para el sistema de control de las actividades económicas".

Todo esto ya fue avisado por los inspectores durante su último Congreso Anual, y aseguran que mantienen estos argumentos. En ellos también alertan de que "resultaría afectado el sistema de información tributaria, que ha de ser único para todo el territorio a fin de garantizar su aplicación, ya que la lucha contra el fraude fiscal se fundamenta en disponer de un sistema de información tributaria unificado lo más amplio posible, que permita analizar los riesgos fiscales en los que incurre un contribuyente y su ámbito de intereses".

Julio Ransés, inspector de Hacienda del Estado y expresidente de la (IHE), ahonda en estos argumentos. Considera que crear la Hacienda catalana sería "muy perjudicial y no sería nada eficiente desde el punto de vista del control". 

"Impuestos como el IVA serían muy complejos de gestionar y se generarían problemas de manejo y de comprobación", añade. "Es una sinrazón. Fraccionar nuestro sistema no tiene sentido".

Encaje

"Se establecería una cesión de competencias de tributos estatales. Pero tengo dudas de que esta cesión tenga encaje normativo y constitucional", apunta, 

En cualquier caso, Ransés recuerda que contar con hacienda propia sólo permitiría a Cataluña gestionar estas competencias, no quedarse con la recaudación estatal que se logra a través de ellas. "Lo que se pretende, en todo caso, es consolidar la gestión administrativa de la res pública catalana y profundizar en el autogobierno en todos los ámbitos".

De hecho, la cesión de tributos estatales a las comunidades autónomas sólo se podría gestar modificando la Ley de Financiación Autonómica, explica. 

En este sentido, cabe recordar que Junts reclamó al PSOE en el acuerdo para investir a Sánchez que todos los impuestos recaudados en Cataluña se queden en la región. Por lo pronto, esta puerta no se ha tocado. La que se ha abierto es la de una hacienda catalana. Y la de una mejora de la financiación, claro. 

"Dentro de la Constitución, podremos hablar de muchas cosas", señaló el propio Sánchez. "Sin duda alguna de reforzar la financiación autonómica en Cataluña, de reforzar el autogobierno en Cataluña y hablar de todas aquellas cosas que definen a la sociedad catalana, por ejemplo, en el ámbito de la lengua", apuntó.