La vicepresidenta primera, Nadia Calviño, a su llegada a la reunión del Ecofin este jueves en Bruselas

La vicepresidenta primera, Nadia Calviño, a su llegada a la reunión del Ecofin este jueves en Bruselas Reuters

Macroeconomía

El Ecofin acaricia un acuerdo sobre las reglas de disciplina fiscal tras ceder Calviño a las exigencias de Berlín

El grado de ajuste que debe exigirse a los países con déficit excesivo como España, último escollo para un pacto que podría cerrarse este viernes.

7 diciembre, 2023 17:38
Bruselas

"Va a ser una noche larga. Nuestro objetivo es una cena de trabajo sin hora de finalización. Dedicaremos el tiempo que haga falta para lograr ese acuerdo", ha anunciado la vicepresidenta primera Nadia Calviño. Tras dos años de debates enconados, los ministros de Economía de la Unión Europea acarician un acuerdo final sobre las nuevas reglas de disciplina fiscal, que podría cerrarse este mismo viernes.

El pacto ha sido posible después de que Calviño, en su papel de presidenta de turno del Ecofin, haya cedido las exigencias que había planteado desde el principio Alemania. La propuesta de compromiso planteada por la vicepresidenta al resto de socios endurece considerablemente el plan original de la Comisión de Ursula von der Leyen (con el apoyo de España, Francia e Italia). 

El ministro alemán de Finanzas, Christian Lindner, que empezó la negociación prácticamente aislado en su negativa a flexibilizar el Pacto de Estabilidad (porque Países Bajos alcanzó un pacto con España), al final ha logrado imponer prácticamente todas sus tesis al resto de socios. A su llegada a la reunión en Bruselas, Lindner ha asegurado que París y Berlín -que inciaron el debate en posiciones antagónicas- están de acuerdo en el 90% de la reforma. Italia es ahora mismo el país más escéptico con las propuestas de Calviño.

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En todo caso, el último gran escollo pendiente de resolver es el grado de esfuerzo que debe exigirse a los países con déficit superior al umbral del 3% que marca el Pacto, como España, Italia o Francia. La reforma prevé para estos casos un ajuste estructural del 0,5% del PIB al año, pero los países del sur todavía presionan para relajar esta exigencia de consolidación fiscal.

El ministro francés de Finanzas, Bruno Le Maire, ha reclamado introducir un "margen de flexibilidad" (equivalente al 0,2% del PIB) para que los países que inviertan en las prioridades europeas y hagan reformas (por ejemplo en pensiones) "puedan tener un ajuste más limitado".

El ministro de Finanzas alemán, Christian Lindner, es el gran ganador del debate sobre las reglas fiscales

El ministro de Finanzas alemán, Christian Lindner, es el gran ganador del debate sobre las reglas fiscales Unión Europea

"No queremos que a los países sujetos a un procedimiento por déficit excesivo se les impida invertir. Sería contraproducente, sería un error económico y político", argumenta Le Maire, que sostiene que la UE no puede permitirse perder terreno frente a Estados Unidos, China o India.

Pero Alemania y los frugales se oponen a relajar este objetivo numérico. "Necesitamos más ambición para combatir los déficits excesivos", ha defendido Lindner. "No soy tan optimista (sobre las posibilidades de acuerdo) porque hay muchas cuestiones abiertas, tanto políticas como técnicas. Pero haremos lo que podamos", ha señalado la ministra de Finanzas de Finlandia, Riika Purra.

Por su parte, Calviño ha negado que su propuesta suponga una capitulación a las exigencias de Alemania. "No comparto en absoluto los comentarios que dan a entender que está más orientada a una posición u otra. La propuesta de la presidencia es una propuesta equilibrada", asegura la vicepresidenta primera.

A su juicio, la presidencia española ha preservado los "elementos esenciales" de la propuesta original de la Comisión: planes de ajuste basados en las características específicas de cada país y una simplificación de las reglas porque el único indicador de seguimiento será la senda de gasto.

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"El sistema incorporará sobre esta base un conjunto de salvaguardas que permitirán asegurar que lleva a una reducción sostenida de la deuda pública en el conjunto de los países, de manera compatible con el necesario espacio fiscal para impulsar las inversiones en los ámbitos prioritarios a nivel europeo", ha alegado Calviño.

Lo cierto es que la propuesta de compromiso española incorpora todos los objetivos numéricos comunes que había reclamado desde el principio Alemania y que tanto la Comisión como el resto de socios rechazaban por considerar que no son realistas y asfixiarán el crecimiento.

Los ministros de Economía de la UE, durante la reunión de este lunes en Bruselas

Los ministros de Economía de la UE, durante la reunión de este lunes en Bruselas Unión Europea

Además del ajuste estructural del 0,5% en caso de déficit excesivo, los países con un nivel de deuda superior al 90% (como España), deberán recortarla a un ritmo anual de al menos el 1%. Al mismo tiempo, los Estados miembros que no estén sujetos a un expediente sancionador por déficit excesivo deberán dejar un "margen de resiliencia común" de 1,5 puntos. Eso significa que el 1,5% se convierte de facto en el nuevo límite de déficit en la UE.

Pese a estos cambios, el vicepresidente económico de la Comisión, Valdis Dombrovskis, considera que se respeta el "espíritu" de la propuesta original de Bruselas. "En cualquier caso, las nuevas reglas proporcionan más flexibilidad a los Estados miembros para determinar sus sendas de ajuste fiscal -y desde ese punto de vista son menos exigentes (que las actuales)- y al mismo tiempo garantizan la reducción de la deuda", ha alegado.

Mucho más escéptico se muestra el comisario de Asuntos Económicos, el italiano Paolo Gentiloni, que ha defendido las bondades de la propuesta original del Ejecutivo comunitario. "Está claro que necesitamos estabilidad y salvaguardas para garantizar que se produzca una reducción de la deuda, pero al mismo tiempo necesitamos margen para las inversiones y el crecimiento", ha explicado.