Mario Dragui, primer ministro de Italia, durante una sesión en el Senado transalpino.

Mario Dragui, primer ministro de Italia, durante una sesión en el Senado transalpino. Riccardo Antimiani / Europa Press

Macroeconomía

La 'dimisión' de Draghi desata la incertidumbre en la UE y eleva un 7% la prima de riesgo española en un día

La caída de Draghi complicaría la tarea del BCE a la hora de crear un nuevo instrumento para controlar las primas de riesgo.

15 julio, 2022 03:06
Juan Sanhermelando Laura Piedehierro

Noticias relacionadas

"En este momento de aguas turbulentas, con la guerra, la alta inflación, los riesgos energéticos, las tensiones geopolíticas, la estabilidad es un valor en sí mismo. Y creo que ahora es un momento de cohesión y no de provocar inestabilidad. Así que estamos siguiendo la situación en Italia con la distancia necesaria desde el punto de vista oficial. Desde el punto de vista personal, la sigo con estupor preocupado".

Así ha definido la enésima crisis política en Italia el comisario de Asuntos Económicos, Paolo Gentiloni. El ex primer ministro italiano hacía estas declaraciones el jueves por la mañana, cuando el Movimiento 5 Estrellas ya había anunciado que dejaba de apoyar al Gobierno, pero todavía no se había producido la dimisión de Mario Draghi, que ha sido rechazada por el presidente Sergio Mattarella.

El expresidente del Banco Central Europeo (BCE), al que se le atribuye la salvación del euro en 2012, goza de un prestigio y credibilidad sin límites en Bruselas, incluso entre los países del 'club de los frugales' que nunca se han fiado de Italia. Su salida pondría en duda la puesta en marcha de las reformas a las que Roma se había comprometido a cambio de los 190.000 millones de euros del fondo Next Generation. Italia es el principal beneficiario del plan de recuperación, por delante de España.

Primas de riesgo

La marcha de Draghi complicaría además la tarea del BCE a la hora de crear un nuevo instrumento antifragmentación para controlar las primas de riesgo de los países más endeudados, como Italia o España. Una herramienta que tendrá algún tipo de condicionalidad, que ahora Roma no podría cumplir si se queda sin Gobierno.

De hecho, la crisis política en Italia ha provocado un fuerte aumento de las primas de riesgo de los países de la periferia europea.

[Las primas de riesgo se disparan y el euro pierde la paridad con el dólar por la crisis de gobierno en Italia]

A cierre de la sesión bursátil del jueves, la prima de riesgo de Italia se disparó hasta los 227,1 puntos básicos. Sumó 17,8 enteros en unas pocas horas. La rentabilidad del bono italiano a 10 años, por su parte, alcanzó el 3,44%.

La prima de riesgo de España llegó a superar los 119 puntos básicos -casi 8 más que al término de la jornada anterior-, mientras que el interés exigido a la deuda nacional a largo plazo aumentó al 2,34%. El movimiento fue similar en el resto de países periféricos.

La difícil situación política en la que se encuentra Italia también se notó en los mercados de renta variable del Viejo Continente. La bolsa más damnificada fue la de Milán, que retrocedió un 3,44%, hasta situarse en los 20.554,33 puntos, mínimos desde noviembre de 2020.

El euro también sufrió el impacto de la 'dimisión' de Draghi. La divisa comunitaria perdió la paridad frente al dólar -aunque luego la recuperó- por segunda sesión consecutiva. La moneda del bloque "es la señal más importante de confianza en la región", apunta el economista Javier Santacruz.

'Antifragmentación'

Ahora, el mercado espera que, cuanto menos, Lagarde dé más detalles sobre el funcionamiento o la dotación de esa herramienta para mantener a raya los costes de financiación de los países más endeudados. "Si lo de Italia llega a más, el BCE se va a ver obligado a comprar más deuda italiana y a no restringir la política monetaria", subraya el mismo experto.

En ese caso, advierte, "la subida de los tipos será menos efectiva y, por lo tanto, el euro perderá valor". Santacruz también señala que si, finalmente, Draghi no vuelve a formar Gobierno, las primas de riesgos alcanzarían niveles superiores.

Su opinión coincide con la de Alberto Roldán, director de inversiones de Metagestión, quien señala que la rentabilidad del bono italiano a 10 años podría volver al 4% y que la del español podría situarse en el 3%. 

Ambos niveles fueron los que provocaron que el BCE tuviera que anunciar su instrumento antifragmentación. "Los inversores no van a tener piedad y van a atacar a los países más débiles. Vamos a ver, sin ningún tipo de duda, a la deuda española muy presionada", afirma.

Incertidumbre

Nada más conocerse la dimisión del expresidente del BCE, el portavoz del Ejecutivo comunitario, Eric Mamer, ha dicho que "la Comisión nunca comenta la situación política de los Estados miembros. La presidenta Von der Leyen ha enfatizado repetidamente la estrecha y constructiva cooperación con el primer ministro Mario Draghi. Espera seguir cooperando con las autoridades italianas en todas las políticas y prioridades de la UE".

El escenario de pesadilla para Bruselas sería una convocatoria electoral anticipada en Italia que lleve al poder a la derecha radical y a los antisistemas, como ocurrió en 2018 con la coalición entre el Movimiento 5 Estrellas y La Liga de Matteo Salvini. Ese año, la Comisión Europea tumbó el presupuesto de Italia porque incumplía las reglas de la UE. Un gesto sin precedentes de choque con uno de los países fundadores de la Unión.

[Sergio Mattarella no acepta la dimisión de Draghi y le manda al Parlamento]

Ahora la principal preocupación es que Gobierne la ultraderechista Giorgia Meloni, que lidera todas las encuestas y que no forma parte del Gobierno de unidad nacional de Draghi. Su partido, Fratelli d'Italia, forma parte del grupo euroescéptico Conservadores y Reformistas Europeos en el Parlamento Europeo, al que también está adscrito Vox.

El rechazo del presupuesto en Italia en 2018 apenas tuvo consecuencias por la relativa estabilidad económica en la UE. Ahora, un choque de estas características tendría un impacto imposible de predecir, en plena crisis por la guerra en Ucrania, la subida de la energía y el descontrol de precios. Una crisis que afecta de forma particular a Italia.

De hecho, Bruselas prevé que la economía italiana sea la que menos crezca de la eurozona en 2023, apenas un 0,9% (frente al 1,4% de media). "La pérdida del poder adquisitivo de los hogares, la decreciente confianza de empresas y consumidores, los persistentes problemas de suministro y el aumento de los costes de financiación ensombrecen las perspectivas económicas", señala la Comisión en sus previsiones de verano.

"Los riesgos a las perspectivas de crecimiento se inclinan a la baja, en participar por las posibles interrupciones de gas natural, debido a que Italia sigue siendo muy dependiente de las entregas de Rusia pese a los recientes esfuerzos de diversificación", avisa el Ejecutivo comunitario.

El gran miedo en Bruselas es que caída del Gobierno italiano desencadene una nueva crisis de deuda en la eurozona, arrastre a otros países altamente endeudados como España, Grecia o Portugal y amenace incluso la supervivencia de la moneda única como ocurrió en 2012.