Los candidatos Olaf Scholz (SPD), Annalena Baerbokc (Verdes) y Armin Laschet (CDU), durante el último debate electoral

Los candidatos Olaf Scholz (SPD), Annalena Baerbokc (Verdes) y Armin Laschet (CDU), durante el último debate electoral Reuters

Macroeconomía

España y la UE ante las elecciones alemanas: se juegan tener más inversión o una vuelta a la austeridad

Sólo una improbable coalición entre socialdemócratas, verdes y la izquierda radical supondría un vuelco en la política de disciplina fiscal de Berlín.

23 septiembre, 2021 02:47
Bruselas

Noticias relacionadas

¿Cuándo tendrá que empezar el Gobierno de Pedro Sánchez a retirar las ayudas públicas por la Covid-19 y volver a la disciplina fiscal? ¿A qué ritmo deberá reducir el déficit y la deuda, que se han disparado a niveles sin precedentes? ¿Impondrá Bruselas ajustes brutales como en la anterior crisis o permitirá recortes graduales que no asfixien la inversión? ¿Podrá contar España en el futuro con ayuda anticrisis de la Unión Europea o son las subvenciones multimillonarias de Next Generation un gesto extraordinario que no se va a repetir?

La respuesta a todas estas preguntas depende en buena medida del resultado de las elecciones que se celebran en Alemania el próximo domingo 26 de septiembre. Durante los 16 años de Angela Merkel, Berlín ha ejercido de líder reticente de la eurozona, fijando el rumbo para sortear las sucesivas tempestades.

Durante la crisis de deuda de 2010, la canciller impuso políticas de austeridad a España y los países del sur. Tras el estallido de la pandemia, Merkel ha cambiado el paso al permitir la suspensión del Pacto de Estabilidad y aprobar por primera vez la emisión de eurobonos para pagar Next Generation.

Lo que está en juego en las elecciones alemanas del próximo domingo es la estrategia de salida de la crisis de la Covid. Tras la tregua forzada por la pandemia, con el inicio de la recuperación económica los países del Norte y del Sur de la UE han reanudado las hostilidades a cuenta de la reforma del Pacto de Estabilidad.

Mientras que España, Francia, Italia o Portugal -que lideran el ranking de endeudamiento- piden relajar las reglas de déficit y deuda, Austria, Países Bajos, Suecia o Dinamarca reclaman volver a los ajustes cuanto antes. Los países del Sur apuestan además por convertir Next Generation en un fondo anticrisis permanente, algo que es un anatema para los 'frugales'.

La canciller Angela Merkel ha marcado la política europea de los últimos 18 años

La canciller Angela Merkel ha marcado la política europea de los últimos 18 años UE

Sin embargo, será el nuevo Gobierno de Berlín el que decante la balanza en una u otra dirección. Al fin y al cabo, Alemania continúa siendo la principal economía de la eurozona y uno de los países con una posición presupuestaria más desahogada pese a las ingentes cantidades de ayudas públicas concedidas durante la crisis. Con Merkel fuera de la ecuación y un panorama más fragmentado que nunca, la política económica de la UE entra en territorio desconocido.

Además, la posición de Berlín no dependerá únicamente del ganador del domingo sino del tipo de coalición que se forme. Eso significa que el resultado más probable es un Gobierno alemán continuista con la última etapa más flexible de Merkel. Las encuestas apuntan a que se necesitarán hasta tres partidos, lo que facilita que las posiciones más extremas (por ejemplo, entre Verdes y liberales) se anulen entre sí.

Sólo una improbable alianza entre los socialdemócratas del SPD, los Verdes y la izquierda radical de Die Linke supondría un cambio radical en la política de disciplina fiscal de Alemania. 

OLAF SCHOLZ (63 AÑOS), SPD. El candidato socialdemócrata, el favorito para ganar las elecciones del domingo según todas las encuestas, se presenta como el heredero natural de Merkel. De hecho, ha sido su vicecanciller y ministro de Finanzas durante las negociaciones clave para crear el fondo Next Generation de 750.000 millones de euros.

Una iniciativa que él mismo definió como "momento hamiltoniano", es decir, fundacional de un Tesoro Común Europeo. El programa electoral del SPD habla además de reformar el Pacto de Estabilidad para hacerlo "más sostenible".

El candidato del SPD, Olaf Scholz

El candidato del SPD, Olaf Scholz Reuters

Sin embargo, en sus últimas declaraciones públicas Scholz se ha replegado hacia la retórica de disciplina fiscal de la actual canciller. En una entrevista con el diario Financial Times, el candidato socialdemócrata anuncia que se opondrá a cualquier relajación del Pacto de Estabilidad.

"Mi opinión es simple: una moneda común necesita reglas comunes y nuestras reglas han demostrado proporcionar la flexibilidad necesaria", alega. Su entusiasmo por Next Generation también se ha enfriado. "Este no es un debate que estamos teniendo en este momento. Como político pragmático, me concentro en la tarea inmediata que tengo entre manos", responde cuando se le pregunta si se convertirá en un fondo anticrisis permanente.

ARMIN LASCHET (60 AÑOS), CDU: El programa electoral de la CDU en 2021 y la visión política de Laschet, al que todos los sondeos dan por derrotado, se corresponden con la posición de la antigua Merkel, la canciller inflexible de la crisis del euro de 2010.

Los democristianos piden volver a aplicar cuanto antes el Pacto de Estabilidad, que exige reducir el déficit por debajo del 3% del PIB y la deuda por debajo del 60%. Cualquier posible reforma no debe ser para relajarlo sino para todo lo contrario: endurecerlo. 

Angela Merkel y Armin Laschet, en campaña electoral

Angela Merkel y Armin Laschet, en campaña electoral Reuters

La CDU rechaza además categóricamente convertir el fondo Next Generation en un presupuesto permanente para la eurozona. "Se trata expresamente de una respuesta a la pandemia, una situación única", ha dicho Laschet al FT. Bruselas no debe seguir emitiendo eurobonos una vez pase la crisis del coronoavirus.

"Según las reglas de Maastricht, cada país es responsable de sus propias deudas. La idea básica es evitar una situación en la que un país sea responsable de las deudas de otro... y este principio todavía se aplica", sostiene.

ANNALENA BAERBOCK (40 AÑOS), VERDES: Aunque ha caído en las encuestas de favorita para canciller a la tercera posición, Baerbock entrará casi con toda seguridad en el futuro Gobierno alemán. La mayoría de combinaciones de coalición exigen la participación de los Verdes, cuyo programa es (entre las fuerzas mayoritarias) el que más se aleja del consenso alemán en materia de política económica

La candidata de los Verdes, Annalena Baerbock

La candidata de los Verdes, Annalena Baerbock Reuters

El partido de Baerbock defiende relajar las reglas de déficit y deuda de la UE y convertir Next Generation en un instrumento permanente de inversión a escala europea con el fin de impulsar la doble transición digital y sobre todo climática. "La principal lección de la crisis del euro fue que la austeridad puede acabar asfixiando una economía", ha explicado la candidata. Es decir, propugna una ruptura total con las políticas de la canciller saliente.

CHRISTIAN LINDNER (42 AÑOS), FDP: En materia de política económica europea, los liberales alemanes son mucho más duros que Merkel y se sitúan en la misma línea que los frugales nórdicos abanderados de la austeridad.

El programa electoral del partido sostiene que las reglas que limitan el déficit y la deuda pública constituyen "la base de la política fiscal europea". Por eso, el FDP exige reformar el Pacto de Estabilidad con el fin de endurecer las sanciones contra los incumplidores (como las que España estuvo a punto de sufrir en 2016).

El candidato liberal, Christian Lindner

El candidato liberal, Christian Lindner Reuters

“En los últimos años, los criterios de Maastricht han demostrado ser apropiados y suficientemente flexibles. Por esa razón, la eurozona debería trabajar para restablecerlos, y pronto", ha dicho Lindner al Financial Times. El dirigente liberal se opone además a ampliar la vigencia de Next Generation.

A su juicio, la prioridad debe ser "reducir las divergencias económicas" entre los Estados miembros. "Pero la manera de lograrlo no es a través de transferencias, sino mejorando las condiciones de inversión en el sector privado", sostiene.

DIE LINKE: Todos los partidos alemanes han descartado pactar con Alternativa por Alemania, por lo que la derecha radical no tendrá ninguna influencia en el Gobierno. En contraste, ni Scholz ni Baerbock han cerrado la puerta a una coalición rojo-rojo-verde con la izquierda radical, que sí supondría un viraje importante en la política económica alemana y de la UE. De hecho, Die Linke propone reformar el Pacto de Estabilidad para alejarlo "de las políticas neoliberales".

"La UE necesita una ofensiva de inversión sin freno de mano", sostiene su programa. Además, la izquierda radical aboga por aumentar el presupuesto comunitario mediante la emisión de eurobonos, hasta alcanzar cifras de entre 1 y 2 billones de euros. Sin embargo, la mayoría de analistas considera improbable una coalición de izquierdas por las propuestas de Die Linke de disolver la OTAN y estrechar lazos con Rusia, que rechazan socialdemócratas y Verdes.