Yolanda Díaz, vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, tiene muy claro que uno de sus objetivos para la presente legislatura es el de llegar a un modelo de relaciones laborales "que mejore la productividad". Otro será "la ampliación de los derechos laborales".

Respecto a la productividad, conviene recordar que España está seis puntos por debajo de la media europea. "Somos claros. La propuesta pragmática que hemos hecho tiene que ver con el diseño de las políticas públicas", ha afirmado durante el acto en el que se ha firmado la subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) para 2024.

"Vamos a reducir la jornada que lleva congelada 40 años en el país", ha añadido. Eso sí, una reducción que no va a suponer una merma en la capacidad adquisitiva de los trabajadores porque se hará "sin bajar el salario".

¿Cuáles son las claves de la reforma de Díaz?

De momento, y como ya se ha indicado, la ministra de Trabajo ha llegado a un acuerdo con los sindicatos para elevar el SMI un 5% hasta los 1.134 euros mensuales. Por tanto, la nómina quedará este 2024 en 1.134 euros brutos en 14 pagas. En caso de estar prorrateadas las pagas extras, los trabajadores perceptores del SMI recibirán 1.323 euros mensuales en 12 pagas.

El siguiente paso, y tras el intento fallido de Díaz de reformar el subsidio de desempleo por el voto negativo de Podemos, sus pasos se encaminan ahora a la reducción de la jornada laboral.

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Así, y según el pacto alcanzado entre PSOE y Sumar para conformar el segundo Gobierno de coalición, la jornada laboral se acabará reduciendo en los dos próximos años. En concreto, en 2024, se bajaría de las 40 horas actuales hasta 38,5 horas; en 2025, se acortaría otra hora más, hasta las 37,5 horas.

En la presentación de dicho pacto, Yolanda Díaz puso el foco en el hecho de que dicha reducción, sin merma en el salario, se haría "para ganar tiempo para la vida". ¿Y qué pasará después de 2025? El acuerdo entre ambas formaciones contempla abrir una mesa de diálogo social en la que se tendrán en cuenta las características de los distintos sectores, la evolución de la productividad y otras circunstancias económicas.

Un grupo de trabajadores en una fábrica. @pixaflow / Freepik

Con todos estos elementos en la coctelera, se podría plantear llegar a un nuevo umbral de horas. El mismo estaría entre las 35 o 32 horas de trabajo semanales. ¿Y cuántos trabajadores se van a beneficiar? Unos 12 millones, según el Ministerio de Trabajo.

De momento, sí se ha puesto fecha a una mesa de diálogo social con patronal y sindicatos. Será el próximo 25 de enero para abordar la reducción de la jornada en 2024 y 2025.

¿Qué otras novedades plantea Díaz?

En dicha mesa, además de la reducción de la jornada laboral, también se tratará el registro de control de jornada para mejorar su funcionamiento. En este caso, de llegarse a un acuerdo, será necesario llevar a cabo un cambio legislativo.

En este punto, conviene echar la vista atrás: el registro del control horario es obligatorio para las empresas desde 2019. Pero hay puntos que no convencen a trabajo, por lo que se avecinan cambios.

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En el acuerdo entre PSOE y Sumar también se comprometieron a impulsar la firma de un gran pacto de rentas por la estabilidad de precios; la regulación del despido para ajustarse más a la Carta Social Europea; la implementación de un plan de choque contra el desempleo juvenil (que incluiría el Estatuto del Becario); y un plan de choque para hacer frente al paro de larga duración, sobre todo para personas mayores de 45 años.