Cerdos en un matadero.

Cerdos en un matadero. Europa Press.

Economía

La peste porcina dispara el temor a que suba la carne 'refugio' del súper mientras 20 países cierran sus mercados

La enfermedad reaparece tres décadas después en un contexto retador por la convivencia de gripe aviar, que ha encarecido los huevos, y la lengua azul.

Más información: La peste porcina africana obliga a bloquear "un tercio" de los certificados de exportación de carne de cerdo de España

Publicada

Las claves

La peste porcina africana ha provocado el cierre de mercados en 20 países para la carne española, aunque China sigue comprando excepto la de Barcelona, donde surgió el brote.

La enfermedad, que no afecta al consumo humano, genera preocupación económica por el riesgo de caída de exportaciones y posibles subidas de precios si disminuye la producción.

Hasta ahora los brotes se han detectado solo en jabalíes, pero los ganaderos temen que la enfermedad llegue a los cerdos y obligue a sacrificar granjas enteras.

Se han desplegado 117 militares de la UME en Cataluña para labores de descontaminación y vigilancia, mientras el sector refuerza las medidas de bioseguridad.

Tal vez éste sea el otoño más complicado que recuerden los ganaderos españoles. Primero fue la lengua azul, que pone en jaque el cordero de Navidad; después la gripe aviar, que empuja al alza la docena de huevos (ya por encima de los 3 euros), y ahora llega la peste porcina africana, a la que una veintena de países ha cerrado sus mercados.

La enfermedad, que no se veía en España desde hace treinta años, no tiene riesgo para el consumo humano; el peligro es eminentemente económico, con el foco puesto en las primeras vertiginosas 72 horas tras la confirmación de los primeros casos en las exportaciones de esta carne, que rondan los 9.000 millones de euros anuales.

Países como México, Japón o Reino Unido han vetado la compra de esta carne. El 'desastre' por ahora se salva gracias a China, país al que va el 42% del porcino español que se vende a terceros países y que ha decidido continuar con las compras de carne de todo el territorio español, salvo la criada en la provincia de Barcelona por ser ahí donde se detectó el brote.

Pero no solo se actúa con rapidez para tratar de proteger el comercio exterior, inquieto tras el bloqueo de un centenar de certificados de exportación. Por el retrovisor asoma otro temor que suele acompañar a las dolencias animales de rápida propagación y alta mortalidad, como es el caso: que se reduzca bruscamente la producción y ello provoque fuertes subidas de precio.

Habrá que esperar para ver el impacto. Por ahora los brotes se han dado en jabalíes y la producción no está afectada, pero ojo a la oferta y demanda porque –lo admite ya el ministro de Agricultura, Luis Planas– ésta tiene un papel que jugar si, en previsión de que haya problemas, se acometen mayores compras.

Es algo visto ya con la gripe aviar, por ejemplo, que ha obligado a sacrificar a 2,5 millones de gallinas, lo que a su vez ha tensionado el suministro de huevos ante la expectativa de que caiga la producción. En el caso de la peste porcina, la prioridad es evitar que se expanda y golpee a la que se ha convertido en una carne 'refugio' para los hogares españoles.

Porque el cerdo es la carne que menos se ha encarecido en el último año. Su precio ha subido un 1,6% interanual, frente al encarecimiento del 17,8% visto en idéntico periodo en la ternera, el 7,7% en el cordero, o el 3,7% en el pollo, según los datos del INE.

La crisis de China, el gran ejemplo

Basta ver los estragos causados por la peste porcina en otros países para comprender la preocupación. El gran ejemplo es China, donde un brote surgido en 2018 obligó a sacrificios que mermaron en un 30% la producción durante ese año y el siguiente, aumentando considerablemente los precios.

Es una situación que en nuestro país, con una considerable tensión ya de precios en la cesta de la compra, trata de evitarse a toda costa. Es manifiesto en la celeridad con la que se han producido reuniones con el sector y comparecencias del ministro de Agricultura, Luis Planas, que ha dado información sobre la situación el pasado sábado y este lunes.

Todo porque la inquietud en el campo es máxima. La peste porcina se detectó a finales de la semana pasada en jabalíes, pero su sobredimensionamiento en España hace temer a los ganaderos que sea apenas cuestión de tiempo que salte a los cerdos.

Lo ha advertido el presidente de la Asociación Nacional de Ganaderos y Ganaderas en Extensivo (Anggex), Felipe Molina. Desde el origen en Cataluña, donde la Generalitat teme por los 3.000 millones en exportaciones anuales que anota la comunidad, en las dehesas españolas ya están en alerta.

"La peste porcina significa lo mismo que con la gripe aviar, que tenemos mucho miedo que si sale un animal contagiado en una granja, hay que sacrificar toda la granja. Con los cerdos pasa lo mismo", ha advertido Molina.

Andalucía, de hecho, ha anunciado ya la creación de un grupo de trabajado ad hoc para aumentar la vigilancia y blindar al sector, que en esta región suma 308 millones anuales en exportaciones. 

Reunión exprés de Planas

Así las cosas, Planas ha insistido este lunes en que vigilan muy de cerca de la situación para evitar que "pueda potencialmente extenderse". "Esta es una cuestión que afecta a toda España", ha subrayado el ministro, aunque el brote se de por ahora acotado a la provincia de Barcelona.

Allí se han producido los hasta ahora dos positivos oficiales, aunque ya se estudian varias muestras adicionales en el laboratorio de referencia para estas cuestiones, el de Algete, sin que por tanto puedan descartarse nuevos positivos.

Tal es la preocupación para evitar la expansión que en las últimas horas se han desplegado en Cataluña 117 militares de la UME, que realizan labores de descontaminación y gestión de capturas apoyados, entre otros medios, por drones.

"La reacción es inmediata y el sector está adoptando todas las medidas de bioseguridad", ha insistido Planas, que considera, dada la expansión de la enfermedad por la UE, que era casi previsible que se dieran casos en nuestro país. 

¿Y los precios? El ministro considera que es pronto para hablar de este asunto. Ahora manda la seguridad alimentaria, ha indicado, y "no debería haber afectación, aunque lógicamente juegan los elementos de oferta y demanda".

"Aún no estamos ahí y espero que no estemos ahí, pero todo habrá que seguirlo", ha zanjado.