Pasillo de un supermercado en España. Europa Press.
El alza de café, cacao y huevos dispara un 8% la factura global de importaciones de alimentos, que alcanza un nuevo récord
Las tensiones de precios se ceban con los países desarrollados, como España, que desembolsan el 80% de esa cantidad.
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La carrera de precios vista este año en el café, el cacao y hasta los huevos va a generar un dolor de cabeza récord que va mucho más allá de las categorías domésticas, muy conscientes de lo que pasa con estos productos.
El impacto va a llegar incluso a la cuenta de importaciones mundial de alimentos; es decir, al cómputo total de cuánto gastan todos los países en abastecerse de aquello que no producen en cantidad suficiente.
Pues bien: por las escaladas de estos productos, 2025 pasará a la historia como el año en el que la factura fue la más elevada de la historia. Va a superar los 2,2 billones de dólares, según cálculos de la FAO. Es un espectacular 8% más que lo gastado en importar alimentos en todo el mundo en 2024.
También es el segundo año consecutivo que sube esta cifra, lo que sirve de resumen de la situación alimentaria mundial. Porque nada encarece más los productos que su escasez.
En 2025 ese podio está compuesto por café, té, cacao y especias. La FAO confirma que da igual lo que cuesten, porque su elevada demanda hace que siga habiendo compras fuertes, sobre todo por parte de los Estados que no los producen en cantidad suficiente para abastecerse.
Los países ricos, con café y cacao más caros
Son aquellos de altos ingresos, como España. Estos países, que normalmente asumen el 80% de esa factura global de importación de alimentos, han tenido este año que comprar café, té y cacao un 34,5% más caro que en 2024.
En otras palabras, cuestan 65.200 millones de dólares más. Es el mayor incremento anual en una década, subraya la FAO, que señala como responsables a los problemas climáticos que redujeron la producción de café en Brasil, Indonesia y Vietnam, y de cacao en Costa de Marfil y Ghana.
El segundo gran susto han sido los huevos. Golpeados por la crisis de la gripe aviar que recorre Europa y que ha obligado a sacrificar ya 2,5 millones de gallinas en nuestro país, huevos y lácteos es la segunda categoría de alimentos con mayor encarecimiento en solo un año.
En apenas doce meses su factura de importación se ha disparado un 16,4%, o sea, ha aumentado en casi 21.000 millones de dólares. No obstante, la FAO considera en su informe que los precios pueden tener algún alivio hacia el final de año.
De hecho, el estudio refleja una situación un tanto paradójica: se considera que la gripe aviar ha tenido un efecto "limitado" en la disponibilidad de carne de pollo, sin que haya afectado mucho a sus precios, aunque la enfermedad sí se señala como determinante para explicar la subida de los huevos.
Teniendo en cuenta que España tiene una producción que cubre el 120% de sus necesidades, al menos estos últimos incrementos de importaciones pasarán de largo, no así los relativos a café y cacao, un elemento muy demandado de cara a las próximas fiestas navideñas.
Qué esperar
El informe de tendencias de la FAO, de carácter bianual, actualiza así sus previsiones tras pronosticar grandes sobresaltos de precios en carne y azúcar.
Es algo que en España se ha notado, particularmente, en el caso de ternera. Se esperaba una fuerte reducción de la oferta mundial y se ha confirmado con un encarecimiento interanual de casi el 18% en el último año.
A finales de 2025, el organismo vuelve a plantearse la pregunta: ¿qué vendrá ahora? Su análisis arroja conclusiones poco optimistas.
Porque los precios de importación de alimentos se van a mantener altos. Por los vaivenes del clima, las condiciones económicas globales, los precios de insumos, las tarifas comerciales y hasta las tensiones geopolíticas. Por el propio mundo, en suma.
Sobre todo están en la mira los precios de la ternera y, ojo, el pescado fresco, al que empieza a ganar terreno aquel procedente de la acuicultura. Quien quiera comer barato apenas encontrará consuelo en el arroz, el pan y aquellos productos que contengan azúcar porque la próxima temporada vendrá abundante.