Un hombre dispone huevos en un cartón.

Un hombre dispone huevos en un cartón. Europa Press.

Economía

El Gobierno se parapeta en la comparativa con la Eurozona y la caída del aceite para evitar otra bajada del IVA de alimentos

Moncloa multiplica los argumentos en las últimas horas para no abordar por ahora la medida, aunque varios alimentos se disparan a doble dígito.

Más información: Comer es cada vez más caro: los huevos suben un 22% y la carne un 17% con una inflación un 50% más alta que la media UE

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Las claves

El Gobierno descarta por ahora una nueva rebaja del IVA a los alimentos pese a las recientes subidas de precios como huevos (+22,5%), ternera (+17,8%) y café (+20%).

El Ejecutivo justifica su postura en que la inflación alimentaria en España es inferior a la de la Eurozona y que bajadas como la del aceite de oliva (-41,6%) compensan otras subidas.

El Ministerio de Economía destaca que el peso del huevo, pese a su encarecimiento y la crisis por la gripe aviar, representa solo un 2 por mil del gasto total en la cesta de la compra.

Sectores y consumidores advierten que las familias con menos recursos son las más afectadas por el alza de precios en productos básicos, dificultando su acceso a alimentos esenciales.

Una semana después de que el INE confirmara hasta qué punto se está complicando comer en España, con subidas del 22,5% en el precio de los huevos, del 17,8% en ternera, del 7,2% en pescado o casi un 20% el café, empieza a ganar tracción una pregunta: ¿va a tomar el Gobierno medidas para paliar el impacto de esta escalada en los hogares?

Sobre todo en las últimas 48 horas, en las que Moncloa ha dejado claro que se resiste con tres grandes argumentos. Los ha expuesto el ministro de Economía, Carlos Cuerpo, al responder a una pregunta del diputado Joseba Agirretxea (PNV) este miércoles en la sesión de control al Congreso y este jueves, de nuevo, ante nuevas dudas de la prensa.

Y se basan en que la inflación de alimentos en España es menor a la registrada en la Eurozona y que en todo caso unas subidas de la cesta de compra se equilibran con otras bajadas, sobre todo la del aceite de oliva, cuyo precio ha bajado un 41,6% en los últimos doce meses.

Por no hablar, concluye, de que el precio del huevo, centro de la tensión por la gripe aviar que ha obligado a confinar a todas las aves de corral de España y que ha contribuido a que la docena ya cueste más de 3 euros, supone apenas "un 2x1000" del gasto total en la cesta de compra.

De ahí que la frase oficial de Moncloa tras actualizarse la semana pasada los datos de la inflación sea apenas que se va a seguir "la evolución de aquellos alimentos que están teniendo subidas más marcadas", como ha insistido Cuerpo en un foro organizado por el Observatorio Económico de Andalucía (OEA) y el Círculo de Empresarios del Sur de España (Cesur) en la localidad sevillana de Carmona.

O sea, sin prisa por ahora, aunque el sector del huevo da por sentado que seguirán al alza los precios, la FAO deja claro que la escasez de ternera va para largo y los contratos de futuros de café no auguran alivios rápidos. Al contrario.

Por ahora no hay intención declarada por parte del Gobierno de estudiar la posibilidad de recuperar, como pide desde hace meses la OCU, la rebaja extraordinaria del IVA que aplicó a principios de 2023 para paliar la inflación desbocada a raíz de la guerra de Ucrania, que disparó un 15,7% el precio de los alimentos.

Subida menor a la de la Eurozona

Aquella medida decayó por completo el 1 de enero de este año al entender que el rally de precios había terminado.

Se terminaba así la aplicación de un gravamen reducido a productos considerados básicos, como el huevo, pan, verduras, frutas, queso y leche. Pero ahora no se piensa que se den las condiciones –a nivel macro y comparativo– para adoptarla de nuevo.

"En el conjunto de 2025, la evolución no solo del IPC, sino del IPC de alimentos en España con respecto a la zona euro está siendo menor. De hecho, en este año el IPC de alimentos en España solo ha estado por encima en enero", señala Cuerpo.

El dato más reciente de Eurostat, de octubre, muestra no obstante que esa ventaja española ha desaparecido en el último mes, porque también en los países del euro la inflación registrada en alimentos y bebidas no alcohólicas ha sido, como en nuestro país, del 2,4%.

La caída de aceite y otros ítems

"En cuanto a los productos concretos, como he dicho antes, vamos a seguir la evolución de aquellos que están teniendo subidas más marcadas, pero que se ven compensadas en el conjunto de la cesta por otros que están sufriendo caídas", expone el ministro.

Es el caso del aceite, muy abaratado por haber sido la pasada cosecha prácticamente normal en términos de producción, pero también las patatas, cuyos precios han bajado un 3,4% en el último año, o las legumbres y hortalizas frescas, que cita Cuerpo al haber permanecido casi inalteradas: solo han subido un 0,6%.

En efecto, unas bajadas acaban por equilibrar otras subidas, siempre en términos de evolución porcentual, haciendo que resulte de forma general una subida en alimentos del 2,4%. Detrás, no obstante, está el detalle de que muchos productos con acusadas subidas o no tienen sustituto o el que tienen es menos saludable.

Por ejemplo, el pescado. El sector ya demandó que fueran incluidos en la primera rebaja del IVA ante el descenso en el consumo que provocó su encarecimiento.

No fue así y la alternativa para los bolsillos más ajustados ahora que el pescado fresco ha subido un 7,2% interanual reside en preparados de pescado, como calamares rebozados, que han subido solo un 1,2%.

El peso del huevo en la cesta de la compra

El último argumento, al menos en el caso de activar respuestas ante las subidas en el huevo, tiene que ver con el peso que supone su compra dentro del gasto total en la cesta alimenticia.

"El impacto del huevo en el conjunto de la cesta de la compra supone un dos por mil", insiste Cuerpo. Es una cifra recogida por el INE a través de la ponderación, que representa la importancia que tiene un alimento con respecto al resto de productos o agregados que componen la cesta en función del gasto.

De ahí se infiere que la relevancia del huevo es escasa, generalmente por su bajo precio –aunque haya subido un 22%– frente a otros alimentos, como la carne seca (embutidos), que muestran una ponderación de 16 por mil; o la fruta, con 14 por mil.

Pero es también una referencia delicada. Porque diferentes estudios han mostrado que en los últimos años de inflación acumulada las familias han recortado en productos de mayor valor, como frutas frescas, ternera o pescado, y favorecido otros más asequibles, como la pasta y, precisamente, huevos, lo que hace que sean los bolsillos más humildes los que más sientan el golpe.

Justo allí donde trataron de ajustar presupuesto. Según una encuesta reciente de la OCU, el 30% de las familias dice que ya les resulta difícil o muy difícil afrontar el gasto en pan, pasta, arroz, aceite y lácteos. La cifra se eleva hasta el 33% si se trata de frutas y verduras y hasta el 42% cuando se menciona la carne y el pescado.