La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen.

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen. Europa Press.

Economía

El chocolate, el café y los huevos también golpean las cuentas de la UE: merman un tercio sus ganancias agro en seis meses

Mientras lucha por su autonomía energética, la UE ensancha sus grietas en el comercio agroalimentario ante la necesidad de comprar más básicos a terceros.

Más información: La inflación dispara la cesta de la compra y castiga a las familias: huevos y ternera, un 20% más caros que hace un año

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Las claves

El aumento de precios del café, chocolate y huevos en el primer semestre del año provocó que la UE perdiera un tercio de su superávit agroalimentario, unos 12.200 millones de euros.

La UE depende de importaciones para productos como café y cacao, cuyos precios se han disparado por la escasez internacional, encareciendo la factura agroalimentaria del bloque.

La gripe aviar y la alta demanda internacional elevaron las importaciones de aves de corral y huevos en un 28%, mientras que las de frutas y frutos secos subieron un 20%.

Costa de Marfil, Canadá y Estados Unidos han sido los principales beneficiados como proveedores de la UE, aumentando significativamente sus exportaciones de cacao, cereales y frutos secos.

El café, el chocolate y los huevos subieron un 14%, un 9,8% y un 15%, respectivamente, en los seis primeros meses del año en los supermercados españoles. Pero si las familias sintieron presión, lo que encajó la UE en ese tiempo fue todo un derechazo.

Porque la subida de estos productos, que compra en buena medida a terceros países, ha provocado que el bloque de los 27 haya perdido hasta un tercio de su superávit agroalimentario en el primer semestre.

Es decir, entre enero y julio la UE registró unos 12.200 millones menos de superávit de los que anotó en idéntico periodo de 2024, según recoge Eurostat. Supone un considerable golpe a una de las 'niñas bonitas' del comercio comunitario, esto es, una de las pocas partidas que concluyen con balanza a su favor.

Pero aunque suele dar alegría, el agroalimentario es un ámbito especialmente sensible. Porque si el Ejecutivo de Von der Leyen busca incrementar la autonomía de la UE en otros campos, como el energético, lo cierto es que apenas dispone de maniobra para hacer lo mismo en diversos apartados de la alimentación.

Ningún territorio europeo destaca precisamente por producir café o cacao, sumidos desde hace un año en un rally internacional de precios por la escasez internacional tras malas cosechas. En el caso del cacao el valor a pagar casi se ha duplicado, mientras que el café se ha encarecido un 58% en el periodo analizado.

Con una demanda fuerte de estos productos por parte de los europeos, Bruselas ha tenido que plegarse a los precios impuestos desde sus grandes fuentes de origen: Brasil y Costa de Marfil.

Escasez de café y gripe aviar

Es el elemento que Eurostat destaca para explicar esta brusca reducción del superávit. Las importaciones de café en los primeros seis meses del año han aumentado en 9.200 millones, un 57% más que en el mismo periodo del año anterior.

Esta es, de hecho, la partida agroalimentaria más voluminosa de cuantas ha importado la UE. En total, ha gastado más de 25.700 millones de euros en el grano básico del desayuno de millones de europeos.

Pero para colmo de males, se suma la gripe aviar que lleva meses impactando en el continente y que ha generado, a raíz del sacrificio de miles de aves, también la necesidad de comprar pollo y huevos fuera, en un momento de altísima demanda internacional –con EEUU a la cabeza–.

El resultado es que entre enero y julio las importaciones de aves de corral y huevos han aumentado en valor un 28%. La UE ha pagado 386 millones de euros más que en el primer semestre del año pasado, porque es más caro abastecerse de estos productos, pero también porque ha adquirido mayor cantidad en 2025 dado el contexto.

Otras partidas destacadas en el gasto, o sea, en las importaciones –que en general se han disparado un 15%, hasta los 113.000 millones–, son las frutas y frutos secos, que han aumentado un 20%.

El bloque ha pagado por ellos 2.800 millones más en el primer semestre, hasta superar los 17.000 millones porque, subraya Eurostat, están también más caros. Han subido un 11%.

Los encarecimientos también han elevado la factura de los productos no comestibles, que sube en 516 millones (un 9% más) y la de confitería y chocolate ya elaborado, que aumenta en 480 millones (un 33% más).

EEUU, entre los más beneficiados

En esta cuenta algo desbordada, destacan como fuertes ganadores Costa de Marfil, Canadá y Estados Unidos. Estos tres países son los que más millones extra han ingresado a su favor como proveedores agroalimentarios de la UE en el primer semestre.

Costa de Marfil, por el cacao. El país africano ingresó de los 27 hasta 5.801 millones de enero a junio, 2.151 millones más –o un 59% más– que en el mismo periodo del año anterior.

Más llamativo aún es Canadá, que prácticamente duplica su factura a la UE. De este país importamos sobre todo colza, maíz y trigo por valor de 2.631 millones, un 93% más.

Destaca también el avance EEUU, nuevo aliado comercial tras pactar el arancel del 15% este verano. Antes de eso, en el primer semestre, la UE aumentó un 18% las compras agroalimentarias al país de Trump, hasta superar los 8.000 millones de euros, esencialmente en maíz y frutos secos, más caros que el año pasado.