Alimentos ultraprocesados.

Alimentos ultraprocesados. Europa Press.

Economía

Pizzas, croquetas y calamares rebozados, los alimentos que menos suben y ponen en jaque a la dieta mediterránea

Estos productos registran subidas muy inferiores a las vistas en frescos. La OCU estima que comer sano cuesta 216 euros al mes por persona.

Más información: La gripe aviar dispara el miedo a la especulación con el precio de la docena de huevos por encima de los 3,10 euros

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Entre tantas y tan acusadas subidas vistas en el supermercado, como la de los huevos, un 18% más caros que hace un año; la ternera, un 16,5%; o el pescado fresco, un 8%, una categoría de productos resiste como una aldea gala con precios que empiezan a retar a la dieta mediterránea.

Son los ultraprocesados, snacks y precocinados. Como pizzas, croquetas, empanadillas, calamares rebozados, tortillas preparadas o bollería.

Todos ellos, de acuerdo con los datos del INE, registran subidas muy inferiores a sus réplicas en frescos. Un ejemplo es el de los preparados de pescado, como los calamares rebozados, que han subido en el último año un 1,2%; el pescado fresco, por contra, se ha disparado un 8%.

Lo mismo vale para preparados de carne como salchichas o croquetas de jamón. Se han encarecido un 5,5% en los últimos doce meses, mientras que la ternera fresca lo ha hecho un 16,5%, o el cordero un 9%.

El pollo, una de las carnes más competitivas, ha subido menos de lo que lo han hecho estos preparados, un 3,6%, pero los datos llegan hasta septiembre, antes del efecto de la gripe aviar que ya ha obligado a sacrificar cerca de tres millones de aves de corral y elevado los precios del huevo.

Patatas fritas, bizcochos y pizzas

Está por ver qué impacto tiene en la carne de pollo, pero lo cierto es que con el panorama actual las cosas en carne fresca solo pintan mejor para el cerdo, que ha subido un 1,8% en un año.

Mientras, los procesados ganan terreno en las restantes categorías. Las legumbres y hortalizas procesadas se han encarecido un 2,5%, frente al ascenso del 8% registrado en las frescas, y directamente los platos precocinados han subido un exiguo 1,2%.

Bizcochos, magdalenas, cruasanes, pastas de té o gofres están ahora solo un 0,6% más caros que hace un año, frente a una subida superior del pan (1,2%); las patatas fritas de bolsa han subido un 0,5% y las pizzas directamente están más baratas, porque han reducido un 2% su precio en los últimos doce meses.

La situación supone todo un desafío para la dieta mediterránea, sobre todo en hogares con recursos más limitados que no han dejado de ver cómo la cesta de productos básicos ha subido desde que arrancó el año y decayó la rebaja temporal y extraordinaria del IVA que sobre ellos aplicaba.

Comer sano cuesta 216 euros al mes

El Gobierno activó esta medida a principios de 2023 para paliar la inflación desbocada a raíz de la guerra de Ucrania –que disparó un 15,7% el precio de los alimentos– y la eliminó el 1 de enero de este año al entenderse que el rally había terminado.

Pero ante el panorama vuelven ahora las peticiones para que la medida se reconsidere. La iniciativa, como ya ocurrió en primavera cuando se percibieron las primeras subidas, está liderada por la OCU, que advierte de que comer de acuerdo a los cánones de la dieta mediterránea tiene ya un sobrecoste del 20% frente a una cesta de la compra que incluya más alimentos ultraprocesados.

O sea, el coste medio de la cesta saludable es de 216 €/mes por persona, frente a los 181 €/mes que tiene la cesta con alta presencia de otros ítems no tan beneficiosos, señala la OCU tras realizar un estudio comparativo de precios en 41 cadenas de supermercados.

Para llegar a esa conclusión ha analizado el coste de una compra compuesta por un centenar de alimentos, siendo el 75% del presupuesto destinado a frutas, verduras, carne, pescado y lácteos y solo un 8% a ultraprocesados.

A esto enfrentó otra compra en la que el 33% del presupuesto se iba a platos precocinados, bollería industrial, snacks o bebidas azucaradas.

La diferencia en la factura final no se explica solo porque los alimentos frescos sean siempre más caros que los ultraprocesados, sino que resulta fundamental el alza de precios de este año.

"Las frutas y verduras, la carne y el pescado han sufrido un importante encarecimiento del 6,7%", remarca la OCU. En el caso de los huevos, la escalada es del 50% en seis meses, con la docena ya por encima de los 3 euros.

Son subidas que, asegura, "se sienten mucho en los hogares". Según una encuesta de OCU, hasta el 33% de las familias declaran que les resulta difícil o muy difícil afrontar el gasto en frutas y verduras; el 30% cuando se les pregunta por el consumo de pan, pasta, arroz, aceite y lácteos; y hasta el 42% cuando se menciona la carne y el pescado.