La Agencia Tributaria cederá datos en red a Cataluña para que pueda hacer "alguna" declaración de la Renta en 2026

Fuentes conocedoras de la reunión bilateral entre el Estado y la Generalitat de este lunes aseguran que el empeño catalán en poder gestionar el IRPF cuanto antes, a pesar de lo limitado de su Agencia Tributaria, ha sido uno de los escollos a solventar.

La única novedad técnica del pacto alcanzado consiste en establecer un modelo en red de gestión del sistema tributario, con participación de la Agencia Estatal y las autonómicas, con reglas que aseguren que se recauda con garantías en la prevención y lucha contra el fraude.

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El resultado final de compromiso contempla que "a lo largo de 2026" se deben implantar los cambios para que los ciudadanos catalanes puedan presentar sus declaraciones en la agencia catalana con su propia clave (idCAT).

A partir de ese inicio, para el que no hay fecha concreta, se plantean ir pasando competencias y servicios de una agencia a la otra, sobre todo "en relación con la comprobación de la correcta aplicación de la normativa autonómica y, en especial, de las deducciones aprobadas por el Parlament de Catalunya".

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Dentro de su oposición total al modelo, los inspectores de Hacienda del Estado advierten que este modelo no está regulado en la Constitución ni en las normas de desarrollo. "Mientras no se modifique la normativa, estamos hablando de un régimen ilegal, que además vulnera los principios de igualdad y solidaridad reflejados en la Constitución".

Fuentes técnicas consultadas en el seno de la Agencia Tributaria Estatal advierten que en el pacto se habla en todo momento de la presentación de las declaraciones, que una vez teniendo la clave digital se pueden hacer incluso en ambas administraciones.

El gran problema que se detecta y para el que Cataluña no está preparada aún es la gestión de las retenciones a cuenta del trabajo asalariado que hace la Agencia Estatal por tramos, modelos y características familiares, y que son la base de ese tributo.

En una agencia autonómica con apenas 800 personas trabajando, las fuentes consultadas aseguran que es "imposible" gestionar antes de 2026 ni a lo largo del año un sistema de retenciones tan complejo, aunque si se ceden datos, "puede llegar a hacer alguna".

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La solución que se apunta en el acuerdo de establecer un "trabajo en red" ha levantado las alarmas en el colectivo de inspectores.

Algunos miembros destacados de su asociación advierten que a medida que pase el tiempo será muy difícil no segregar del todo los datos de Cataluña, con lo que ello conlleva de abrir las puertas al fraude fiscal.

Compartir con el resto

Aunque sea un acuerdo hecho a medida de la Generalitat catalana, tras reconocer sus "elementos de singularidad indiscutibles", El pacto deja abierta siempre la opción de que otras haciendas autonómicas se adhieran a la red de coordinación que se quiere poner en marcha.

Fuentes consultadas en otras haciendas autonómicas advierten que no hay ninguna preparada para asumir unos cambios tan rápido, sólo en el IRPF, sobre todo por la maraña de normas que hay en las retenciones a cuenta del trabajo.

En el documento conjunto publicado este lunes se insiste en varias ocasiones en el ejemplo que para la gestión de tributos ha sido la cesión del impuesto sobre la matriculación de vehículos, que se puede pagar indistintamente en la ventanilla autonómica o en la estatal.

En contra de lo que dice el texto, en el ámbito de la inspección advierten que desde que se firmó el convenio para traspasar la gestión de las matriculaciones, "no se ha hecho nada" con ese tributo.

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En la Agencia Tributaria estatal consideran muy complicado ceder en un tiempo récord de medio año (la campaña de Renta empieza en abril del año que viene) los datos y la gestión de la herramienta digital Renta Web, que es la que usan la mayor parte de los ciudadanos para saldar cuentas con Hacienda.

Si tenemos en cuenta que puede haber contribuyentes catalanes que tengan retenciones realizadas en otros territorios del Estado, la complejidad de su declaración no se podría realizar, por lo pronto, en la Agencia Tributaria Catalana sin el tutelaje de la Estatal.

Ese tutelaje para trabajar en red es lo que ha levantado las alarmas en el seno de ERC, cuyos dirigentes no quieren dar la imagen de que dependerán del Estado durante mucho tiempo para gestionar el IRPF, y si se tercia, el resto de los tributos "que se acuerden".