Pistachos.

Pistachos. iStock

Economía

El pistacho, imprescindible para postres y revolución del campo: suben un 1.300% en 10 años las hectáreas cultivadas

Apenas un tercio está ya en producción: el cultivo tarda entre 7 y 9 años en dar fruto. En cinco años, España puede ser el cuarto productor mundial.

30 noviembre, 2023 02:43

Helado de pistacho, cheesecake de pistacho y, en estas semanas, turrones y hasta panettone de pistacho. Este fruto seco vive un ascenso imparable como ingrediente de moda en postres y el campo español ha decidido convertirlo en su mayor apuesta: sus hectáreas han crecido un 1.300% en la pasada década.

Un avance que, por ahora, deja más árboles que fruto. Según los datos más recientes de producciones y cultivos del Ministerio de Agricultura, en 2021 apenas el 30% de las 61.231 hectáreas contabilizadas está en producción.

El 70% restante está a la espera. Se requieren entre 7 y 9 años para que el cultivo de pistacho dé fruto y, teniendo en cuenta que esta expansión se ha producido entre 2011 y 2021, toda esta superficie no estará a pleno rendimiento hasta finales de esta década.

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Cuando eso suceda, España se codeará con los grandes productores mundiales. La plataforma para la compraventa y el arrendamiento de fincas rústicas Cocampo estima en un reciente informe que en cinco años nuestro país será el cuarto productor mundial, "por detrás de California, Irán y Turquía".

Pistachos.

Pistachos. Europa Press

Es una promesa tentadora. Tanto como para arriesgarse a esperar más de siete años la llegada del beneficio, remarca a EL ESPAÑOL-Invertia Regino Coca, CEO de Cocampo.

"El campo está intentando especializarse en aquellos cultivos que son más atractivos, aunque sea en otras geografías, porque esto, como el almendro, viene de California, donde han conseguido ganar mucho dinero con estos tipos de cultivo leñoso. Pero claro, tiene un periodo de maduración muy alto. Es muy arriesgado que en España hayamos plantado tantos pistachos", expone.

Pero si sale bien, es un árbol especialmente adecuado para el clima nacional: no necesita demasiada humedad y a cambio ofrece un fruto cada vez más valorado a nivel internacional. 

"Frente a un cultivo que requiera una plantación anual y donde los precios son muy variables en función de los hábitos de consumo más locales, los precios del pistacho como producto a nivel global están en alza, y por lo tanto es un producto más conservador, que te ofrece una rentabilidad mayor a largo plazo", apunta Coca.

Todo un cambio de juego en un país al que la sequía ha costado este año el 40% de su producción de cereales, y que tendrá una segunda campaña consecutiva de aceite de oliva corta; sus dos grandes emblemas agrícolas. 

"En un cultivo tradicional puedes tener un año bueno y tres malos. El pistacho debería darte mayor garantía de rentabilidad a largo plazo", zanja.

La rentabilidad

¿De cuánta rentabilidad hablamos? Claudia Calzada, especialista del sector, apunta a una rentabilidad neta por hectárea que de media oscila entre los 2.800 y los 3.500 euros en secano y entre 6.500 y 8.000 euros para regadío.

Recogida de pistachos.

Recogida de pistachos. Europa Press

"Depende muchísimo de la extensión del terreno, que puede optimizar costes con economía de escala, y de cómo se lleve el manejo del cultivo", remarca. 

Son cuentas que parten de los precios pagados al agricultor en lonja, que rondan los 4,6 euros el kilo de media. Teniendo en cuenta el poco tiempo transcurrido desde que existe en nuestro país una producción lo suficientemente amplia como para ser registrada -en 2021 fueron algo más de 16.700 toneladas- Calzada remarca que es complicado tener un histórico sobre su evolución.

Aunque sí es posible ver que la popularidad de este fruto seco en el marco de una alimentación saludable ha tenido un notable impacto en los precios en supermercado: se encuentra ahora por encima de los 13 euros el kilo, aproximadamente dos euros más de lo que costaba hace diez años.

Ante este panorama, en un par de campañas el agricultor puede recuperar la inversión inicial, que se sitúa entre los 10.000 y 15.000 euros por hectárea, de acuerdo con datos de Cocampo.

Inversiones extranjeras

Quienes se lanzan a esta expasión tienen un perfil muy diverso. Desde pequeños agricultores con entre 10 o 20 hectáreas a empresas que superan las 50 -"y a partir de esta cifra viene la rentabilidad más atractiva, señala Coca"- o grandes inversores extranjeros.

"El perfil del inversor es cualificado y busca un cultivo muy mecanizado con una escasa mano de obra. En el campo español es un problema encontrar mano de obra para atender determinadas explotaciones y, sin embargo, los cultivos de leñoso, como sucede con el almendro, con el olivo o con el pistacho, están muy mecanizados", explica.

Son extranjeros, bien empresas, bien fondos, que se refugian en España de las tensiones geopolíticas que generan incertidumbre con la producción de Irán y los últimos grandes incendios y fuertes temperaturas que han afectado a California.

Por ahora es Castilla-La Mancha la región que lidera en hectáreas, con 46.245, de acuerdo con los datos de 2021 del Ministerio de Agricultura. Le siguen Andalucía, con 5.945; Castilla y León, con 2.549; Extremadura, con 1.746 y Madrid, con 1.423.