El grupo Tragsa obtuvo un beneficio neto de 5,6 millones de euros durante el ejercicio 2018, en contraste con casi 5 millones de pérdidas registradas en sus resultados consolidados un año antes, una mejora que le hará volver a repartir dividendo por primera vez desde 2011.

La compañía dedicada a los servicios agrarios ha informado en un comunicado de que su resultado bruto de explotación (Ebitda) aumentó un 30 %, hasta 20,8 millones de euros.

Además, su facturación neta ascendió a 811 millones de euros, lo que supone un incremento de más del 15 % respecto al ejercicio anterior y es el mejor dato desde 2015, cuando su volumen de ingresos alcanzó 891 millones.

Tragsa ha destacado que con estos resultados financieros se rompe la tendencia a la baja registrada durante el último quinquenio, con la única excepción de 2016, cuando obtuvo un beneficio de 814.000 euros.

No obstante, según se desprende de las cifras aportadas por la firma, sus filiales en Paraguay y Brasil cerraron igualmente el ejercicio 2018 con unas pérdidas de unos 500.000 euros.

Los responsables de la empresa, que pertenece al grupo Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), han destacado que estos resultados permitirán repartir dividendo por primera vez desde 2011 por un importe de 7,2 millones de euros.

La firma ha dado a conocer este miércoles estas cifras tras la aprobación en la junta general de accionistas de sus cuentas anuales de 2018, que también presentan mejoras significativas respecto a las previsiones iniciales que figuraban en sus presupuestos.

El gasto de la estructura de Tragsa fue de 54,7 millones de euros frente a 56,3 presupuestados, lo que supone un ahorro de 1,6 millones y refleja, según sus responsables, "la vocación de reducción de costes en ámbitos no productivos".

Además, a finales de año la compañía tenía una cartera de pedidos por valor de 1.180 millones de euros, la cifra más alta de los últimos 10 años.