Óscar López, ministro de Función Pública.

Óscar López, ministro de Función Pública. Fernando Sánchez / Europa Press.

España LO MÁS DESTACADO DEL AÑO

Ambición digital y fricciones políticas: el año en que el Gobierno encalló con su estrategia tecnológica

La IA y la cuántica ganan peso en la agenda pública, mientras los retrasos, las salidas de líderes y la relación de Óscar López con el sector digital marcan un debate que cada vez tiene menos visos de salir bien.

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La política digital ha sido uno de los ejes más transversales del debate público en España durante 2025. La inteligencia artificial, los datos, la ciberseguridad o la computación cuántica han dejado de ser cotos cerrados de la industria tecnológica para convertirse en cuestiones que atraviesan la economía, la seguridad, la regulación y los derechos civiles.

Empero, este curso ha estado marcado por numerosas estrategias, anuncios y nuevas estructuras, pero también por fricciones, retrasos, inacciones en la práctica y una evidente inestabilidad institucional. Todo ello en un contexto en el que la economía digital ya supone una cuarta parte del PIB español y registra cifras récord de facturación y empleo.

España encara así un momento de ambición declarada en política digital, aunque con dificultades persistentes para convertir esa agenda en una acción sostenida y coherente.

El lastre de la transferencia de conocimiento

Ese crecimiento cuantitativo convive, sin embargo, con un problema estructural que el propio Gobierno reconoce. La transferencia de conocimiento sigue siendo uno de los grandes lastres de la I+D+I española, una debilidad que limita el impacto real de la inversión pública en innovación y tecnología.

Meses después, el propio Cigudosa insistía en esta idea desde un tono más optimista, celebrando el “gran momento” que vive la innovación en España, pero subrayando que el reto ya no es generar conocimiento, sino lograr que llegue a la sociedad y al mercado.

Uno de los ámbitos donde esa tensión entre avance por obligación y fragilidad ha sido más visible es el de la seguridad. La convergencia entre ciberseguridad, inteligencia artificial y defensa ha ganado peso en la agenda pública, en un contexto internacional cada vez más inestable.

Desde Incibe, su director Félix Barrio ha advertido de que tecnologías como la criptografía poscuántica son ya una cuestión estratégica para el Estado, ante el riesgo de que sistemas hoy considerados seguros queden obsoletos en pocos años. Ese giro también se refleja en el ámbito de la defensa, donde la inteligencia artificial empieza a ocupar un papel central en la modernización de capacidades y en la relación entre tecnología, industria y administración.

Así se entiende, de hecho, el nombramiento de Enrique Ávila al frente de una unidad dedicada a encontrar los casos de uso y probar aplicaciones de IA dentro del Ejército en lo que ya muchos perciben como el siguiente gran campo de batalla que nos tocará librar.

Los famosos 'kits'

2025 ha sido también un año para hacer balance de las políticas públicas de digitalización que surgieron al calor de los fondos europeos de recuperación. Pocos comentarios son necesarios para reflejar el fracaso del PERTE Chip, mientras que con otras medidas el diagnóstico da lugar a más matices.

El cierre del plazo del Kit Digital permitió medir su alcance real entre las pymes españolas, confirmando su capilaridad como herramienta de transformación del tejido productivo, según el Gobierno. En el otro lado, tanto los propios agentes digitalizadores mantienen sus quejas con el proceso y los requerimientos que han tenido que enfrentar, mientras que la ciudadanía en general se pregunta para qué ha servido este gasto en ordenadores personales y teléfonos móviles regalados a diestro y siniestro.

Aún por ver está la evolución del Kit Espacios de Datos, que finalmente ha visto la luz con meses de retraso y con la mitad del presupuesto inicialmente previsto, como denunció DISRUPTORES - EL ESPAÑOL. Más dudas, si hacían falta, sobre la ambición real de la política pública en torno a la economía del dato.

La cuántica, la eterna promesa

La computación cuántica ha sido otro de los grandes ejes estratégicos del año. El Ejecutivo presentó su estrategia nacional con una inversión de cientos de millones de euros, en un intento de posicionar a España en una tecnología todavía incipiente, pero potencialmente prometedora a medio plazo.

El sector recibió el anuncio con optimismo, pero nadie es ajeno a que de las palabras a los hechos (y más con Óscar López como ministro) hay un trecho. Así, ante nuestras preguntas, el sector reclamaba más estabilidad en la financiación y continuidad en el tiempo para evitar que la cuántica se convierta en una sucesión de planes sin recorrido.

Y es que aún tenemos muy presente los anuncios y más anuncios de este Gobierno en materia de inteligencia artificial. Anuncios que, a la hora de la verdad, o ni tan siquiera se han materializado o no han surtido ningún efecto real en la competitividad española en estas lides.

Para muestra, un botón: el ministro Óscar López prometió este año una nueva gigafactoría de IA capaz de atraer miles de millones en inversión, mientras las otras dos iniciativas previas ya anunciadas siguen sin fecha concreta de ejecución.

No sabemos si será por miedo a rendir cuentas (aún está pendiente que acepte alguna de las entrevistas solicitadas por los medios especializados para explicar su labor al frente de esta cartera), pero lo cierto es que su relación con el sector tecnológico cada vez es más insostenible.

Del plantón a las salidas

Uno de sus momentos más tensos sucedió a principios de septiembre, con el histórico plantón del ministro a la patronal Ametic en su principal evento anual. Un gesto criticado por la unanimidad de la industria tecnológica e interpretado como una señal de distanciamiento en un momento clave para la tan manida colaboración público-privada.

La sensación es de que las aguas tampoco corren tranquilas en un Ministerio más enfocado en la política (y la candidatura del propio López en Madrid) que en los asuntos que les encomienda el título de su cartera. Una sensación que queda corroborada con la intermitencia y los numerosos cambios al frente de organismos clave del ecosistema público digital.

En julio, Borja Cabezón dejó su puesto como consejero delegado de Enisa tras poco más de un año al frente de la entidad, después de haber defendido ante este medio meses antes que España vivía una “luna de miel” con el ecosistema emprendedor.

Poco antes, Rosa Díaz había abandonado la dirección del Observatorio Nacional de Tecnología y Sociedad, alimentando todavía más la percepción de fragilidad de este Ejecutivo en el terreno digital. Y veremos si, con la sucesión de movimientos en todos los niveles de la actual Administración, no vemos un nuevo desfilar de rostros a lo largo de 2026...

Lo más destacado de 2025

Durante estas semanas, estamos recopilando y repensando algunas de las historias que han marcado el 2025 en nuestro campo, el de la innovación y la digitalización. Un análisis que busca trazar líneas de pensamiento, ver más allá de la vorágine cotidiana y establecer puntos de partida para la opinión pública de cara a los futuros que nos aguardan, tan prometedores como inciertos:


Lo más destacado de 2025 21 diciembre País Vasco
Investigación y personajes únicos 22 diciembre Cataluña
Inacción del gobierno España /leyes nacionales 23 diciembre Comunidad de Madrid
Ecosistema startup 24 diciembre Galicia
Inteligencia artificial y agentes 25 diciembre Andalucía
Computación cuántica 26 diciembre Asturias
Aceleradoras 27 diciembre Cantabria
Ciberseguridad 28 diciembre La Rioja
Sostenibilidad 29 diciembre Murcia
Inversores 30 diciembre Comunidad Valenciana
Gran empresa / digitalización 31 diciembre Aragón
Cloud y soberanía del dato 1 enero Castilla y León
Regulación europea en 2025 2 enero Castilla-La Mancha
América Latina 4 enero Islas Canarias
El papel de la mujer en tecnología 5 enero Navarra
Talento y cambio cultural 6 enero Extremadura