
Una de las acciones del proyecto drOp en Ermua.
Transformar barrios con vivienda social en barrios inteligentes y sostenibles: el ejemplo de Ermua
El proyecto drOp convierte un distrito de la localidad vasca en un 'sandbox' que implica a sus vecinos y deriva en aplicaciones digitales o comunidades energéticas innovadoras.
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De los barrios con vivienda social suele colgar un estigma que no siempre es merecido. Porque este tipo de distritos no siempre son sinónimo de problemas. De hecho, algunos ayuntamientos incluso pueden decidir convertirlos en soluciones.
El de Ermua (País Vasco) es uno de ellos. A través de la invocación del espíritu innovador de representantes públicos y, sobre todo, de los vecinos, la idea allí ha sido la de convertir uno de esos barrios en una especie de sandbox para testar proyectos disruptivos.
El proyecto se llama drOp y está financiado por la Comisión Europea. Busca transformar distritos de vivienda social en barrios inteligentes e inclusivos. Se centra en la renovación urbana y la mejora energética y digital de los barrios y tiene como objetivo mejorar el compromiso social y la calidad de vida de todos los habitantes.
El proyecto se circunscribe al barrio de Santa Ana como caso piloto y para ello se ha desarrollado una innovadora Metodología de Renovación Integrada (IRM), que no solo guiará las fases del proyecto, sino que también servirá como una valiosa herramienta para guiar a todas las partes involucradas en procesos de trasformación urbana tanto a nivel local como internacional.
"Todas las fases de esta metodología incorporan la innovación social y el desarrollo económico local como impulsores fundamentales del proceso de renovación", explica Marta Lekue, técnica de proyectos del Ayuntamiento de Ermua, entidad que participa en colaboración con Tecnalia y la Universidad de Mondragón.
La propia técnica explica a DISRUPTORES que, a través de este enfoque participativo, los residentes del barrio, junto con el equipo técnico del proyecto, han tenido la oportunidad de identificar las necesidades de su distrito y cocrear soluciones conjuntas para mejorar su propio barrio adaptadas a sus necesidades.
Actualmente, se están implementando acciones como la creación de una comunidad energética y la oferta de un itinerario formativo sobre eficiencia energética en la construcción. "Como estas iniciativas están en sus primeras etapas, aún es pronto para evaluar su impacto", indica Lekue.
Sí ha tenido más impacto la oficina de barrio. Desde su apertura, en octubre de 2024, ha recibido más de 25 consultas sobre ayudas para la rehabilitación de edificios y viviendas, así como sobre los procesos participativos del proyecto drOp. Además, ha servido como punto de encuentro para diversas actividades con los vecinos del barrio.
Pero sin duda, la iniciativa que más repercusión ha tenido en términos de innovación y digitalización ha sido el Mapathon. En esta actividad, que tuvo lugar en mayo, los residentes de Santa Ana se dividieron en grupos y recorrieron las calles del barrio tomando diferentes rutas y revisando todos los rincones.
El objetivo era que los residentes identificaran lugares específicos del barrio con potencial de mejora y que estas 'incidencias' se geolocalizaran en una aplicación piloto desarrollada especialmente para esta actividad.
El mapathon tuvo tres principales derivaciones, como explica la técnica del Ayuntamiento de Ermua. "En primer lugar, todas las sugerencias planteadas por los residentes se recopilaron y categorizaron en varios grupos o temas, de manera en que el equipo de drOp generó un informe que trasladó al Ayuntamiento de Ermua para que éste actuará en consecuencia.
En segundo lugar, los vecinos "votaron sobre los lugares identificados durante la actividad del Mapathon para decidir en cuáles se intervendría bajo el proyecto drOp".
Y, por último, se desarrolló una aplicación piloto para la gestión de incidencias del Ayuntamiento. "La aplicación piloto utilizada en la actividad despertó gran interés en el Ayuntamiento de Ermua, lo que llevó al diseño de una versión más avanzada para ser utilizada para la gestión de incidencias en el municipio".
Derivaciones en digitalización
A través de esta aplicación, "que se lanzará este mes", los vecinos podrán reportar incidencias en su barrio de manera geolocalizada, añadiendo también una foto y una descripción. Estas incidencias se trasladarán al departamento municipal correspondiente para su resolución.
Pero en el ámbito de la digitalización habrá más novedades más allá de las derivaciones del Mapathon.
Cabe destacar la puesta a disposición en 2024 de dos servicios digitales relacionados con la salud para los residentes del barrio de Santa Ana, donde hay un alto porcentaje de personas mayores. Uno de estos servicios se basa en el análisis de la movilidad de las personas mediante un cinturón inteligente, cuyo objetivo es evaluar el estado de movilidad de cada persona para prevenir futuras lesiones y evitar caídas.
El otro servicio digital consiste en un dispensador de pastillas inteligente dirigido a personas polimedicadas. Este servicio, que incluye la generación de blísteres personalizados creados por la farmacia, también cuenta con un sistema de avisos tanto para los usuarios como para sus familiares en caso de olvido de la medicación.
Finalmente, una vez creada la comunidad energética y terminada la instalación de placas fotovoltaicas, se prevé la implementación de una aplicación inteligente que mida el consumo energético de las viviendas y comercios locales adheridos a la comunidad energética, para poder así hacer un seguimiento de su consumo y poder recibir recomendaciones personalizadas para el ahorro energético.
Además de Ermua, hay otras dos ciudades implicadas, Elva (Estonia) y Matera (Italia). De las tres ciudades, "sólo Ermua llevará a cabo el proyecto en su totalidad, incluida la implementación; tanto Elva como Matera desarrollarán únicamente las fases de análisis y diseño del proyecto. Esto significa que Matera y Elva seguirán de cerca el proceso desarrollado en Ermua para replicarlo posteriormente y aprender de él", remarca Lekue.
El futuro del proyecto es prometedor, ya no sólo por sus resultados sino por lo que puede implicar. Y es que su escalado es uno de sus grandes objetivos. El barrio de Santa Ana actúa como un caso piloto, "una especie de sandbox urbano donde se implementa una metodología, una forma de trabajar y acciones innovadoras".
Marta Lekue explica que "además, el potencial de expansión y réplica también existe a nivel interno dentro de cada ciudad".No conviene olvidar que "drOp opera a escala de barrio y el Ayuntamiento de Ermua ya ha mostrado gran interés en implementar algunas de las acciones llevadas a cabo en otros barrios del municipio".