Es evidente que el legado del Imperio romano en la actualidad resulta muy extenso: no sólo pasa por lo que podemos ver con nuestros ojos (monumentos como puentes, teatros, murallas), sino también por muchas otras cosas que forman parte de nuestra cultura: costumbres o tradiciones que, aunque no lo sepamos, ya tenían los romanos.

Cabe destacar que algunas cosas que se hacen actualmente y que parecen de este siglo, no lo son. Y algunas de ellas pueden resultar muy llamativas como, por ejemplo, los graffitis.

La costumbre actual que parece moderna, pero que ya la tenían los romanos

En el artículo El humor en los graffiti y textos epigráficos de la antigua Roma de Javier del Hoyo, catedrático de la Universidad Autónoma de Madrid afirma que: "En la sociedad romana todo lo importante quedaba inmortalizado para la posteridad: inscrito en piedra; grabado en bronce, plomo u otros materiales; esgrafiado en estucos..."

"Más de 400.000 inscripciones latinas han llegado hasta nuestros días —sin contar los instrumenta domestica—, en un corpus siempre abierto y creciente que cada año añade cerca de 500 ejemplares más a las ya conocidas: inscripciones sepulcrales, honorarias, votivas, imperiales, jurídicas, miliarios, etc., y se calcula que constituyen tan solo un 1% de las que llegó a haber, habiéndose perdido la gran mayoría."

"Demuestran con ello ser cierto aquel viejo proverbio que tiene su origen en una frase pronunciada por Gayo Tito en el Senado: verba volant, scripta manent: 'las palabras se las lleva el viento; lo escrito permanece'."

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En este sentido, cabe destacar que se conservan "pintadas" (o "graffitis" si utilizamos un término actual) del Imperio romano, concretamente, llaman la atención las de Pompeya, teniendo en cuenta que la ciudad quedó sepultada por la erupción del Vesubio.

Ana Mayorgas, profesora del departamento de Historia Antigua de la Universidad Computense de Madrid, explica cuál era el sentido de hacer pintadas en las paredes y qué tipo de mensajes se solían dejar. Ella misma explica que eran "pintadas privadas, textos muy cortos y mensajes muy directos".

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El artículo Taller de grafitos y pintadas de Pompeya de Fernando Lillo Redonet explica los tipos de textos que se hacían en las paredes de Pompeya, que son los siguientes:

"En las paredes de Pompeya podemos encontrar lo que se conoce como inscriptiones parietariae. Dentro de ellas hay dos tipos principales:

a) Los tituli picti o pintadas, llamados también dipinti, están escritos en capital rústica más o menos cuidada con pincel de corte recto y pintura roja o negra y suelen contener temas oficiales como carteles electorales (programmata) o anuncios de juegos de gladiadores (edicta munerum), aunque también hay ejemplos de temas menos oficiales como anuncios de objetos perdidos, de alquiler de viviendas, de prohibiciones, de amor...

b) El conjunto más numeroso, alrededor de 5000 entre Pompeya y Herculano, lo constituyen los grafitos: inscripciones trazadas mediante punzón (inscriptiones graphio scriptae) de un estilo más informal y personal y con una temática que abarca un amplio contenido: la escuela, los gladiadores, el amor, los insultos, el recuerdo de paso..."

En cualquier caso, hay que tener en cuenta que el sentido de las pintadas o graffitis ha cambiado con el paso del tiempo. En este sentido, si bien es cierto que en el Imperio romano se utilizaban para transmitir mensajes, en la actualidad, aunque también puedan tener un mensaje, se consideran actos vandálicos, aunque en ocasiones se habiliten zonas para hacer pintadas en el ámbito del muralismo o arte urbano.

Tom Standage en su libro Writing on the Wall (Escribiendo en la pared) nos permite conocer algunos ejemplos de graffitis que se encontraron en Pompeya, con mensajes diversos (dirigidos a determinadas personas, aforismos, recomendaciones...):

  • "En Nuceria gané 8.552 denarios jugando. ¡Juego justo!".
  • "Atimeto me preñó".
  • "Virgula a su amigo Tercio: eres asqueroso".
  • "Samio a Cornelio: cuélgate".
  • "Un problema pequeño se hace más grande si lo ignoras".
  • "Oh, pared, estoy sorprendido de que no te hayas desmoronado, ya que soportas los garabatos tediosos de tantos escritores".
  • "Gayo Sabino saluda con afecto a Estacio. Viajero, come pan en Pompeya, pero ve a Nocera a beber. En Nocera, la bebida es mejor".
  • "Pagarás por tus trucos, posadero. Nos vendes agua y te quedas el buen vino para ti".