Una de las mesas celebradas en el VI Simposio del Observatorio de la Sanidad.

Una de las mesas celebradas en el VI Simposio del Observatorio de la Sanidad. Sara Fernández.

VI Observatorio de la Sanidad (2025)

Decálogo de conclusiones del VI Simposio del Observatorio de la Sanidad: 'Una nueva forma de entender la salud'

La guerra comercial se encuentra entre las principales preocupaciones del sector sanitario. No se puede imponer aranceles sobre aquello que salva vidas.

MÁS INFORMACIÓN: VI Simposio del Observatorio de la Sanidad de EL ESPAÑOL

Invertia
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El VI Simposio del Observatorio de la Sanidad de EL ESPAÑOL e Invertia ya ha concluido. Por sexto año consecutivo, los Estados Generales del sector sanitario se han reunido para analizar la situación del Sistema Nacional de Salud (SNS).

Por la cita se han pasado más de 140 ponentes del Gobierno, de las comunidades autónomas, de las profesiones sanitarias, de la ciencia, de las universidades, de las empresas y de la industria. Sus intervenciones han servido para poner sobre la mesa los principales retos y deberes que España todavía tiene pendientes y que se deben abordar sin demora.

    1. Colaboración entre agentes sanitarios: la colaboración y cooperación entre los diferentes protagonistas del sistema sanitario es clave. No hablamos sólo de la colaboración público-privada (en la que las aseguradoras deben participar), que es indispensable, sino de que las empresas rompan las barreras de la competencia si es necesario para dar la mejor atención al paciente. Para ello, sigue pendiente tanto un pacto de Estado por la Sanidad como una reforma del SNS.

    2. Guerra comercial: los enfrentamientos comerciales entre China, Estados Unidos y la UE preocupan cada vez más a los sectores sanitarios. Las tecnologías y los productos relacionados con la salud, así como los medicamentos, no deben estar sometidos a ningún tipo de tasa comercial. No se puede poner aranceles a aquello que salva vidas.

    3. I+D: Europa está perdiendo la carrera de la innovación en productos sanitarios y farmacéuticos. Ya no lidera los rankings de patentes de medicamentos y ha sido adelantada por China. Para solventar esta situación es necesario revisar los incentivos para la investigación y el desarrollo y no rebajar los periodos de protección por patente.

    4. Plazos de aprobación: es necesaria una rápida revisión de la evaluación de medicamentos y productos sanitarios y recortar tiempos para permitir un rápido acceso de los pacientes a terapias y tecnologías innovadoras. Se trata de algo perentorio especialmente en enfermedades raras, cuyos medicamentos deben contar con su propia vía de aprobación en forma de 'fast track'.

    5. Financiación: la salud no es algo que dure un año. No tiene sentido que la financiación de la sanidad se plantee y dependa de unos presupuestos que tienen 365 días de duración y que ahora están prorrogados. Es necesaria una visión a medio y largo plazo y plantear fórmulas de financiación para la sanidad plurianuales.

    6. Incentivos: las empresas sanitarias necesitan incentivos para impulsar sus inversiones y producción industrial en España. Por ello, es necesario revisar las políticas de precio y financiación, particularmente, de los medicamentos. El precio de los fármacos no puede estar por debajo de su coste ni penalizar la fabricación en España. La nueva Ley del Medicamento y de los Productos Sanitarios debe tener en cuenta estas cuestiones.

    7. Formación: toca revisar y actualizar los programas formativos de las carreras sanitarias, así como darle una vuelta a las cuestiones competenciales para impulsar el interés en especialidades como Atención Primaria. En cualquier caso, la prioridad debe ser que los profesionales colaboren para mejorar la salud del paciente.

    8. Prevención: la salud pública debe ser el manera de la sanidad española. También ante las crisis sanitarias, ante las que debe haber sistemas de vigilancia. Es más eficiente y barato prevenir que curar. Para ello se requiere incentivar los diagnósticos y las campañas de cribado, sobre todo con equidad.

    9. Lo sociosanitario: el envejecimiento y el incremento de las personas dependientes obliga a que lo sanitario vaya de la mano con lo social. Las necesidades en este ámbito se van a disparar en los próximos años y el sistema de salud tiene que tenerlas en cuenta para dar el tan necesario salto de una atención de agudos a una de crónicos.

    10. Inteligencia artificial:  es la gran disrupción del sistema sanitario. Es de tremenda utilidad en todos los campos y permitirá unos saltos de calidad desconocidos hasta ahora. Pero deben implantarse con los controles necesarios, con la adecuada formación del profesional sanitario y respetando los derechos del paciente a la privacidad y a poder conservar y acceder a sus datos de salud.