Cargas de los Mossos contra la manifestación de los CDR en Barcelona que pretendía boicotear la de Jusapol.

Cargas de los Mossos contra la manifestación de los CDR en Barcelona que pretendía boicotear la de Jusapol. Efe

Política CONSEJO DE MINISTROS 21-D

La seguridad del Gobierno, en peligro: "El 30% de los Mossos hará huelga" el 21-D

20 diciembre, 2018 03:35

La "gripe azul", el nombre con el que se conoce entre los Mossos d'Esquadra la huelga encubierta que los agentes del cuerpo tienen previsto realizar este viernes, coincidiendo con la celebración del Consejo de Ministros en la Llotja de Mar de Barcelona, amenaza con hacer descarrilar el dispositivo de seguridad policial diseñado para la protección del Gobierno. "Aproximadamente el 30% del cuerpo hará huelga", ha revelado a EL ESPAÑOL el presidente de Unión de Mossos por la Constitución, Angel Gómez Sánchez"Con la huelga encubierta, toda la coordinación del dispositivo de seguridad se desbarajusta. La mesa se queda con tres patas".

Según Gómez Sánchez, la tensión en el seno del cuerpo de policía autonómico amenaza cualquier tipo de plan de seguridad que haya podido diseñarse para aislar a los miembros del Gobierno de la violencia de los CDR y el resto de manifestantes independentistas. "No es sólo la huelga. El cuerpo esta roto y el Estado debe recuperar competencias. Esto no es partidismo, es necesidad de higiene democrática. Ahora mismo, sólo el 50% de los agentes del cuerpo son leales a la Constitución. Quizá menos. Un 30% son independentistas radicales, es decir desleales a la Constitución. El 20% restante no son abiertamente desleales, pero evitan significarse y se limitan a seguir la corriente. Nadie quiere ser acusado de facha" afirma el presidente la UMC. 

La bandera española, un "trapo sucio"

Entre los chats de WhatsApp de los agentes del cuerpo corría este miércoles por la tarde una anécdota que confirma la división en el cuerpo de la que habla Gómez Sánchez. En una comisaría del área metropolitana de Barcelona, un cabo del cuerpo habría amenazado con "sacar este trapo sucio de aquí", en referencia a la bandera española que ondea en el edificio. La amenaza fue cortada de raíz por otro cabo, este constitucionalista, que le retó con la frase "sal conmigo y a ver si eres capaz". La bandera española, obvia decirlo, sigue colgada todavía en la mencionada comisaría y no parece que vaya a ser descolgada de su mástil ni a corto, ni a medio, ni a largo plazo. 

A la división en el cuerpo se suma la disputa que este mantiene con el Gobierno de la Generalidad por el impago de las pagas extraordinarias de 2013 y 2014 y en reclamación de la prometida equiparación salarial con los bomberos de la Generalidad, paralizada desde hace diez años. El conflicto, enquistado desde hace semanas, ha enrarecido el clima interno del cuerpo hasta extremos impensables hace apenas un par de años, antes del comienzo de la fase dura del procés

Sin acuerdo entre Mossos y Generalidad

La reunión celebrada este miércoles en la Consejería de Interior de la Generalidad entre representantes sindicales del cuerpo y la administración acabó sin acuerdo. A las puertas del edificio del Paseo San Juan de Barcelona se agolparon desde las 16:00 horas aproximadamente doscientos mossos con bengalas, pitos, petardos y pancartas. Según fuentes sindicales, la reunión no fue amable. El Sindicato de Policías de Cataluña (SPC) había pedido el pasado 7 de diciembre la dimisión del consejero de Interior Miquel Buch tras los choques de los Mossos d'Esquadra con los CDR en Gerona y Tarrasa. No ayudó a serenar los ánimos que el presidente autonómico Quim Torra y el mismo Buch amenazaran con "purgar la Brimo", es decir el Área de Brigada Móvil, los antidisturbios de los Mossos d'Esquadra.

La asociación secesionista Mossos por la república, en realidad una sectorial de la ANC, dijo ayer sentirse avergonzada de sus compañeros y les reprochó "protestar en castellano". "Nos avergüenza profundamente la actitud de estos miembros del colectivo mosSOS y el vocabulario que utilizan. Parece creado expresamente para desgastar al Gobierno, dirigido por los mismos que financian a Jusapol. Es curioso que los mossos insulten y protesten en castellano, ¿no os parece?" publicó la asociación en su cuenta de Twitter. En otro tuit, acusaba a la Policía Nacional de preparar la infiltración de agentes entre los manifestantes para generar violencia

La pregunta es obvia. Si doscientos mossos en actitud pacífica lograron bloquear ayer sin excesivos problemas las salidas de la Consejería de Interior de la Generalidad, ¿qué no conseguirán miles de manifestantes violentos este viernes? "Como esto no lo tengan bien previsto va a haber improvisación, actuaciones espontáneas, torpeza e impacto mediático. El peligro es que el Consejo de Ministros quede secuestrado en la Llotja. Aunque sea transitoriamente, durante dos horas. Pero eso va a tener una repercusión mediática mayúscula".

"Esto va a crear una crisis" continúa Gómez Sánchez. "Un Consejo de Ministros no puede estar secuestrado ni tres minutos. 'No salgan, esperen a que la violencia remita' les dirán. ¿Pero cuánto deberán esperar? ¿Una hora? ¿Dos? ¿Cuatro? Eso es inadmisible. Y esa exhibición de debilidad estatal pasará factura. Lo que pueda ocurrir son especulaciones, pero las bases para el conflicto están ahí. Aquí se ha aplicado la táctica del avestruz, pero al final la realidad se va a imponer".

El presidente de la UMC no es optimista de cara al viernes. "La asociación Mossos por la república ha publicado un manifiesto donde sin recato ni disimulo se posiciona contra la legalidad y por la subversión. Y eso ha provocado una honda división en el cuerpo. Todo esto, obviamente, va en detrimento de cualquier tipo de coordinación en el cuerpo durante los dispositivos, y provoca enfrentamientos, división y falta de efectivos. El viernes se va a intentar forzar la intervención de la Policía Nacional y de la Guardia Civil. Se va a intentar el secuestro transitorio del Gobierno. Se va a intentar que haya heridos, lesionados, choques. Mossos por la república comparte esta estrategia. Y entre el constitucionalismo hay mucha pasividad" finaliza Gómez Sánchez.