El nuevo delegado del Gobierno en Galicia, José Miñones (i), junto al secretario general del PSdeG, Gonzalo Caballero.

El nuevo delegado del Gobierno en Galicia, José Miñones (i), junto al secretario general del PSdeG, Gonzalo Caballero. PSdeG-PSOE

Galicia

El nombramiento de José Miñones como delegado del Gobierno en Galicia inquieta en el PSdeG

Pese a que el nuevo delegado, José Miñones, y el secretario general de PSdeG, Gonzalo Caballero, han escenificado su unidad, voces como la del alcalde de Santiago, Xosé Sánchez Bugallo, han visto en su nombramiento un "espaldarazo" a una "promesa política".

31 marzo, 2021 20:27
Santiago de Compostela

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El inesperado nombramiento del ya exalcalde de Ames José Miñones como nuevo delegado del Gobierno en Galicia ha agitado la vida interna del PSdeG, un partido que vivía en una situación de calma tensa desde que en las últimas elecciones autonómicas quedase relegado a la tercera posición, por detrás del Bloque Nacionalista Galego (BNG).

A pesar de los esfuerzos por negarlo por parte tanto del secretario general del PSdeG, Gonzalo Caballero, como del propio Miñones, el relevo de Javier Losada en la Delegación del Gobierno se ha leído como un movimiento de Ferraz para dar proyección a un posible candidato alternativo al actual líder de los socialistas gallegos en el congreso previsto para finales de este año.

No se trata del primer gesto que apunta en esta dirección: Miñones, amigo personal de Pedro Sánchez, había sido de las primeras voces en pedir primarias tras las elecciones autonómicas -esgrimiendo que sería positivo que se situasen lo más lejos posible de unos comicios posibles- y fue el único socialista gallego elegido como ponente en el Congreso Federal de Valencia.

Así, nada más conocer la decisión de Ferraz y superada la sorpresa inicial -en Galicia se desconocía la voluntad de Sánchez de situar a Miñones-, Caballero y el flamante nuevo delegado del Gobierno en la comunidad se apresuraron en escenificar su unidad con un paseo por la Alameda de Santiago, exhibiendo "lealtad" y "coordinación total".

"José Miñones es un buen amigo, compañero, miembro de la Comisión Ejecutiva Nacional Gallego y con quien tengo una relación cordial y fluida", destacó el líder de los socialistas gallegos, quien alabó su "buen trabajo" tanto en la alcaldía como en el partido.

Caballero también trató de restar importancia a lo que tachó de "los rumores típicos de estos procesos", tras lo que incidió en que la ciudadanía gallega "no entendería otra prioridad" que no fuese la defensa de la gente ante la actual crisis.

En la misma línea, Miñones le transmitió su "lealtad" a Caballero y prometió "dedicación" a su nuevo cargo, que recibe con una sensación "agridulce" al abandonar el Ayuntamiento de Ames, donde fue concejal desde 2009 y alcalde desde 2015.

"Estoy en la Ejecutiva del PSdeG gracias a Gonzalo, que confió en mí", sentenció el nuevo representante del Ejecutivo central en Galicia, que tomará posesión de forma oficial después de Semana Santa.

Otras voces

A pesar de la puesta en escena de Caballero y Miñones, otras voces han rechazado el mensaje de unidad: el alcalde de Santiago, Xosé Sánchez Bugallo, no coincide con su secretario general e interpreta el nombramiento como un "espaldarazo" a "una promesa política".

"José Miñones representa un perfil totalmente distinto al de los anteriores delegados del Gobierno, cuyo nombramiento suponía una culminación de su carrera política, una lectura que es evidente que no cabe en este caso", ha sentenciado.

Aunque Caballero entiende que las especulaciones sobre el futuro de Miñones se enmarcan dentro de "los rumores típicos de estos procesos", este viernes su secretario de organización, José Antonio Quiroga, ha tenido que insistir nuevamente en que habrá "coordinación total" entre partido y Delegación del Gobierno y ha pedido abandonar "el ruido innecesario".

"Ahora no cabe más que trabajar frente a la crisis con total lealtad con la dirección del PSdeG y con el secretario general elegido por la militancia: no es momento de medias tintas ni de jugar a confundir, nadie entendería que nos dedicásemos a hablar de nosotros mismos en lugar de buscar soluciones a los problemas de la gente", ha concluido Quiroga.