Bomberos trabajando en el incendio de la Mezquita Catedral de Córdoba. Córdoba
Una barredora eléctrica desenchufada provocó el incendio de la Mezquita de Córdoba, según la Policía
Uno de los arquitectos conservadores de la Mezquita-Catedral señala que los trabajos de emergencia están "ejecutados en más de un 90%".
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El incendio de la Mezquita de Córdoba se originó en una máquina barredora eléctrica que estaba en un almacén. Así lo confirma el informe de la Policía Científica que se ha conocido este miércoles y que confirma que el fuego fue accidental.
Estos datos, junto con el resto de la información, están en el informe que la Policía Nacional ha remitido al Juzgado de Instrucción número 2 de Córdoba, donde se instruye la investigación sobre el fuego declarado este.
Tras unas semanas de labores, uno de los arquitectos conservadores de la Mezquita-Catedral, Gabriel Rebollo, informó hace unos días de que los trabajos de emergencia para garantizar la seguridad del conjunto monumental se encuentran "ejecutados en más de un 90%".
Además, señaló que el Cabildo tiene previsto implementar un sistema de nebulización en todo el edificio, el cual "actúa como medida anti fuego".
En declaraciones a Europa Press Televisión, Rebollo detalló que los daños ocasionados por el incendio del 8 de agosto se han concentrado en tres áreas específicas, entre ellas la cubierta de tres capillas y la del vestíbulo de la Puerta de San Nicolás.
Catedral
Según sus estimaciones, la superficie afectada "ronda los 80 metros cuadrados, lo que representa aproximadamente un uno por ciento del conjunto monumental de la Catedral". "El fuego se confinó en una zona muy pequeña; el verdadero riesgo era que pudiera haberse extendido", advirtió.
En este sentido, precisaba que algunas de las cubiertas colapsaron tras las llamas, mientras que otras han quedado "inutilizadas". No obstante, ha destacado que "la suerte" fue que las dos capillas más valiosas de la Mezquita-Catedral -la Capilla de San Nicolás y la del Espíritu Santo- cuentan con cubiertas de piedra que actuaron como barrera, soportando el peso de la estructura de madera que se cayó sobre ellas. Gracias a esto, ambas capillas "han sufrido realmente muy pocos daños".
La capilla que ha sufrido "más daños", según el relato de Rebollo, es una tercera con una bóveda de crucería construida en cañizo, sin capacidad estructural resistente, lo que provocó su colapso durante el incendio, dejando el habitáculo "a cielo abierto". No obstante, ha subrayado que el retablo de esta capilla casualmente ha sido el menos afectado por las llamas y el humo.
Asimismo, señaló un "último daño" registrado en la Catedral: una columna que, por el momento, permanece apuntalada para evitar riesgos de colapso estructural del edificio. Además, el humo causó el ennegrecimiento de varias bóvedas y otras zonas del edificio, que también están siendo objeto de restauración.