María Jesús Montero ante el Comité Director del PSOE-A.
Montero intenta contener la crisis en el PSOE desde Cádiz: “Nos repugna la corrupción y somos abolicionistas"
La socialista afirma que a Sánchez se le ve muy "delgado" porque "sufre y está al pie del cañón, empujando España cada día"
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"Nos repugna la corrupción" y "somos un partido abolicionista". Así se ha expresado la vicepresidenta primera del Gobierno y nueva candidata del PSOE a la Junta de Andalucía, María Jesús Montero, en su primer acto político tras ser proclamada oficialmente cabeza de cartel para las elecciones autonómicas, previstas para junio de 2026.
En un mitin del PSOE andaluz, la dirigente ha querido marcar distancias con los escándalos que han sacudido al partido en las últimas semanas y ha lanzado un discurso centrado en la ejemplaridad, la ética y la defensa de la dignidad de las mujeres.
"Nos repugna más que a nadie la corrupción. Nos repugnan aquellos comportamientos que se alejan de la ejemplaridad que los hombres y mujeres de nuestro partido se tienen que autoexigir", ha afirmado Montero.
También ha aprovechado la ocasión para entonar una defensa hacia el presidente del Gobierno, de quien ha afirmado que está "más delgado" porque "sufre y está al pie del cañón, empujando España cada día".
Su intervención ha buscado en todo momento frenar el desgaste que sufre el PSOE por las investigaciones abiertas y los audios filtrados con referencias a prostitución, tráfico de influencias y comportamientos machistas.
Sin citar casos concretos, Montero ha sido tajante al asegurar que su partido "no va a permitir ningún comportamiento de nadie, por importante que sea, que ensombrezca el trabajo" de sus concejales, alcaldes y diputados.
Y ha añadido: "Nos avergonzamos cuando salen a la luz algunos audios o comportamientos con los que no nos identificamos. Todo lo contrario: los rechazamos y los combatimos cada día".
La intervención ha servido no solo para lanzar su precampaña autonómica como candidata a la presidencia de la Junta, sino también para fijar posición ante una coyuntura nacional complicada para el PSOE, con la imagen del partido dañada por los escándalos y con la presión creciente en sus propias filas.
Los votantes socialistas, más "exigentes"
"A veces me dicen: ‘Vicepresidenta, cuando la corrupción le toca al PP, como que importa menos’. Y yo digo: afortunadamente, porque los votantes de mi partido son mucho más exigentes con los comportamientos ejemplares que otras fuerzas políticas. Y nos duele más", ha afirmado, apelando a la supuesta superioridad ética del electorado socialista.
Montero ha defendido que su partido actúa con rapidez y contundencia: "Pedimos responsabilidades políticas, exigimos las entregas de cargos públicos y expulsamos del partido a quienes no representan nuestros valores".
Y ha reivindicado la labor de los "miles de hombres y mujeres socialistas" que, según ha dicho, "se están dejando la piel" en las instituciones, sin que su trabajo quede ensombrecido por casos puntuales.
Un partido "abolicionista"
Uno de los tramos más contundentes del discurso ha sido el dedicado a la defensa de la abolición de la prostitución, con el que Montero ha querido responder a la indignación generada por las grabaciones descubiertas de Ábalos y Koldo.
"La prostitución es una manera de explotar a las mujeres, de denigrarlas, de cosificarlas, de creer que el dinero paga hasta la dignidad de aquellas que se ven obligadas a someterse a una actividad que ninguno de nosotros querríamos ni para nuestras hijas, ni para nuestras hermanas, ni para nuestras amigas", ha afirmado la sevillana.
En este sentido, ha confirmado que el PSOE volverá a presentar en septiembre su proyecto de ley para abolir la prostitución en España.
La medida quedó bloqueada en la anterior legislatura y el partido la quiere recuperar como símbolo de compromiso con los derechos de las mujeres. "Este partido es abolicionista, y no vamos a dar ni un paso atrás”, ha zanjado.
Con este discurso, Montero ha arrancado oficialmente su carrera hacia San Telmo con un intento claro de contener los daños políticos, reforzar la imagen de firmeza y blindar el discurso feminista del PSOE, a pesar de las grietas abiertas en los últimos meses.
El desafío al que se enfrenta no será menor: reactivar a un PSOE andaluz en horas bajas y hacer frente al PP de Juanma Moreno, que se encuentra en plena forma y con mayoría absoluta.