Personal sanitario del Hospital Reina Sofía de Córdoba.

Personal sanitario del Hospital Reina Sofía de Córdoba. EFE Córdoba

Andalucía CORONAVIRUS

El 'milagro Andalucía': por qué tiene el índice de infectados más bajo entre las regiones más pobladas

Rápida reacción, seguimiento de las cadenas de transmisión y planificación hospitalaria, entre las claves del éxito de la Junta.

20 abril, 2020 03:46
Sevilla
Una rápida actuación inicial sobre los primeros afectados, que permitió trazar las cadenas de transmisión, y una planificación hospitalaria están siendo las bazas fundamentales de Andalucía para luchar contra el Covid-19. Eduardo Briones, epidemiólogo del Distrito Sanitario de Sevilla y director de la Unidad de Salud Pública, considera la pregunta del millón el por qué es Andalucía, de las comunidades más pobladas de España, la que registra menos casos en función de su población. Reconoce que la respuesta a lo que algunos ya llaman el "milagro andaluz" es complicada, pero cree que esas dos cuestiones han sido fundamentales.

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Briones, en declaraciones a EL ESPAÑOL, pone el acento en el trabajo de la Red de Vigilancia Epidemiológica existente en Andalucía y en el esfuerzo de control que se hizo con los primeros casos.

Como ya publicó este periódico, el día 26 de febrero se registró el primer caso en Andalucía. Se trató de Miguel Ángel Benítez, de 62 años y residente en Sevilla. Con toda probabilidad se contagió durante una convención de banca en Málaga, provincia foco de la comunidad, a la que habían asistido unas 50 personas.

A todos los que estuvieron en esa convención se les dio recomendaciones generales de prevención de contagio y se constató que algunos de ellos habían tenido contacto con personas asiáticas. En concreto, se pudo saber que un compañero de Miguel Ángel, que trabaja en una oficina bancaria de Marbella, asistió en esta ciudad de la Costa del Sol a una fiesta flamenca en la que trató con una pareja procedente de la ciudad china de Shanghái. "Se pudieron trazar cadenas de transmisión para ver donde se había producido el contagio", asegura el epidemiólogo.

Dos semanas claves

Así, desde el 26 de febrero, cuando fue detectado este primer caso, hasta el 5 de marzo, los positivos contrastados no superaron la quincena. Estas dos semanas fueron claves para la contención, ya que se pudieron trazar esas cadenas de transmisión y se hicieron estudios del foco.

En esas fechas un solo caso como el de Miguel Ángel comportó una seria alteración de cien personas: el medio centenar de compañeros de la reunión de trabajo de Málaga, varios allegados en Sevilla y 69 sanitarios a los que se puso bajo observación tras haberlo tratado sin protección en el hospital Virgen del Rocío.

"Hubo un margen razonable para evitar una explosión de casos y tener servicios hospitalarios preparados", señala Briones. Probablemente, el origen de muchos contagios se situó en torno al puente de Andalucía, manifestándose los síntomas a partir del 10 de marzo.

Red de vigilancia

En Andalucía existe una Red de Vigilancia Epidemiológica consolidada con un sistema de información y una dinámica de trabajo experimentada, señala el epidemiólogo. Asegura también que, aunque no es comparable, el brote de listeria ocurrido en varias provincias el pasado mes de agosto "sirvió de banco de pruebas".

Gracias a esta red pudieron estudiar los primeros casos uno por uno y poner medidas de control. Cabe recordar que a finales de enero la Consejería de Salud y Familias constituyó una comisión de seguimiento del coronavirus en la comunidad con el objetivo de controlar su evolución y impulsar medidas de prevención. Eduardo Briones forma parte del mismo.

En cuanto a la planificación, el epidemiólogo considera acertado que se haya hecho de forma paulatina y siempre poniendo a disposición un margen alto de plazas hospitalarias. El plan 9.000 se activó cuando los contagiados no llegaban a los 5.000 y el 15.000, con unas 20.000 camas dispuestas y casi 1.400 UCIs, en centros públicos y privados, cuando los contagiados llegaron a 9.000.

Además, se han medicalizado hoteles como el Ilunión Alcora de Sevilla y la residencia de tiempo libre de la Línea, sobre todo para pacientes procedentes de residencias; hay un listado de hoteles dispuestos para medicalizar, y está preparado un hospital en la Ciudad Deportiva de Carranque en Málaga con 400 plazas hospitalarias y diez UCIs, que podría ser utilizado como instalación sanitaria si las necesidades y evolución de la crisis lo requiriesen.

En las residencias

Una actuación que también se realizó antes de la orden del mando único del Gobierno fue la realizada en las residencias de mayores: "Se hizo pronto y se les puso en alerta, lo que dio tiempo a reaccionar"

Andalucía cuenta con 1.046 centros asistenciales -entre residencias de mayores y otros centros-. En las primeras han fallecido unas 300 personas y 16 en otros centros sociosanitarios, lo que supone tres casos por cada 100.000 habitantes. 38.004 residentes no presentan a día de hoy síntomas ningunos del Covid-19 ni están en aislamiento, mientras que hay 1.675 casos confirmados.

Tras más de un mes de confinamiento, al cierre de esta edición, en Andalucía se han acumulado 11.425 contagiados confirmados, de los cuales 221 son nuevos, y 993 fallecidos, 26 más que el sábado. 

Pero hay datos esperanzadores. Los curados, 3.116, triplican a los fallecidos y suponen un 27 por ciento de los contagiados y el número de hospitalizaciones registrado en los centros sanitarios andaluces ha descendido un 58 por ciento desde que en la región se alcanzó el pico máximo de ingresos por coronavirus el pasado 30 de marzo.

En concreto, el máximo pico se alcanzó con 2.708 pacientes ingresados en los hospitales andaluces y, hasta este domingo, las personas hospitalizadas habían descendido a 1.133.

Ocurre lo mismo con los pacientes que han precisado su traslado a la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI). En la actualidad hay 289 personas, un 34 por ciento menos que el pasado 31 de marzo, fecha en la que se alcanzó los 438.

Además, la tasa de mortalidad en Andalucía por millón de habitantes ronda el centenar y a nivel nacional sobrepasa los 400 por millón, superior a países como Francia, Países Bajos, Reino Unido, Suiza o Luxemburgo. 

En cuanto a la tasa de crecimiento, Andalucía es una de las comunidades en la que esta tasa -indica el incremento porcentual medio de casos en las dos últimas semanas- es más baja. En concreto, se encuentra en un -4,7 por ciento y muestra una curva a la baja muy pronunciada, junto a otras como Ceuta, Melilla, Canarias, Galicia o La Rioja. Si bien la tendencia media nacional es negativa, excepto en comunidades como Extremadura, Asturias, Cantabria y Castilla y León, hay mucha diferencia entre autonomías.

Vuelta a la normalidad

"La idea es que sea de manera paulatina", asegura el epidemiólogo Eduardo Briones. Además sostiene que por la forma de transmisión del virus lo más probable es que siga circulando. De ahí, el temor a un posible rebrote. 

Ante esta posibilidad, la Junta de Andalucía ha puesto en marcha un grupo de trabajo de alta frecuentación para estar preparados ante la posibilidad de que, en la época de otoño-invierno de 2020-2021, coincidiera una epidemia de gripe con un nuevo brote de coronavirus.

"El riesgo de rebrote está ahí" y al ser Andalucía una de las comunidades con la incidencia más baja tiene una desventaja: "la población susceptible de enfermar puede ser alta".

Entiende que la economía tiene que funcionar, refiriéndose a poner fin al confinamiento, pero considera fundamental para ello que el nivel de incidencia de la enfermedad se sitúe en casos mínimos controlables para evitar un nuevo brote. A su juicio, hay que seguir incrementando la capacidad de hacer test porque el gran problema radica también en la agilidad para detectar precozmente los casos y evitar nuevos contagios en la medida de lo posible.

"Nosotros vamos haciendo análisis epidemiológicos día a día. Jugamos partido a partido para ir observando cómo va evolucionando el virus y cómo se va comportando dentro de la población", concluye Briones.