La presidenta de la asociación Hablamos Español, Gloria Lago, ha enviado una carta al Defensor del Pueblo denunciando "un nuevo caso de adoctrinamiento en la enseñanza en Galicia" que se habría dado durante la celebración de Correlingua en Orense. Una actividad que tiene el objetivo de promover el uso del gallego entre los escolares. 

La presidenta explica que "el pasado día 15 de mayo se celebró en la ciudad de Orense el Correlingua. Una actividad organizada por entidades de corte nacionalista, que se presenta como carrera lúdico-pedagógica destinada a promover el uso del gallego entre los escolares".

Durante la jornada, prosigue, "los alumnos, bajo la supervisión de sus profesores fabrican pancartas y otro material". Y es en una de esas pancartas, "que portaban alumnos de 1º curso de ESO", se podía leer: "No seas borrego habla gallego".

En opinión de Lago "no es necesario extenderse para explicar lo reprobable del mensaje dirigido a los escolares, la mayoría de ellos, además, de lengua materna español, si tenemos en cuenta  los datos oficiales, que hablan de un porcentaje de ocho hispanohablantes por cada diez niños gallegos".

"Es muy diferente animar a que los niños de Galicia utilicen, al menos parcialmente, el gallego, a lanzar mensajes ofensivos para aquellas personas que no siempre lo utilizan y ya no digamos para los que optan por no hacerlo en el ejercicio de su libertad", añade.

Finalmente le pide al Defensor del Pueblo "que intervenga ante la Administración responsable de la forma que considere más adecuada y pertinente", y le recuerda que "en anteriores ocasiones nos hemos dirigido a la Xunta de Galicia para denunciar casos de este tenor. En ninguno de ellos obtuvimos la menor respuesta positiva".

El profesor que no puede escribir en español

El pasado mes de marzo la asociación también denunció el caso de un profesor del Conservatorio Profesional de Vigo al que no se le permitía escribir las actas en español. 

Emilio Álvarez contaba su experiencia en un vídeo en el que explicaba que todo comenzó cuando, durante una evaluación de calidad del centro donde trabaja, los inspectores detectaron que el acta oficial estaba redactada en español. 

Según los inspectores, el español no era la lengua requerida por la administración, por lo que, a partir de ese momento, la dirección del conservatorio exige a sus empleados "una redacción exclusiva en lengua gallega de toda la documentación del centro. Incluidos informes, plantillas, programaciones, etc".