La Guardia Civil ha localizado los cuerpos de cuatro personas en Pioz.

La Guardia Civil ha localizado los cuerpos de cuatro personas en Pioz. Pepe Zamora Efe

España Crimen en Guadalajara

“Esta gente estaba huyendo de algo”: dicen los vecinos de los cuatro descuartizados en Pioz

"Un hedor insoportable, a carne podrida" era lo que salía de la casa, según comentaba uno de los residentes de la urbanización en la tarde del domingo.

19 septiembre, 2016 02:22
Guadalajara

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La zona de los Sauces es una tranquila calle de casas de ladrillo rojo en la urbanización de la Arboleda, en la localidad alcarreña de Pioz. Se trata de un lugar apacible, de chalets a "precios de saldo", según cuentan algunos vecinos. Allí, en el chalet número 594, han sido encontrados en la noche del sábado al domingo los cuerpos descuartizados de los cuatro miembros de una familia que apenas llevaban un mes residiendo en el lugar.

Anoche, el vecino del chalet contiguo detectó un mal olor que le llamó la atención al pasar por delante de la vivienda. El hombre volvía a su hogar, pero el hedor que surgía de la casa de sus vecinos le puso en alerta. Entonces avisó al personal de seguridad, que a su vez llamó a la Guardia Civil, que comenzó a trabajar en la zona de madrugada. Dentro de la vivienda encontraron cuatro cuerpos descuartizados y guardados en bolsas de basura: un matrimonio brasileño de 40 años y sus hijos: un niño de un año y una pequeña de cuatro.

El hombre del sombrero

A las nueve menos diez de la tarde las luces de las farolas son lo único que iluminan la pequeña calle de los Sauces. El alcalde de la localidad, Ricardo García, camina mirando al suelo con los brazos cruzados en la espalda de un lado a otro. Habla con los policías, con la Guardia Civil, con los vecinos y la prensa. Consternado como todos, todavía no se explica qué es lo que ha podido ocurrir. "Este es un lugar tranquilo. Ni siquiera les conocíamos porque llevaban muy poco tiempo aquí. Todavía no habían matriculado a los hijos en ninguna escuela, aunque ellos ya estaban empadronados en el pueblo".

"Un hedor insoportable, a carne podrida" era lo que salía de la casa, según comentaba uno de los residentes de la urbanización en la tarde del domingo. Los lugareños corroboraban que la familia llevaba viviendo un tiempo entre la urbanización y el pueblo desde el pasado 21 de julio. El hombre, padre de la familia, se dejaba ver poco por las inmediaciones de la urbanización de La Arboleda. No obstante, quienes lo veían aseguran que la mayor parte de las veces lucía un distintivo particular. "Llevaba siempre un sombrero".

El hallazgo de los restos humanos se ha producido tras recibir un aviso de un vecino.

El hallazgo de los restos humanos se ha producido tras recibir un aviso de un vecino. Pepe Zamora Efe

Durante toda la tarde las fuerzas de seguridad han estado recogiendo pruebas en el interior de la vivienda. Es pronto todavía. Toca esperar a que los cadáveres, ya trasladados a Guadalajara, sean analizados a conciencia. Ahora las hipótesis de la Guardia Civil se vuelven a observar lo que algunos vecinos comentan: la posibilidad de que se trate de un ajuste de cuentas. Los vecinos de las casas más cercanas, de la propia urbanización reconocen que les habían visto poco.

"Estaban huyendo de algo"

Los curiosos se agolpan en torno al cordón policial que todavía entrada la noche rodea la casa número 594. Algunos vecinos sacan a pasear al perro y se encuentran con una situación poco habitual. Coches de prensa, vehiculos de la Guardia Civil, cámaras y micrófonos. "Ni me había enterado de quiénes eran. Lo supe hoy por las noticias". Sin embargo, un grupo de jóvenes habituales en la zona comenta lo ocurrido. "Todo esto es muy raro. Lo que parece es que sea un ajuste de cuentas".

-¿Qué quiere decir ajuste de cuentas?

-"No sé, yo creo que estaban huyendo de algo. Estarían metidos en algo raro".

Cuando cae la noche todas las hipótesis siguen abiertas para la policía, para el alcalde y para los vecinos. Sin embargo, y a la espera de más investigaciones, comienza a cobrar fuerza la idea de que la familia brasileña llegó al tranquilo pueblo de Pioz huyendo de algo que, al final, les acabó dando caza en su propia casa.