De izquierda a derecha, Rodrigo Guerrero, Marina Estrada, Elena Olmos y Paula Valdelvira.
Los cuatro 'Greta Thunberg' españoles que ha elegido el Gobierno de Sánchez para hablar en la COP30 de Brasil
Una indigenista, un experto en estrés hídrico, una especialista en sostenibilidad y una activista formarán parte de la delegación de España.
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Elena Olmos, Marina Estrada, Paula Valdelvira y Rodrigo Guerrero. Ellos son los elegidos para formar parte de la delegación española que acudirá a Belém (Brasil) el próximo 10 de noviembre para participar en la 30ª Conferencia de las Partes (COP30) sobre cambio climático de Naciones Unidas.
Los cuatro tienen entre 19 y 25 años y viven en diferentes zonas de España. Y todos se convertirán, de una manera u otra, en la voz de la juventud española en una cumbre del clima clave para el futuro de las negociaciones climáticas.
Su participación se enmarca en el programa Generación Clima COP30, una iniciativa de la Fundación Biodiversidad y la Oficina Española de Cambio Climático que ofrece becas de formación orientadas a jóvenes interesados en la acción climática.
Los seleccionados, que aseguran en declaraciones a EFEverde que no se esperaban ser elegidos, están realizando una formación en línea de tres meses que terminará en diciembre y que busca convertirlos en verdaderos expertos en acción por el clima.
Con una remuneración de 750 euros (y todos los gastos pagados para acudir a la COP30), esta preparación tiene como objetivo familiarizar a estos jóvenes con los procesos de negociación internacional y capacitarlos para representar las perspectivas de la juventud española durante la cumbre.
¿Quiénes son?
Estos jóvenes, como explica Paula Valdelvira, de 25 años, representan "a la juventud de España y a la juventud global". E insiste en que pueden "aportar una visión más crítica, generar mayores demandas como generaciones jóvenes y también en representación de las generaciones futuras".
Tal y como recoge la agencia de noticias, Valdelvira, originaria de la sierra de Madrid, cuenta con formación en Relaciones Internacionales, un máster en Sostenibilidad y un posgrado en Pueblos Indígenas, Derechos Humanos y Cooperación. Vinculada al activismo ambiental desde su etapa universitaria, participó como voluntaria en la COP25 celebrada en Madrid.
También colaboró en aquella edición Rodrigo Guerrero, madrileño de 24 años, graduado en Física y con un máster en Energía. Actualmente, está iniciando un doctorado centrado en sistemas de captación de agua atmosférica en regiones con riesgo de estrés hídrico. Para él, esta oportunidad representa una forma de implicarse en los aspectos más políticos de la acción climática y comprender mejor los procesos de decisión sobre financiación y ciencia.
Elena Olmos, de 25 años y natural de Jijona (Alicante), trabaja en la gestión de proyectos internacionales con componentes de sostenibilidad. Afirma que su conexión con la naturaleza, derivada de haber crecido en un entorno montañoso, ha influido en su trayectoria profesional. Considera que la COP30 será una oportunidad para destacar el papel de la sociedad civil, la juventud y las comunidades indígenas en la lucha contra el cambio climático.
La más joven del grupo es Marina Estrada, de 19 años y originaria de Gijón (Asturias). Estudia un doble grado en Derecho y Administración y Dirección de Empresas, además de Relaciones Internacionales. Forma parte del equipo organizador de la Conferencia Juvenil Española de Cambio Climático (LCOY), celebrada en julio en Granada, y concibe la crisis ecológica como una cuestión de justicia social.
¿Qué harán en Brasil?
Durante la COP30, los cuatro jóvenes participarán en el pabellón de España organizando de mesas redondas, foros y otras actividades en las que expondrán las conclusiones del LCOY. Sus propuestas se centran en áreas como la mitigación, la adaptación, la financiación y los sistemas agroalimentarios.
Entre sus propuestas se encuentran objetivos tan ambiciosos como desarrollar compromisos concretos para avanzar hacia una transición que deje atrás los combustibles fósiles, triplicar la energía renovable, duplicar la eficiencia energética a nivel mundial o que se incluyan "de forma significativa" las recomendaciones y los informes del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) en las negociaciones.
Los cuatro jóvenes insisten en la necesidad de una transformación estructural compatible con el límite de aumento de temperatura de 1,5 grados por encima de los termómetros preindustriales establecido en el Acuerdo de París. Y que se haga, además, desde el respeto a los límites planetarios y en modelos económicos sostenibles, sociales y solidarios.