María y Antonia Plomer, hermanas y socias de Zafiro Hotels.

María y Antonia Plomer, hermanas y socias de Zafiro Hotels. Cedida

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María y Antonia Plomer, las hermanas que rompen el techo de cristal del agroturismo en la sierra de Tramontana

En su establecimiento 'slow' apuestan por los productos locales, la producción propia y hacer una pausa al frenesí de la vida en el campo balear. 

Más información: El futuro (sostenible) del turismo: cómo convertirse en ‘ecoturista’ en cinco pasos

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"Siempre es una gran satisfacción poder demostrar que el liderazgo femenino es posible en un sector en el que el hombre siempre ha tenido un mayor protagonismo. Actualmente, solo el 19 % de los puestos directivos del sector hotelero en España está ocupado por mujeres", ponen en valor María y Antonia Plomer, hermanas y socias al frente de Zafiro Hotels.

En Baleares, donde el turismo supone más del 45% del PIB, la presencia femenina en la alta gestión es todavía menor. "Menos del 15% de las cadenas están lideradas por mujeres en propiedad o dirección general", expresan.

Según datos cruzados de Exceltur y la Federación Empresarial Hotelera de Mallorca (FEHM), el liderazgo sigue concentrado en manos masculinas, con apellidos como Escarrer (Meliá), Riu, Barceló o Fluxá (Iberostar) dominando el mapa empresarial.

Las hermanas Plomer explican su receta para estar en el número 21 de facturación (con 176 millones en 2024) de las grandes cadenas hoteleras españolas: "Hemos construido una cadena que combina liderazgo femenino y sostenibilidad para transformar la experiencia del viajero con trabajo constante, coherencia y profesionalidad".

"El reto es la credibilidad, y eso se gana con hechos, no con discursos. Contamos con más de 1.600 empleados y 14 establecimientos en Mallorca y Menorca", manifiestan las herederas de la empresa familiar que hoy tienen el mando operativo del grupo.

Una excepción visible

"Ser mujer no es una etiqueta en nuestra gestión, pero sí somos conscientes de que aún somos minoría en determinadas mesas. Lo importante es estar en ellas con argumentos y resultados", afirma María Plomer.

A lo que añade: "En un sector altamente competitivo y mayoritariamente liderado por la figura masculina, afianzar nuestra credibilidad ha sido el reto más importante".

"Nuestro liderazgo se nutre de una visión humana y colaborativa, sin perder el foco en resultados. Cuidamos mucho el detalle, fomentamos un buen ambiente laboral y ponemos a las personas en el centro", explican las dos hermanas.

Y continúan: "Todos los equipos humanos de nuestra compañía reciben una formación continua relativa a las prácticas responsables y sensibilización medioambiental, reducción del desperdicio alimentario y una orientación en su trabajo diario hacia la mejora de procesos y la transformación en prácticas más sostenibles. Así, juntos, todos sumamos".

Ese enfoque también se refleja en la forma en que imaginan el futuro del turismo, apostando para que la sostenibilidad deje de ser tendencia para convertirse en norma.

Entre naturaleza y olivos

La mejor prueba de su visión se encuentra en Son Sabater by Zafiro, su establecimiento de agroturismo en plena Sierra de Tramontana. Con tan solo 12 habitaciones y tres villas, este hotel se aleja de los grandes complejos y reivindica la calma, la conexión con el entorno y la autenticidad.

Se trata de una antigua casa mallorquina del siglo XVI rodeada de encinas, olivos y algarrobos, donde el viajero puede vivir el ritmo pausado de un pueblo de interior, degustar producto local y descubrir el alma de la isla.

Vista de Son Sabater by Zafiro, el agroturismo en plena Sierra de Tramontana, rodeado de olivos y encinas centenarias.

Vista de Son Sabater by Zafiro, el agroturismo en plena Sierra de Tramontana, rodeado de olivos y encinas centenarias. Cedida

"Queríamos un refugio íntimo y auténtico, un proyecto muy personal que refleja nuestra forma de entender el turismo slow: tranquilo, natural y conectado con lo local", cuentan.

Destaca la plantación de 1.500 olivos (variedades arbequina y picual) y 600 algarrobos autóctonos mallorquines. Especies mediterráneas, resistentes y de bajo consumo de agua, que cuando alcancen su madurez contribuirán a absorber hasta 6 toneladas de CO₂ al año.

Junto a las 12 hectáreas de alzinar (Quercus ilex o encina mediterránea) ya existentes, estas plantaciones consolidan a esta antigua finca mallorquina como un proyecto ligado a la tradición.

Además, cuentan con sus propios tomates, alcachofas, berenjenas, sandías, melones, pimientos… En su gran mayoría, productos tradicionales de la huerta y la cocina mallorquina. A los que se suman hierbas aromáticas mediterráneas también cultivadas en la finca (romero, albahaca, hierbabuena…).

Esta temporada su propia huerta ecológica ya ha producido más de 1 tonelada de frutas y hortalizas, que llega directamente a la mesa de sus huéspedes a través del restaurante Son Sabater, que está abierto al público para el deleite de todos.

De la huerta ecológica del agroturismo salen frutas y hortalizas que abastecen la cocina con producto local y de temporada.

De la huerta ecológica del agroturismo salen frutas y hortalizas que abastecen la cocina con producto local y de temporada.

Esta apuesta por el kilómetro cero permite mantener la esencia local, pero también contribuir a reducir el transporte y las emisiones. El cultivo se mantiene con prácticas respetuosas con el entorno, como la trituración de restos de poda para usarlo como abono natural, evitando la quema y reduciendo emisiones de CO₂.

Además, la finca dispone de aljibe propio, que suministra agua a todo el establecimiento, siendo 100% autosuficiente.

Proveedores locales

En su apuesta por el producto de proximidad, han tejido una red con productores de la isla: desde la sobrasada o el aceite de oliva virgen extra, hasta la artesanía mallorquina de Teixits Vicens o los capazos elaborados a mano por artesanos baleares.

"Los proveedores locales son motor de la economía y su trabajo enriquece la experiencia de nuestros huéspedes", destacan las hermanas. "La interiorista mallorquina Marga Rotger es quien se encarga de nuestra línea visual vanguardista e inspiradora, muy centrada en cada detalle".

Turismo con propósito

En un momento en el que Mallorca busca reinventar su modelo turístico, la historia de estas dos hermanas demuestra que hay otra manera de liderar el sector: con mirada femenina, sostenible y consciente, apostando por un turismo que deja huella.

Eso sí, de la buena: eficiencia energética, reducción del plástico, gestión responsable del agua, iluminación LED, climatización inteligente y formación continua para sus equipos. Una filosofía que no solo reduce impacto, sino que también mejora la experiencia del viajero y deja una huella positiva en la comunidad.

Conscientes de que representan un referente para muchas jóvenes, las hermanas Plomer lanzan un mensaje a las nuevas generaciones: "El liderazgo no tiene género. Se trata de preparación, esfuerzo, pasión y corazón. Que no dejen de soñar ni de luchar por lo que desean".