Retrato de Lucía Ruiz de Aguirre, fundadora de Lalura.

Retrato de Lucía Ruiz de Aguirre, fundadora de Lalura. Cedida

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Lucía Ruiz de Aguirre creó Lalura, un proyecto de prendas hechas a mano, sin costuras y que "duran para siempre"

A través de materiales 100% naturales, ha logrado crear un negocio basado en dos líneas: las prendas ya tejidas y los kits DIY.

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Lucía Ruiz de Aguirre se dedica a diseñar punto desde hace casi 10 años. Ha trabajado como diseñadora —haciendo bocetos para otras marcas—, pero también como patronista y vendedora. 

Inició su propia plataforma de venta de instrucciones para tejer. Sin embargo, ese primer proyecto quebró, y Ruiz de Aguirre se quedó con "la espinita" de tener su propia marca. 

Tiempo después encontró un programa de formación en Galicia, gestionado por el equipo de Roberto Verino, y fue ahí donde arrancó Lalura, un proyecto de prendas sin costuras, tejidas a mano sin moldes ni máquinas. 

Desde entonces, la apuesta de Ruiz de Aguirre no ha dejado de evolucionar. Y es que, para ella, la clave está en buscar la rentabilidad en los negocios "desde el minuto uno", motivo que le llevó a reorientar el plan de negocio de la marca.

En un principio, el objetivo era vender prendas tejidas a mano para "cualquiera que pasara por delante".

Lalura, la marca sostenible de Lucía Ruiz de Aguirre.

Lalura, la marca sostenible de Lucía Ruiz de Aguirre. Cedida

Sin embargo, explica Ruiz de Aguirre en una entrevista con ENCLAVE ODS, se dio cuenta de que su comunidad se concentraba en personas que tejían sus prendas a partir de sus diseños, por lo que tuvieron que ampliar miras. 

"Se tomó la decisión de dar un giro a la empresa y sacar dos líneas de negocio", indica. Por un lado, hacían prendas para quienes no saben tejer y, por otro, vendían al material y las instrucciones de ese mismo material para que cada uno pudiera tejerlo desde su hogar. 

Artesanía pura y dura

Lalura es un proyecto artesanal. Pero como, dice Ruiz de Aguirre, eso implica un proceso "lento", porque se tardan muchos días en confeccionar cada prenda. Aunque asegura que, a partir de ahí, "todo son cosas buenas". 

"El hecho de que se teja directamente y que no tenga costuras implica que hacerlo mucho más rápido" y eso, señala, "te permite economizar mucho tiempo". 

Además, trabajan con una talla única y pese a que, "por un lado, condiciona; por otro, da mucha libertad, porque abarcas a personas de muchos cuerpos, tipologías y alturas con una sola prenda". Y, al mismo tiempo, eso les permite no tener una necesidad de stock muy grande. 

En cuanto a los materiales, emplean principalmente tanto de origen animal como vegetal, que son 100% naturales. Utilizan lana de distintas razas de ovejas —la merina, sobre todo—, pero también tienen camélidos que vienen de la alpaca, que "tiene una duración de toda la vida"

El proceso de producción de una de las prendas de Lalura.

El proceso de producción de una de las prendas de Lalura. Cedida

Lalura se nutre de los excedentes de producción de una fábrica en Perú y, aunque no suelen trabajar con ningún tipo de material sintético, a veces, aceptan un porcentaje pequeño porque les ayuda a que un determinado hilo sea de una manera en particular. 

En caso de que el consumidor opte por los kits DIY, desde Lalura le ofrecen todo el material y las instrucciones para que esa persona se pueda tejer la misma prenda que se vende desde la marca. 

En definitiva, dice Ruiz de Aguirre, "si quieres un jersey y no sabes tejer te va a costar 450 euros, por ejemplo. Pero si sabes, nosotros te vendemos todo el material que lleva esa prenda y las instrucciones por 160 euros y te lo haces tú". 

Guía de cuidados

Con cada venta incluyen una guía de cuidados que empieza diciendo "no laves la prenda".

Y es que al estar hecha a partir de materiales naturales "no hace falta lavarla, a no ser que se manche" y, si se mancha, se debe limpiar solo esa parte. Si no, dice Ruiz de Aguirre, "con que la seques al aire durante unos días, se autorregula". 

La cuestión aquí es que, tal y como explica la fundadora de Lalura, "la introducción de fibras sintéticas como el poliéster reaccionan muy mal con nuestra propia sudoración y necesitan mucho lavado".

En el caso de aquellas prendas realizadas a través de materiales naturales, indica, "lo que tiene que hacer es intentar lavarla lo menos posible, porque le va a hacer falta. No va a coger olores porque no es una prenda sintética". 

Volver a reinventarse

Sin embargo, Ruiz de Aguirre no se cansa de aprender y reinventarse constantemente. Esta actitud la motivó a apuntarse a un programa de acompañamiento empresarial de la Fundación Academia de la Moda Española, del que ha salido seleccionada. 

"Me pareció que, en el punto en el que se encuentra ahora mismo Lalura, necesitábamos expandirnos y crecer. Era una buena oportunidad para tener un acompañamiento en este proceso, que hubiese alguien guiándonos", indica. Y, hasta el momento, cree haber tomado "la decisión correcta". 

Arrancaba este nuevo proyecto con "muchas expectativas". Quería "aprender a trabajar en el mundo de la moda (que no es exactamente el de la artesanía)" y con ganas de "explorar colaboraciones con otras disciplinas". Y es que, para ella, "era un programa fabricado para Lalura". 

En el momento de la conversación con ENCLAVE ODS, había tenido cuatro de las sesiones que conforman el primer bloque de formación, que se iniciaba el pasado 22 mayo y, aunque está siendo "complicado", Ruiz de Aguirre asegura que ya le ha servido "para aplicar algunas lecciones" en su propio negocio.