En diciembre de 2024, Siria cumplió doce meses desde el cambio de régimen a un nuevo gobierno de transición que trajo consigo el comienzo de una nueva era y la esperanza de un futuro mejor.
La triste realidad en 2025 es que Siria ha seguido enfrentándose a dificultades extremas, inseguridad alimentaria, crisis de sequía e incapacidad para producir alimentos suficientes, una tendencia que continuará hasta bien entrado 2026 a menos que tomemos medidas.
Acción contra el Hambre lleva 17 años trabajando en las zonas más necesitadas del país árabe, apoyando a las poblaciones más vulnerables y siendo testigo de primera mano de su sufrimiento y desesperación.
La esperanza aún no ha llegado para más de 16 millones de sirios que no saben si podrán satisfacer sus necesidades básicas o, al menos, llevar una vida digna. No saben si tendrán un lugar seguro donde dormir de un día para otro. Para la mayoría de los sirios, comprar medicamentos y tratar de calentarse durante el invierno es un reto increíble.
La pérdida y el desplazamiento de familias han sido constantes, primero debido al conflicto y la violencia política, y ahora debido a los retos posteriores al conflicto: el colapso de la economía, la destrucción de las infraestructuras, la falta de oportunidades de subsistencia y los enfrentamientos armados habituales.
Acción contra el Hambre hace un llamamiento a la comunidad internacional para que actúe ahora con el fin de ayudar a ir más allá del corto plazo y sentar las bases para una recuperación duradera.
Actuar para aumentar la financiación de los programas de emergencia y de seguridad alimentaria que salvan vidas para las personas más vulnerables. Tenemos que invertir en la reconstrucción y remodelación de los servicios esenciales de Siria en materia de salud, agua y saneamiento, e invertir en sus medios de vida.
Actuar y apoyar a los productores de alimentos de Siria, proporcionando ayuda agrícola y dinero en efectivo a los agricultores y ganaderos, garantizando que tengan acceso a semillas y forraje, y proporcionando soluciones sostenibles y climáticamente inteligentes a largo plazo.
Hacemos un llamamiento a la comunidad internacional para que ayude a Acción contra el Hambre a invertir y adoptar programas sostenibles y respetuosos con el medio ambiente.
Apoyar la transición hacia una respuesta humanitaria que utilice materiales ecológicos, promueva la conciencia medioambiental y amplíe las intervenciones que aumentan la cobertura vegetal y mejoran la salud del suelo y el agua. El futuro de Siria depende de la reconstrucción en armonía con su entorno, que en su día fue rico.
*** Colin Coyle es director de Acción contra el Hambre en Siria.