La reciente aprobación de la Ley de Movilidad Sostenible en el Congreso marca un antes y un después para el modelo de transporte en España.
Con esta norma, el legislador reconoce por primera vez la movilidad sostenible como un derecho y aborda con carácter vinculante temas como la sostenibilidad, la digitalización y la cohesión territorial.
En el centro de esa transformación debe situarse la electrificación del parque de vehículos profesionales, desde las flotas de última milla hasta el transporte pesado. Es el momento de dar un salto cualitativo: pasar del debate a la ejecución.
El texto legal fija un marco que sitúa la sostenibilidad, la digitalización y la eficiencia energética en el centro de las políticas públicas y de la toma de decisiones empresariales.
Este enfoque reconoce que la movilidad ya no puede entenderse como un conjunto de desplazamientos aislados, sino como un sistema interconectado que requiere planificación, datos y tecnología para ser verdaderamente sostenible.
En ese contexto, el transporte profesional, responsable de una proporción significativa de las emisiones y del coste energético del sector, se convierte en una pieza clave para alcanzar los objetivos de sostenibilidad.
La ley apunta en la dirección correcta: impulsar la electrificación de las flotas, fomentar el uso de energías limpias e integrar herramientas digitales para optimizar la gestión del transporte.
Pero su eficacia dependerá de la capacidad de las empresas para convertir la sostenibilidad en una ventaja competitiva real. La electrificación no debe verse únicamente como una obligación normativa, sino como un proceso que permite reducir costes operativos mientras se cumplen los objetivos sociales y medioambientales.
El sector cuenta ya con el conocimiento y las herramientas necesarias para hacerlo. Las empresas de transporte pueden apoyarse en la telemática y los datos conectados para planificar de forma inteligente la transición: identificar qué vehículos son más adecuados para electrificar, calcular su rentabilidad y monitorizar el rendimiento en tiempo real.
Esta combinación de tecnología y visión estratégica es la que permitirá acelerar la transformación de manera efectiva. La digitalización y la analítica avanzada ofrecen hoy una visibilidad sin precedentes sobre el comportamiento de los vehículos, las rutas, el consumo y las emisiones, permitiendo a las empresas adoptar decisiones basadas en datos y no en percepciones.
España tiene la oportunidad de situarse a la vanguardia del transporte profesional sostenible. Contamos con una red logística robusta, un mix energético cada vez más renovable y un ecosistema tecnológico capaz de convertir datos en decisiones.
Si ponemos a la electrificación en el centro, acompañada de estándares, infraestructura bien planificada e incentivos, daremos un paso adelante histórico hacia un transporte más limpio, competitivo y eficiente.
*** Iván Lequerica es vicepresidente de EMEA en Geotab.