La tecnología ha transformado todos los aspectos de nuestra vida, desde el trabajo y la comunicación hasta nuestros hábitos de consumo. Su capacidad de impactar y llegar a millones de personas le otorga una gran responsabilidad que, hasta ahora, no ha sido plenamente asumida. Si bien el sector tecnológico ha sido un motor clave para el crecimiento económico, queda mucho camino por recorrer para que la digitalización esté alineada en su totalidad con los principios de sostenibilidad y justicia social que demandan los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y la Agenda 2030.

El humanismo tecnológico plantea un enfoque en el que la tecnología no solo innova y expande sus fronteras, sino que sitúa el bienestar de las personas y el planeta en el centro de su desarrollo. Este paradigma busca soluciones que generen un impacto positivo tanto en las comunidades como en el medio ambiente. A pesar de su importancia, los avances hacia este modelo aún son limitados.

De hecho, según estudios recientes, seis de cada diez empresas tecnológicas en España aún no miden su impacto social y ambiental, mientras que sólo el 16% de las compañías españolas aseguran que todas sus innovaciones presentan un enfoque sostenible. Cifras como éstas revelan que, aunque estamos avanzando, la digitalización y el sector tecnológico todavía tienen un largo recorrido lleno de oportunidades para equilibrar el crecimiento económico con la creación de valor social y ambiental.

Para abordar esta brecha, B Lab Spain y Mobile World Capital Barcelona hemos creado una alianza estratégica que tiene como objetivo impulsar una digitalización más sostenible. Con esta colaboración, ambas organizaciones buscamos transformar el enfoque empresarial del sector tecnológico y la digitalización, integrando los altos estándares de impacto social, ambiental y económico que impulsamos desde el movimiento B Corp. Esta iniciativa busca fomentar modelos de gobernanza más transparentes, inclusivos y regenerativos, que no solo generen beneficios financieros, sino que también contribuyan activamente a resolver los grandes desafíos globales, como la crisis climática o la desigualdad social, entre otros muchos.

En un contexto donde la economía digital representa el 12,3% del PIB en España, el sector tecnológico no puede quedarse al margen de las tendencias de sostenibilidad que están moldeando los mercados globales. Un compromiso con la sostenibilidad no solo es beneficioso para la sociedad y el medio ambiente, sino que también puede generar oportunidades de innovación y crecimiento económico sostenible a largo plazo. Las empresas que adoptan estos principios se posicionan mejor frente a inversores, consumidores y reguladores, quienes cada vez más exigen un compromiso real con el impacto positivo.

Y es que la tecnología tiene un poder extraordinario para ofrecer nuevas soluciones, escalarlas y transformar la vida de millones de personas, pero debe ser para bien. La verdadera pregunta es si estamos dispuestos a usar este poder de manera responsable. No podemos permitir que ocurra lo contrario y esto agrave los problemas que ya enfrentamos, como la explotación de recursos naturales o la creación de brechas sociales aún más profundas. 

El humanismo tecnológico no es un lujo o una idea utópica, sino una necesidad urgente si queremos garantizar un futuro donde la tecnología trabaje a favor de todas las personas y del planeta. Iniciativas como esta alianza entre MWCapital y B Lab Spain representan un paso clave en esta dirección, creando las condiciones para que el sector tecnológico y la digitalización lideren el cambio hacia un futuro más justo, inclusivo y regenerativo.

La alianza entre B Lab Spain y Mobile World Capital es solo el comienzo de un movimiento más amplio para garantizar que la digitalización no solo sea sinónimo de progreso, sino también de justicia, equidad y sostenibilidad. Es el momento de impulsar el desarrollo económico y proteger el bienestar de las generaciones presentes y futuras.

***Belén Viloria es directora ejecutiva del movimiento B Corp y B Lab Spain