El pasado día 21 de febrero saltó la noticia de los nuevos cambios que ha realizado la Unión Europea en la normativa sobre la calidad del aire. Pero, ¿por qué es noticia y por qué ahora?, ¿por qué han decidido endurecer la normativa? 

Al año fallecen en Europa unas 20.000 personas debido a accidentes de tráfico. En cambio, por consecuencias derivadas de respirar aire contaminado mueren alrededor de 300.000, 15 veces más.

Desde hace cuatro años, la calidad del aire es un tema cada vez más recurrente, y, tanto en el ámbito público como en el privado, se le empieza a dar prioridad, colocando su mejora en el punto de mira de numerosos proyectos y tareas.

Esto se debe a que, desde la OMS (Organización Mundial de la Salud), se ha hecho hincapié en la gran importancia que tiene para nuestra salud, además de para el planeta, reducir los niveles de contaminación tanto en ciudades (entornos exteriores), como en entornos cerrados.

Pero, ¿por qué ahora el cambio de normativa? Tanto la OMS como la UE han visto que desde la última modificación en 2005 se ha conseguido reducir los niveles de contaminación en las ciudades, pero se desconocía que los umbrales que marcaban como límite en los contaminantes más nocivos (NO2, PM10, PM2.5) no eran suficientes para garantizar la salud de los ciudadanos.

Por eso que, después de una exhaustiva investigación, la OMS y la UE han decidido reducir los valores aumentando así las exigencias. Esta modificación entra en el marco de los ODS, específicamente en el ODS 3 (Salud y bienestar), ODS 11 (Ciudades sostenibles) y el ODS 13 (Acción por el clima).

¿Cómo afectará esta normativa en el ámbito público y el privado? Este cambio es un paso más en la lucha contra la contaminación ambiental en entornos urbanos, especialmente en las zonas de riesgo.

Actualmente, las ciudades de más de 50.000 habitantes están obligadas a crear una zona de bajas emisiones (ZBE), y el principal afectado ha sido el ciudadano, como consecuencia de ver restringido su acceso al centro de los núcleos urbanos si su coche no es ECO.

Ahora bien, existe una solución para crear estas ZBE y que aporten un beneficio mutuo y eficaz tanto a los gobiernos de las ciudades como a los propios ciudadanos: la respuesta es UAP. 

UAP es una tecnología pensada para ofrecer espacios libres de contaminación en ciudades, especialmente alrededor de las zonas sensibles, como colegios, hospitales, centros de día, etc.

Esta tecnología, que está patentada y validada por centros de investigación como Bureau Veritas o IRTA, se dedica a depurar el aire a través de unos dispositivos autónomos que se instalan en la calle, absorben el aire contaminado y lo transforman en aire completamente saludable, creando pasillos libres de contaminación de hasta 100 metros de distancia.

Imagínese que las marquesinas publicitarias incluyeran un sistema de purificación del aire. Eso es UAP: una solución a la calidad del aire que integra también las propiedades publicitarias de una marquesina tradicional.

Con esta herramienta, las ciudades conseguirían cumplir con sus ZBE en los entornos realmente necesarios, al tiempo que se toman medidas más sostenibles y realistas con la transición ecológica del vehículo particular en entornos urbanos.

*** Mateo Cusí es director de desarrollo de UAP.