La recién celebrada cumbre UE-CELAC, en Bruselas, ha sido muy esperada y con altas expectativas por ambos bloques. Y es que hacía demasiados años, ocho, que no existía ese momento en el que 27 jefes de Estado y de Gobierno de Estados miembro de la Unión Europea (UE) y los 33 de América Latina y el Caribe se reunían para entablar ese diálogo político birregional al más alto nivel, aun cuando durante estos ocho años no han cesado las relaciones políticas, económicas y de cooperación entre las dos regiones. 

Esta tercera cumbre UE- CELAC ha estado presidida por San Vicente y las Granadinas, ya que este país ostenta la presidencia pro témpore de la CELAC (Comunidad de Estados Latino Americanos y Caribeños), y, por el lado de la UE, por el presidente del Consejo Europeo. Llevaba como título Renovar la asociación birregional para fortalecer la paz y el desarrollo sostenible. Cabe mencionar que la cumbre se enmarca en la actual presidencia española de la UE, lo que, en clave nacional, esta cumbre es también muy relevante para España, país que puso especial esfuerzo para que tuviera lugar.

Y, efectivamente, desde la última de estas cumbres ha habido grandes cambios en ambas regiones y, sobre todo, en la escena mundial, como una pandemia, la guerra en Ucrania y el irrefrenable cambio climático, entre muchos otros. Se entiende así que los asuntos que han estado sobre la mesa han sido la agenda económica, las inversiones, el comercio, la paz, seguridad y justicia, la inseguridad alimentaria, la transición digital, el multilateralismo y la cooperación internacional y cómo afectan a la situación actual mundial, ya que estos temas están de una manera u otra irremediablemente interconectados. 

Es posible que, a la luz de la declaración, se piense que los resultados de la Cumbre hayan sido de bajo perfil, pero lo más importante es que se ha producido, en un contexto birregional con alta tensión política y ante el apremio que ha generado el cambio climático, la guerra de Ucrania y sus consecuencias y la creciente presión comercial china en América Latina y El Caribe.

Pero antes de la culminación de la celebración de la cumbre en sí, existe un periodo de preparación para los Estados participantes. En este sentido, son destacables los dos foros previos que se han realizado antes de la cumbre, como el Foro UE-América Latina y el Caribe: socios para el cambio, realizado los días 13 y 14 de julio en Bruselas, con una agenda social y que incluía como actores prioritarios a los jóvenes, la sociedad civil y las autoridades locales de tanto la región de la UE como de América Latina y el Caribe.

Fueron unos días intensos donde se reunieron tanto organizaciones de jóvenes y de la sociedad civil como representantes de las autoridades locales, agencias de cooperación, agencias de Naciones Unidas, funcionarios de la Comisión Europea y europarlamentarios. Los temas tratados fueron desde la situación actual de los jóvenes, su participación en la toma de decisiones y su empoderamiento. También temas como la reducción de las desigualdades en los grupos especialmente vulnerables, la gobernanza local y procesos de descentralización, la agenda de inversión de Global Gateway y la cooperación triangular, entre muchos otros. 

El segundo foro, el empresarial, que se realizó el 17 de julio también en Bruselas y organizado conjuntamente por la Comisión Europea, el Banco de Desarrollo de América Latina, CAF y el BID, unió a líderes políticos, financieros y empresariales para analizar la situación actual y las oportunidades de inversión en sectores estratégicos para ambas regiones.

En ambos foros hubo un tema prioritario, como lo fue también durante la cumbre: el Global Gateway. Este se define como una estrategia de la UE con el objetivo de contribuir al desarrollo de los países socios de la UE, a través de fondos no rembolsables, que se estructura en torno a cinco ejes prioritarios: el sector digital, el clima y la energía, el transporte, la salud, la educación y la investigación.

Es básicamente una oferta de inversión de la UE para impulsar conexiones inteligentes, limpias y seguras en el sector digital, energético y de transportes y reforzar los sistemas de sanidad, educación e investigación. Durante la cumbre se anunció que, en el marco del Global Gateway, las instituciones y Estados miembros de la UE invertirán 45.000 millones de euros en la región hasta 2027 en áreas como: infraestructuras tecnológicas, energías limpias, alianza digital, o sanidad.

Además, el foro social fue el marco del anuncio por la Comisaria para los Partenariados Internacionales (DG INTPA), Jutta Urpilainen, de que 60 millones de euros serían destinados a un programa específico para la lucha contra las desigualdades y fomentar sociedades inclusivas e igualitarias en América Latina y el Caribe. 

Desde la OEI, en los meses previos a la cumbre, hemos realizado un gran esfuerzo para poder contribuir a ese diálogo birregional. Hemos elaborado informes analíticos y documentos con aportes concretos como un plan de acción para la futura relación UE-LAC, realizado encuentros al más alto nivel con Embajadores de la UE y de la región latinoamericana y caribeña, y participado en múltiples eventos contribuyendo a la reflexión y análisis de las relaciones birregionales en el marco de la educación, ciencia, cultura y democracia, derechos humanos e igualdad.

El objetivo es poder aportar conocimiento, compromiso y posicionamiento para contribuir de la mejor manera a hacer realidad las nuevas dinámicas, iniciativas y programas que puedan surgir entre la UE y los países de América Latina y Caribe después de esta cumbre. 

Como resultado de la cumbre, se ha adoptado una Declaración y una hoja de ruta de máxima importancia para las dos regiones que marcará las pautas y pasos a seguir en los próximos dos años cuando de nuevo está prevista que se celebre la siguiente Cumbre UE-CELAC. 

A modo de conclusión, hay dos citas que consideramos reseñables sobre esta Cumbre. La primera, del eurodiputado español Javier López, quién afirmó que esta cumbre no es un punto de llegada, sino de partida. La segunda, del presidente Lula, que dijo que la sostenibilidad de los acuerdos de esta cumbre solo se garantiza si se desarrolla de acuerdo con las empresas, las universidades y la sociedad civil.

***Mariano Jabonero Blanco es secretario general de la Organización de Estados Iberoamericanos (OEI)