La Organización de Naciones Unidas (ONU) aprobó en el año 2015 una serie de metas con el propósito de alcanzarlas en 15 años. En total, se acordaron hasta 17 objetivos que eran un primer paso hacia la sostenibilidad y un llamamiento a la acción de carácter universal para erradicar la pobreza, proteger el planeta y asegurar la prosperidad de todos.

En el marco de esta Agenda 2030, y cumplidos siete años, sería interesante preguntarnos si los avances que ha habido desde entonces se están dando con la velocidad y la escala necesarias para alcanzarlos. No obstante, parece ser que en los últimos 10 años son cada vez más las personas y agentes de cambio que entienden la importancia de generar un desarrollo sostenible. 

Vivimos un momento clave de urgencia, de necesidad de transformación de nuestro entorno hacia la redefinición de un futuro responsable y respetuoso con las personas y el medioambiente. 

Tiempo atrás, habríamos definido el desarrollo como algo meramente ligado a lo económico, a la generación de la riqueza y a los avances. Pero repensar y dar un nuevo sentido a las necesidades actuales es fundamental como primer paso adelante y encaminarnos hacia la acción.

Pero antes, es necesario comprender qué se entiende por crecimiento sostenible. No es otra cosa que el desarrollo capaz de satisfacer las necesidades del presente sin comprometer la capacidad de las futuras generaciones.

¿Cómo se consigue? Aunque puede parecer una carrera de obstáculos por el tiempo que tenemos y la dificultad a la que nos enfrentamos, está claro que el camino hacia un desarrollo y crecimiento sostenible debe contemplar tres elementos básicos: el crecimiento económico, la inclusión social y la protección del medioambiente. 

Tres esfuerzos que más allá de estar concentrados en un futuro inclusivo, sostenible y resiliente, deben estar al mismo nivel y sin primar uno por encima de otro.  La economía es lo que siempre ha empujado a la humanidad a forjar un futuro mejor, por lo que alcanzar objetivos traducidos meramente en cifras de euros y de forma inmediata, es un error.

No obstante, resolver problemas tan rápido como la naturaleza nos ponga a prueba viene siendo el pan de cada día y debemos ser conscientes de ello y de saber responder a los nuevos tiempos y retos. Es por ello que estos tres pilares deben ir de la mano. Solo así podremos hacer frente a los obstáculos que tenemos por delante.

Gravity Wave

No fue fácil pero dimos con la clave. Gravity Wave es una empresa que nació en 2019 con la misión de lograr unos océanos libres de plástico. Aunque nos llevó tiempo encontrar el punto de unión de los pilares mencionados, finalmente lo logramos.

A día de hoy, como empresa de impacto social impulsamos una forma de hacer negocio que involucra a diferentes agentes de la sociedad como forma de poner solución a la contaminación plástica.

Entre 8 y 12 millones de toneladas de plástico se vierten al mar cada año. De esta cantidad, el 40% proviene de la actividad pesquera. Las redes de pesca suponen un residuo letal para la flora y fauna marina. Ante la falta de gestión de estos residuos y el desconocimiento para hacerlo, en Gravity Wave decidimos poner el foco en este residuo plástico.

Desde entonces, retiramos el plástico de mares y puertos, lo gestionamos, reciclamos, le damos un tratamiento y lo transformamos en muebles de ecodiseño. En todo el proceso aportamos valor en cada paso de la circularidad y generamos conciencia a través de diferentes acciones y actores de la sociedad.

Entre los que se benefician de esto están los pescadores tradicionales. Cuando salen a faenar “pescan” plástico en sus redes y Gravity Wave le paga por cada kilo. Más de 4.000 pescadores tradicionales ya se han unido al movimiento por todo el Mediterráneo, Atlántico y Cantábrico.

También beneficia a empresas y entidades públicas. Financian la recolecta de plástico del mar a su nombre y les fabricamos productos a medida. Obtienen un valor añadido o bien en sus productos, o en su imagen, ya que les ayudamos a elevar su compromiso en sostenibilidad. Estudiamos su huella de plástico, la reducimos y generamos impacto real y tangible.

Por último, los consumidores, que adquieren productos más saludables y sostenibles para ellos y para el planeta. Se hacen eco de  nuestra misión y mensaje y cada vez son más conscientes de la situación que los océanos atraviesan.

Además, desde Gravity Wave abordamos un problema que influye directamente en el cambio climático, amenaza a las especies marinas y pone en peligro la vida humana. Promovemos el restablecimiento de los entornos marinos, mediante nuestro plan de limpieza de plástico del fondo del mar, la prevención y transformación de dichos residuos. 

Los ODS de Gravity Wave

En Gravity Wave impulsamos el ODS 14, enfocado en conservar y utilizar sosteniblemente los océanos, los mares y los recursos marinos. Los océanos suponen una fuente de vida para la Tierra. Trabajar bajo este ODS es fundamental para nosotros. Sin embargo, también promovemos otros que son esenciales en nuestra misión.

Por ejemplo, el ODS 8, que hace referencia a “promover el crecimiento económico inclusivo y sostenible, el empleo y el trabajo decente para todos”. También el ODS 12, relativo a “garantizar modalidades de consumo y producción sostenibles".

Transformamos las redes de pesca que han caído al fondo del mar o que han quedado inutilizables en puertos, en materia prima. Nuestro propósito es dejar de generar plástico virgen y convertir lo que se considera basura para unos puede ser materia para construir muebles y productos de valor para la sociedad.

En cuanto al ODS 13, alineado con “la acción por el clima'', en Gravity Wave tenemos claro que no podemos hablar de cambio climático sin considerar a los océanos. Los océanos están siendo contaminados y colapsados por residuos que producen efectos tanto en las aguas, en la flora y fauna marina e incluso fuera de ella afectando a la temperatura, y a la creación de fenómenos meteorológicos en los océanos. Es por ello que nuestra labor cobra aún más fuerza.

Con el ODS 17, “alianzas para lograr objetivos”, siempre hemos dicho que somos la última generación para cambiar el futuro del planeta y para ello mientras más alianzas hayan impulsadas por un objetivo común, mayor impacto y resultados alcanzaremos. Es por eso que nuestro modelo de negocio involucra a empresas y entidades como agentes de cambio importantes para impulsar la escalabilidad de los océanos y generar concienciación en la sociedad. 

Nos queda mucho por recorrer pero generar modelos de negocio que contemplen estas tres áreas -también conocidas como 3Ps: Planet, People y Profit-. Afortunadamente, cada vez son más las empresas que entienden esto y lo están haciendo. En nuestro caso, más de 95 empresas trabajan con nosotros bajo el compromiso Plastic Free Oceans, las cuales nos han ayudado a expandir nuestra comunidad de pescadores a 4.000 personas y a lograr retirar más de 120.000 kg de plástico de mares y puertos. 

Independientemente, de si las empresas trabajan con Gravity Wave o no, valoramos y aplaudimos iniciativas que como nosotros ven más allá de métodos comerciales y priorizan en la protección de los diferentes objetivos que a nivel social y medioambiental tenemos por delante. Es algo que la sociedad y los consumidores también ven y saben valorar, porque ya no solo se trata de actuar con urgencia por el presente, sino de dejar un futuro para las próximas generaciones

***Amaia Rodríguez, CEO y Cofundadora de Gravity Wave.