El mundo se enfrenta actualmente a graves problemas medioambientales, como el cambio climático, el agotamiento de los recursos naturales o la pérdida de biodiversidad. En este contexto, debemos hacer más con menos y conseguir la máxima eficiencia en todas las fases de producción.

La innovación debe ayudarnos a encontrar soluciones sostenibles que permita aprovechar mejor nuestros recursos y reducir los efectos negativos de nuestra economía en el medio ambiente, haciendo posible convertir la escasez de recursos en nuevas oportunidades y beneficios.

Así el Pacto Verde Europeo, establece una nueva estrategia de crecimiento que persigue transformar la Unión Europea en una sociedad justa y próspera, con una economía innovadora, eficiente en el uso de sus recursos y competitiva. Con la finalidad de hacer de la Unión Europea el primer continente neutro climáticamente en el año 2050.

Noelia Escobar, responsable de relaciones institucionales e intangibles en Incotec

Noelia Escobar, responsable de relaciones institucionales e intangibles en Incotec María Ubago

El crecimiento económico de una sociedad viene determinado por la relación entre dos variables: la disponibilidad y calidad de los factores productivos (entre ellos los recursos naturales) y la mejora tecnológica.

Esta relación determina el papel clave de la innovación ante el reto de un desarrollo económico sostenible con el planeta. Abordando tecnologías que persigan aportar soluciones, incentivando la innovación e inversiones necesarias para implementar estas nuevas tecnologías verdes en los procesos productivos, productos y nuevos modelos de negocio.

No puede existir un crecimiento económico sin límites, ni un desarrollo tecnológico que no sea consecuente con la sostenibilidad del planeta. Antes de la última gran reunión de la COP, en París en 2015, la innovación apenas estaba en la agenda climática.

Este año en Glasgow ha contado con un rol esencial, como decía Bill Gates, "la innovación es la única forma en que el mundo puede reducir las emisiones netas".

Empleando sus declaraciones, "el mundo debería incluir la ampliación de la innovación en tecnologías limpias, tanto para mitigar los peores impactos del clima como para adaptarse a sus efectos. Debemos convertir conceptos probados en laboratorio en productos que la gente quiere y puede permitirse comprar. Esto requerirá un esfuerzo masivo para financiar cientos de proyectos de demostración comercial de tecnologías climáticas en etapa inicial". 

No puede existir un crecimiento económico sin límites, ni un desarrollo tecnológico que no sea consecuente con la sostenibilidad del planeta

La ciencia, la tecnología y la innovación son cruciales para comprender cómo y por qué nuestro clima está cambiando, los riesgos planteados y soluciones disponibles, para adaptarnos a los impactos actuales y futuros del cambio climático.

Siendo clave el concepto de innovación ecoeficiente para el desarrollo de actividades económicas relacionadas con la producción, distribución y consumo de bienes y servicios de manera responsable y sostenible medioambientalmente. Entendiendo ecoeficiencia como la ratio entre el valor añadido de lo que se ha producido y el impacto ambiental de producirlo.

Según el Consejo Empresarial Mundial para el Desarrollo Sostenible (WBCSD, por sus siglas en inglés), los aspectos críticos de la ecoeficiencia son: la reducción en la intensidad material y energética de bienes y servicios, dispersión reducida de materiales tóxicos, reciclabilidad mejorada, máximo uso de recursos renovables y mayor durabilidad de productos.

Pero también, es necesario aplicar una visión global de ciclo de vida, los indicadores deben ir más allá de los beneficios económicos que puedan generar las innovaciones, para incorporar también los impactos sociales y medioambientales. En este sentido, se hace indispensable incluir la metodología de Análisis de Ciclo de Vida (ACV) en los proyectos de innovación.

No soló el que contamina paga, debe también incentivarse al que avance en la consecución de logros

El paquete de recuperación propuesto por la Comisión Europea: Next Generation EU como respuesta ante la crisis sanitaria, tiene el objetivo reactivar las economías, a través de un enfoque más verde, social y digital para un futuro más sostenible.

Representa la oportunidad única para nuestro país de avanzar en el logro de los objetivos medioambientales y acelerar la transición circular mediante la adopción de políticas y legislaciones armonizadas, en línea con las europeas y la colaboración público-privada efectiva, haciendo un uso proactivo de instrumentos como la compra pública innovadora y la contratación pública verde. 

También mediante el diseño de mecanismos de ayuda directas o indirectas (incentivos fiscales) que tractoren iniciativas y proyectos que persigan estos objetivos e impulsando reformas fiscales, diseñando estrategias educativas, así como campañas de comunicación y sensibilización social.

No soló el que contamina paga, debe también incentivarse al que avance en la consecución de logros, generando una externalidad positiva.

La ciencia, la tecnología y la innovación son cruciales para comprender cómo y por qué nuestro clima está cambiando

Desde la perspectiva ambiental, se debe considerar que gravar la contaminación, el uso excesivo de recursos o la mala gestión de los residuos no deberían únicamente redundar en ingresos públicos, sino reinvertirlos en la protección y restauración del medio ambiente, al incentivar conductas favorables en cuanto al uso de recursos, la generación de residuos y su tratamiento.

Como dijo Peter Drucker: "La innovación significa encontrar nuevos o mejorados usos a los recursos de que ya disponemos", tratándose pues de un poderoso catalizador de la economía circular y sostenible medioambiental.

*** Noelia Escobar Izquierdo es responsable de relaciones institucionales e intangibles en Incotec.