
El diamante es una de las piedras preciosas más conocidas.
Ni diamantes ni zafiros: esta es la curiosa piedra que está valorada en más de 220.000 euros (y no es preciosa)
Pesa más de dos kilogramos y fue encontrada en el año 2019. Se trata de la segunda de su tipología más grande encontrada en nuestro planeta.
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En España, cuando hablamos de piedras caras, se nos suele venir a la cabeza las llamadas piedras preciosas. Podríamos pensar en la más clásica, en un diamante. O quizás podría venírsenos a la mente un rubí o un zafiro. Desde luego, se trata de minerales muy valorados, utilizados para todo tipo de productos, ya sea de joyería, en el sector textil o de maquillaje.
Sin embargo, hace tan solo unos años, fue descubierta una piedra que, sin ser preciosa, es más cara que todas las mencionadas anteriormente juntas. Tiene miles de años, estaba oculta bajo el desierto, pesa dos kilos y su precio supera los 220.000 euros.
Fue hallada en 2019 en la región de Kidal, al noreste de Mali, en África. Se trata de la segunda de su tipología más grande encontrada en nuestro planeta y, desde hace menos de un mes, se consagra también como una de las piezas más valiosas jamás puestas a la venta en el mercado privado.

Real Fábrica de Cristales de La Granja
Hablamos, nada más y nada menos, que de un fragmento de meteorito. Esta roca de origen lunar, identificada como Tisserlitine 001, tiene un valor estimado de entre 260.000 y 390.000 euros. Sin embargo, fue subastada en Shanghái el pasado 7 de noviembre de 2024 por la casa Christie’s por un total de 1.764.000 yenes (casi 222.000 euros).
Compuestos extraterrestres
La pieza que fue subastada tiene unas dimensiones de 41,8 por 35,8 centímetros y un peso exacto de 2.005,9 gramos. Es una brecha feldespática lunar, formada por la acumulación de fragmentos de roca comprimidos por impactos en la superficie de la Luna. Su estructura interna y composición fueron analizadas por científicos de la Universidad de Washington, quienes confirmaron su origen extraterrestre.
La roca fue hallada junto a varios fragmentos más pequeños en el lecho seco de un río, conocido como wadi, y fue adquirida en un principio por un comerciante de Argelia. Más adelante, la mayor parte de estos fragmentos pasó a manos de Darryl Pitt, un reconocido coleccionista de meteoritos a nivel mundial.

La piedra de meteorito bautizada como Tisserlitine 001. Christie's Shanghai
Pitt dividió la pieza principal en finas secciones para poder estudiarlas y comercializarlas. Este coleccionista, activo desde la década de 1980, es considerado una figura destacada en la incorporación de meteoritos al mercado de subastas internacionales.
La piedra presenta una superficie accidentada, con hendiduras y marcas visibles que se formaron durante su ingreso a la atmósfera terrestre. Estas señales, conocidas como marcas de fusión por impacto, aparecen cuando el meteorito alcanza temperaturas extremas al atravesar la atmósfera, provocando que parte del material se derrita y emita gases que desgastan su superficie, dando lugar a formas irregulares perceptibles a simple vista.
En su interior, el meteorito Tisserlitine 001 muestra un color rosado con incrustaciones metálicas. Según los científicos, estos metales provienen del cuerpo que colisionó con la Luna, causando que el fragmento fuera expulsado al espacio. Además, debido a la ausencia de atmósfera en la Luna, su superficie conserva compuestos químicos y gases poco comunes que no existen en la Tierra, lo que facilita su reconocimiento.