En un informe presentado ante el Consejo de Derechos Humanos, el Relator Especial de la ONU para los DDHH en Irán, Javaid Rehman, aseguró que Narges Mohammadi, activista que en 2023 recibió el Nobel de la Paz desde una celda en Teherán, enfrenta serias complicaciones de salud que ponen en peligro su vida. La galardonada, de 51 años, cumple una condena de 10 años por sus implicaciones en la defensa de los derechos humanos en el país.

[La Nobel de la Paz iraní Narges Mohammadi inicia una huelga de hambre desde prisión: "Son responsables de lo que le pase"]

Mohammadi, que actualmente es una presa más en la cárcel de Evin, en la capital iraní, fue diagnosticada hace varios meses con problemas cardíacos y pulmonares que requerían atención médica. El pasado noviembre, la activista comenzó una huelga de hambre para denunciar, en sus propias palabras, la "política de la República Islámica de retrasar y desatender los cuidados médicos de los prisioneros enfermos". 

Su familia denunció que las autoridades rehusaban "darle acceso" a los tratamientos por su negativa a usar un hiyab en el traslado de la prisión al centro médico. "Son responsables de lo que le pase", aseguraron, una postura que mantienen desde entonces. En las últimas semanas, según Javaid Rehman, el estado de salud de la Nobel se ha deteriorado significativamente, lo que ha generado preocupación en la comunidad internacional.

Esta no es la primera vez en la que la salud de la Nobel preocupa fuera de la prisión. Según sus allegados, padece una enfermedad pulmonar y tiene debilitado el sistema inmunitario por una serie de intervenciones quirúrgicas a las que se sometió entre 2018 y 2019. También, un año después, Amnistía Internacional aseguró que presentaba síntomas compatibles con la COVID-19, y que "a pesar del empeoramiento de su estado", las autoridades le negaron  los resultados de las pruebas que se le realizaron entonces.

Imagen de archivo de la activista. Getty Images

La propia Mohammadi ha transmitido su apoyo a los esfuerzos del relator en un comunicado publicado en sus redes sociales. En este, ha subrayado que "las violaciones de derechos humanos contra el pueblo de Irán se están realizando de forma sistemática, integral e institucionalizada". Con la "expansión e intensificación de los movimientos sociales, las dimensiones de la violenta represión del régimen también han aumentado: es cada vez más intensa y de amplio alcance, y la violencia del régimen es imparable", denunció.

En la publicación, ha solicitado "encarecidamente" que continúe la misión y la actividad del comité de investigación y del relator especial de DDHH para que se sigan revelando "las dimensiones visibles y ocultas del apartheid de género y los crímenes contra la humanidad cometidos por el régimen".  También que "el régimen religioso tiránico que viola los derechos humanos y ha cometido crímenes contra la humanidad" sea "presionado integralmente" por la ONU y las instituciones humanitarias.

Según informó EFE, en la sesión del UNHRC celebrada esta mañana, Javaid Rehman denunció la situación de los sindicalistas y periodistas en Irán, quienes han sido encarcelados por manifestarse en contra de las condiciones laborales en el país. Se han reportado 1.266 protestas sindicales y 32 huelgas en 2023, lo que refleja la creciente violación de los derechos laborales en la nación islámica.

En su intervención, destacó que la tasa de ejecución de mujeres en Irán es una de las más altas a nivel mundial, con 22 casos registrados en 2023. Esta cifra se ha incrementado de manera alarmante como resultado de las protestas ciudadanas por la muerte en custodia de una joven arrestada por no llevar el velo en septiembre de 2022, lo que desencadenó un aumento del 43% en las ejecuciones el año pasado. 

La delegación de Irán en Ginebra respondió al relator asegurando que su informe, que ni siquiera reconocen —ya que el gobierno no ha permitido visitar el país para realizar sus investigaciones sobre el terreno— únicamente pretende "alimentar la agenda" de los países occidentales contra Irán. También se manifestó en contra de que se renueve un año más su misión, si bien varios países ya han confirmado que aceptarán la misma ante la inestabilidad cada vez más acusada a la que se enfrenta Irán.