Tráfico en el Paseo de la Castellana, en la ciudad de Madrid.

Tráfico en el Paseo de la Castellana, en la ciudad de Madrid.

Noticias

La contaminación en Madrid ya tiene cifras: más de 13.000 ingresos y 200 millones de euros cada año

Un estudio científico calcula las hospitalizaciones por causas naturales atribuibles a los principales contaminantes: el ozono, el nitrógeno y el ruido.

28 diciembre, 2022 12:23

La boina negra que suele vestir la ciudad de Madrid y el ruido permanente que ensordece sus calles se ha vuelto una realidad innegable en los hospitales de la comunidad. Cada año reciben un total de 8.246 ingresos por causa natural atribuibles al dióxido de nitrógeno (NO2) y 5.685 relacionados con la contaminación acústica, con un coste de unos 202 millones de euros.

Es lo que revela un estudio publicado recientemente en la revista científica Environmental Research, por investigadores del Instituto de Salud Carlos III, junto a varias universidades madrileñas, la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) y centros como el Consorcio de Investigación Biomédica en Red de Epidemiología y Salud Pública (CIBERESP). 

Con este trabajo, los investigadores se han propuesto convertir en cifras lo que supone la contaminación atmosférica y acústica para la población madrileña, una de las que más supera los límites recomendados por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Prueba de ello son los recientes tirones de orejas que ha recibido la comunidad desde Bruselas.

[Seguimos respirando aire contaminado: España rebasa los límites de la OMS y faltan planes anti polución]

Hace tan solo una semana, el Tribunal de Justicia de la Unión Europea condenaba a España por no haber tomado suficientes medidas entre 2010 y 2018 para combatir la contaminación ambiental en las zonas urbanas de Madrid, además de en Barcelona y Vallès-Baix Llobregat. Anteriormente, la Comisión Europea había denunciado a nuestro país por el “incumplimiento sistemático y continuado” de los máximos de NO2 que marca la legislación comunitaria.

Como contamos en EL ESPAÑOL, la condena del TJUE abre la puerta a la imposición de sanciones económicas si las autoridades españolas no toman medidas rápidas para revertir la situación. Y no es para menos, porque según el estudio publicado hoy, en el período de análisis entre 2013 y 2018, los ingresados por causas naturales atribuibles a la contaminación ascienden a en torno 83.000 personas, con un coste hospitalario de unos 1.200 millones de euros en seis años.

Los investigadores se han centrado en el análisis de los ingresos por causas respiratorias y circulatorias relacionadas con las concentraciones medias diarias de partículas contaminantes en suspensión como las inferiores a 2,5 micras (PM2,5) y las inferiores a 10 micras (PM10), así como el dióxido de nitrógeno y el ruido. Las conclusiones son claras: es un problema de salud pública.

Como sostienen los autores, a pesar de que en las últimas décadas se han implementado políticas para regular la contaminación, no ha sido suficientes. Tanto el NO2 y el ozono como el ruido son “responsables de un marcado deterioro de la salud de la población y del alto impacto económico asociado”.

Capa de contaminación sobre la ciudad de Madrid.

Capa de contaminación sobre la ciudad de Madrid. iStock

La contaminación en España, en datos

El ozono y el NO2 son gases muy peligrosos para la salud humana cuando están presentes en altas concentraciones. Ambos pueden causar dificultades respiratorias e incluso provocar ataques de asma. Además, según cálculos de la Agencia Europea de Medioambiente (AEMA), contaminantes como el ozono y el NO2 están relacionados con unas 1.800 y 6.800 muertes respectivamente cada año en España.

Los datos facilitados por las administraciones locales a la organización Ecologistas en Acción revelan que, en 2021, nuestro país mantuvo la mejora observada tras las restricciones por la pandemia. Sin embargo, los niveles legales no se ajustan a lo estipulado como recomendable por la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Si se toman en consideración estos últimos niveles, toda la población española respiró en 2021 un aire con niveles de contaminación superiores a los recomendados. De hecho, en el informe comentan que es reseñable el caso de Madrid. Según los datos recopilados, la capital fue la única ciudad española que el año pasado siguió incumpliendo los límites legales de nitrógeno de la UE (más permisivos que los recomendados por la OMS).

Evaluación del dióxido de nitrógeno, NO2, en 2021.

Evaluación del dióxido de nitrógeno, NO2, en 2021. Ecologistas en Acción

Asimismo, España es uno de los países más ruidosos del mundo. Se está convirtiendo también en todo un problema de salud. En concreto, los datos de la AEMA cifran en 1.000 las defunciones a causa del ruido cada año, y en 4.000 los ingresos hospitalarios. Esto sin contar unos dos millones de personas que ven perturbado su descanso nocturno diariamente, lo que también desencadena problemas de salud.

La principal fuente de contaminación en las áreas urbanas, donde se concentra la mayor parte de la población, es el tráfico motorizado. En determinadas áreas fabriles y en el entorno de las grandes centrales termoeléctricas son estas fuentes industriales las que condicionan de manera decisiva la calidad del aire. Asimismo, el transporte aéreo y marítimo tiene gran repercusión en la calidad del aire del entorno de aeropuertos y puertos.

Hasta que no se pongan mayores restricciones a este tipo de contaminación, el problema continuará y tendrá sus principales efectos sobre la calidad de vida de la población.

Ya hay medidas a nivel nacional, como el reciente decreto que establece zonas de bajas emisiones, o la prohibición desde Europa de la venta de coches y furgonetas con motor de combustión a partir de 2035. No obstante, hará falta voluntad para llevar estas medidas a la práctica y no recaer en nuevas multas por incumplimiento de la normativa comunitaria, como ha ocurrido recientemente con la contaminación atmosférica.