Imagen de archivo de un termómetro callejero que marca 47 grados en Murcia.

Imagen de archivo de un termómetro callejero que marca 47 grados en Murcia. Juan Carlos Caval EFE

Historias

Las olas de calor y las sequías salen caras: los españoles pagarán más de 30.000M€ por el verano de 2025

Un análisis de la Universidad de Mannheim estima que el coste total para Europa ascendería a 126.000 millones de euros.

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Un nuevo informe de la investigadora de la Universidad de Mannheim (Alemania), Sehrish Usman, y varios economistas del Banco Central Europeo (BCE) calcula el coste macroeconómico directo para Europa de las olas de calor, las sequías y las inundaciones de este verano.

Este ascendería a 43.000 millones de euros a corto plazo (en 2025). A medio plazo, teniendo en cuenta las inversiones necesarias para recuperarse hasta 2029, llegaría hasta los 126.000.

Así calculan Usman y el equipo del BCE el coste de la inacción frente al cambio climático. Sus estimaciones llegan en un momento crucial para Europa: los ministros de Medio Ambiente de la UE debatirán el objetivo climático de la Unión para 2040 el próximo jueves 18 de septiembre.

En el caso de España, reconocen que es uno de los países más afectados (junto a Francia e Italia). Nuestras pérdidas estimadas a corto plazo (2025) ascienden a 12.000 millones de euros.

Sin embargo, de cara a 2029 aumentarían hasta los 34.000. Y eso, solo teniendo en cuenta las condiciones meteorológicas extremas de los meses de verano.

España y sus vecinos

El estudio encuentra que los países europeos enfrentan diferentes perfiles de riesgo por clima extremo. España, Italia, Portugal, Grecia y el sur de Francia son los que se enfrentan a mayores riesgos de olas de calor y sequías.

Por el contrario, los del norte y centro del continente, como Dinamarca, Suecia y Alemania, muestran daños relativamente menores. Sin embargo, la frecuencia y magnitud de los eventos climáticos extremos, especialmente las inundaciones, están aumentando en estas zonas.

Varios niños juegan en las fuentes de Madrid Río durante una ola de calor.

Varios niños juegan en las fuentes de Madrid Río durante una ola de calor. iStock

Las economías pequeñas como Bulgaria, Malta y Chipre son, por su parte, las más vulnerables, pues incurren en grandes pérdidas, especialmente en lo relativo a su valor agregado bruto (VAB).

Estas pérdidas económicas, insisten los investigadores, son "claramente medibles". Y ponen como ejemplo el caso de Italia, donde las mermas estimadas ascienden a los 11.900 millones de euros para 2025 y se proyecta que alcancen los 34.200 para 2029. Esto correspondería al 0,6% y 1,75% de la producción económica de Italia en 2024, respectivamente.

En Francia, el daño asciende a 10.100 millones para este año, con una proyección para 2029 de 33.900.

Asimismo, aseguran que los países más pequeños, como Malta, Chipre o Bulgaria, son particularmente vulnerables por el tamaño de sus economías.

España, en datos

Nuestro país registra la mayor pérdida de valor agregado bruto de todos los de la UE, tanto a corto como a medio plazo: el 0,8% en 2025 y el 2,4% en cuatro años.

Las olas de calor le han costado ya este 2025 a España más de 1.479 millones de euros. Para 2029, los costes acumulados de las temperaturas extremas de este verano ascenderán a más de 7.220 millones de euros.

Por su parte, la sequía ha golpeado ya este verano a nuestro país, con pérdidas de hasta 10.720 millones. En cuatro años, el golpe de la época estival de 2029 alcanzará los 27.599 millones de euros.

Coste real mayor

Los autores enfatizan que estas estimaciones probablemente sean "conservadoras, ya que no consideran impactos combinados (por ejemplo, olas de calor y sequías ocurriendo juntas) y no incluyen otros peligros como los incendios forestales". Tampoco tienen en cuenta los daños por granizo o el viento de las tormentas.

Por eso, los autores explican que los "costes macroeconómicos de las catástrofes exceden con creces las simples medidas de daño y destrucción".

Y recalcan que van más allá de las llamadas "pérdidas económicas compiladas por las aseguradoras". Estas cubren "solo el daño a activos físicos; no incluyen, por ejemplo, la productividad y producción reducidas en construcción debido a las olas de calor".

Tampoco recopilan los impactos indirectos en producción, ni los costes humanos, ni la inflación, entre otros.

Cuantificar las pérdidas

El objetivo del estudio es cuantificar las pérdidas económicas generales por calor, sequía e inundaciones lo más pronto posible. Los fenómenos climáticos extremos llevan ya años golpeando fuertemente a Europa.

Pero, como recuerdan los autores, el calentamiento global hará que se vuelvan aún más frecuentes e intensos en las próximas décadas.

Tal y como indica Usman, "el verdadero coste del clima se va viendo poco a poco, pues estos eventos extremos afectan a las vidas de la gente de maneras que van mucho más allá del impacto inicial".

Un embalse seco de Cataluña.

Un embalse seco de Cataluña.

Asimismo, insiste la investigadora, "las estimaciones oficiales suelen llegar tarde". De ahí que su estudio utilice información meteorológica actual y evidencia científica reciente para estimar de manera rápida el efecto económico de los meses estivales.

Este análisis combina datos meteorológicos de junio a agosto de 2025 con coeficientes para eventos extremos estimados en un estudio relacionado por Usman con anterioridad.

Los resultados muestran cómo estos graves sucesos pueden obstaculizar las economías de golpe. Pero también durante períodos más largos.

En total, 96 regiones de toda Europa experimentaron olas de calor, 195 sufrieron sequía y 53 fueron afectadas por inundaciones.

Estos tipos de eventos impiden la actividad económica de diferentes maneras: el calor reduce la productividad, la sequía afecta principalmente a la agricultura, y las inundaciones causan daño directo a la infraestructura y edificios, así como pérdidas indirectas, como las cadenas de suministro interrumpidas.